mejor que disfrutar mi soltería, estar libre y no dar explicaciones a nadie. Aunque nunca las ofrezco, soy la dueña de mi vida y la manejo a mi antojo. A mis treinta años me siento
de un terreno que vamos a comprar y pronto haremos una academia de baile. Él me mira con orgullo y determinación. Me gusta su etiqueta de trabajo, sabe diferenciar todo y también es buen amante. Solo hasta ahí, él sabe que el amor no está en mis planes y menos ahora. Mi ahijada Camillia morirá con esta sorpresa, firmo los papeles y se los entrego. Es como mi hija, tiene dieciocho años y su mamá es Solimar. Mi mejor amiga y socia quedó embarazada a sus dieciséis años, mi familia es
ra tu éxito -dice Sergio con
La palabra elegancia lo distingue, su traje de rayas y su porte es único.
endulza que sepas que soy la maldita bruja del negocio. -
zos a cada lado de la silla y acerca su cara a la mía. Le rozo mi nariz en la suya, se le escapa un gemido profundo y muerdo su labio inferior. En eso suena mi celular, el sonido de salsa y sé que es mi Cam
on Camillia es lo primer
r eso compré el terreno. Tendrá su academia, su
esito, porque con Solimar todo es guerra
a sus dieciséis estaba cabalgando potros. Cuando Camillia a sus dieciocho, se pasa bailando y leyendo. Sus amigos la adoran, es ta
a curiosidad me pica. -La escucho re
sta la espalda, ojos verdes y pálida. Es toda una bel
rty bus, saldremos a la medianoche, estaremos tres horas bailando a todo
iero que disfrute, la vida es una y para eso es la juventud.
radecer sus amigas-. Escucha, Camillia, confío en ti y siempre lo he hecho. S
as sido y solo tú me comprendes. -Escucho s
rgo de la bebé. Sol estaba sola, su padre murió de un ataque y mi padre la adoptó. Ella siempre tenía resentimiento, pero empeoró por ese peón, quedó enojada con la vida. Cuando nació Camillia no la atendía, ni la miraba y cuando la cargaba empezaba a llorar. Estaba inestable, un día lloraba y al sigu
uz siempre! -Siento un taco en m
ajes. -Cuelga la llamada y suel
la falda ajustada de color negro, camino sexy y paso por su lado
archa la construcción. Tengo trabajo, así que nos vemos. -
pero por Sergio. Sale de su estado de idiota, re
estia y resopló-. Espero que la próxima vez termin
-lo miré altiva-. Tal vez, no repita. Es muy sos
dos hay en mi vida. Tiro la puerta fuerte, en eso suena mi celular y la música me indica que e
mpre que está enojada y endi
or qué? -habló con su tono
ella tiene que ser más llevadera. A
ocho años y es normal que salga. -
dra, no eres su madre. No quiero que arruine su vida como yo.
a es mi hija. Lo sabes Solimar, así que la próxima vez que vengas con reclamos lávate la boca -respi
on mi princesa. Camillia, es la luz en medio de mi oscuridad. Me sirvo una copa de champán, camino de lado a lado y entre sorbos voy recogiendo el desorden. Al meny mañana me informas. -No espero p
despejar mi mente y olvid