img Divinamente Poderosa  /  Capítulo 8 Hasta el Final | 24.24%
Instalar App
Historia

Capítulo 8 Hasta el Final

Palabras:4375    |    Actualizado en: 08/02/2023

ear en vano el próximo golpe. Acabo de llegar de la finca de Leonardo, estoy exhausta y quiero dormir todo el día. Es sábado y no tengo tra

a voz nerviosa de Paquita me

rpo desnudo a excepción de unas bragas rojas. Voy corriendo a la percha, sostengo el batín y me cubro a las milla

o Camillia? -Logro formar la

eso menos si mis chicas están a salvo. Lo que venga se puede manejar. No me perdonaría que por e

ó la vieja-. No están en la casa -habla nerviosa y sus manos juegan con un

nos inquietas y

Se queda callad

surra y mis oj

ctarme de mis palabras. Es muy duro perde

da Paquita porque no pu

a, pero Demetrio me p

dos en dos los escalones. De un tiempo acá mi vida ha sido correr de un lado a otro. Al salir por la puerta de atrás me ciega el sol mañanero. No me detengo, acelero más sin importar las piedras en los pies descalzos. Nada importa ahora, ese dolo

Kendra -tartamudea el p

s caballerizas estoy agitada, escucho relinchar a Trueno y mucho ruido adentro. Respiro profundo y al entrar me recibe Demetrio con un sembl

ebe tener mucho cuidado -las adver

eno lo veo revolcándose en el

sto -comenta Otto, uno de los empleados m

a izquierda herida y acariciar cada moretón en su cuerpo. En ese momento su mirada me

o Fausto con voz dura, es una sentencia y l

sto no da marcha atrás y acaricia su cabel

s condiciones me llena de impotencia-. Te teng

nada, se remueve y relincha, su desesperación me descoloca. Siento que me sujetan por los brazos, fuerte y me apartan de Trueno. Mis lágrimas están presentes, no importa si pierdo mi dureza, solo quiero qu

saca mi fiera interna-. ¡Demetrio, no te quedes parado ahí, haz algo!

ne en camino -comen

acaricio los brazos y ver a Truen

go en lo que llega el veterinario

iono y Fausto vuelve me toc

tocarme en todo momento y

no ganas nada -sus ojos son invasivos, tienen el poder de traspasar

alza las manos delante de mí-. ¡L

mpleto y Demetrio me enfrenta

aré con ella -agr

rando por encima de mi ho

mejor que nadie sabe que cuando uno está desesperado y lleno de dolor, no razona. Nuestra primera ar

la cabeza, me giro hacia Trueno y respiro profundo. Se marcharon dejándonos solos, por un momento

á pronto -susurró Fausto y

n duele por la respuesta y

ero a la vez me agrada-. Necesitamos esperar que exami

noche -hablé arisca y sin poder callarme-. Vaya a

in experiencia en esta situación. Su tic es lo único que se mueve en él y Trueno vuelve a revolcarse consiguiendo que desvíe su mirada. Rápido vuelve su mirada azul a recorrerme, se demora en mi pecho, va subien

al contrario, te pone y lo has dejado vis

los chupetones en el cuerpo, menos visibles, pero él me castigó por burlarme de su aguante. Me rodeé el cuello con

ban esas niñerías, Pot

, me pasa por el

dónde

te acerques mucho a Trueno y no pasará nad

sa, este insolen

én me revuelque? -apreté

o cara a cara. Mis ojos compiten con su mirada fría,

manos acariciaban tus apetitosos senos -las enseñó en mi cara-. No sabí

elame los labios. Su mirada fuego me

á Trueno y siento la mirada de Fausto encima-.

ligroso con su mandíbula tensa. Sin embar

-hablé con actitud y me giro s

stente. Intento olvidar la discusión con Fausto, prestar atención a Trueno y el veterinario, pero me

.

quirúrgica, donde un veterinario eliminará la parte comprometida del intestino y volverá unirse al intestino sano. Por desgracia, los caballos no son buenos candidatos para esta operación, ya que requiere sedación. El intestino torcido puede curarse espontáneamente, pero esto es raro.

n este momento-. No hay problema, no t

rro los ojos y agar

por heno, lo sé, me

ocarse frente de mí. En otro momento me

necesitas saber qué Trueno su

s ojos azules están sosegados. Me levanto, me tambaleo y me sos

ocaré -susurra y me sient

contenta con el métod

mejor, no necesita

ada agresividad-. Estaré con Trueno hasta el

clón, nunca podr

ara huevos -finjo que no

estres lo contrario, Potra. -Iba a toc

manos pueden soportar estos vientos y créeme

a promesa de que apenas empieza su preparación para el ciclón. Se gira con pasos decididos y se

ó? -Sol abre su boca im

eterinario. -Tras disculparse, F

-dijo irónica Camil y la miró po

hizo muecas-. Trabaja en la finca y además es mode

e sus moretones es deslumbrante su

go, niña -Sol acepta algo dich

e puso al día -añadió c

como ahora te pasas con hombres maduros, demasiado para tu fal

s se humedecen. No puedo negar que verlas

o Camillia mientras recorr

r -levantó la mano con firmeza Sol-. Paquita nos llamó, nos tienes a nosotras y sabemos tu calibre -mi amiga y

ndo sabemos lo mucho que significa

más tarde me estaré golpeando, pero las necesito a mi lado -admití con la voz tembloros

az. Fue muy valioso el tiempo que estuvo en mi vida y agradezco que me diera tanto, cuando más lo necesité. «Papá, gracias por prestarme a Trueno. Ahora te lo

chupón, omggg! -arrastra la última palabr

eno -Solimar alza sus hombros-. Increíble ver a la controladora Kend

n visibles, nadie se debe enterar de tus placeres -Camil

no reírme por sus expresiones, pero se me escapa u

nte cambio

asiente Solimar y m

ne deslices es otra -me apunta co

hacia la cocina. Subo un escalón, Solim

los ojos oscuros-. Aclaro triste por True

-usé su trabajo como excusa-. Dame tiempo, volveré a ser la zorr

, huye! -gritó

ad. Se me escapa una sonrisa. «Despierta Kendra», me riño. En qué diablos piensas, eso no te conviene y lo sabes. Solo quieres placer, nada de manitas sudadas y amor. Soy una experta en esto, juega como la zorra que eres y luego desecharlo. Tengo que probar ese semental envuelto en choc

gallina y me abrazo a mí misma al o

ea y apreté el celular-. Un animal se llega a querer co

a? -interrog

reciada otra vez. Te estás entrometiendo en asuntos que

ilia doy la vida. Me baño a las millas, cambiaré de número y observaré a mi querida Rebeca. Se me cae el champú al pensar en Fausto, puede ser él, lo golpean y estaba curiosamente con Trueno. No puedo confiar en nadie en estos m

ndo usas tu

i vive -murmuré envuelta en ira-. Consigue un celular nuevo y núme

re Kendra? -he preo

rsona lo discutiremos. Eso

disposición y amistad-. Lo más rápido posible

desconecté la llamad

emigo. Me alegro de tener a Peter en mi vida. Ensegui

.

eguraron que hoy no saldrían y me parece perfecto. Luego que Trueno partió, dejé todos los papeles con Demetrio y el veterinario. Lo enterraron cerca de papá, debajo del árbol de mango y por poco me lo prohibían, pero al final lo conseg

dos patas y él jala las riendas-. Pot

e acerco llena de tanta

quién eres?, y ¿Con qué gente te metiste? -tomó aire y prosigo con el interro

a. Me giro para no darle la espalda, él se acerca con e

ua para que la adoptes y me ata

te hombre si lo dejo matrimonio e

lente. ¿Quién eres? -alzo m

apuntó su cuerpo pecaminoso-. ¿Esa es la forma del ciclón conquistar? -no perdí mi entereza, no me ab

da y ver su sonrisa burlona me ayuda a ser dura. Me acerco, le a

nazan -mi voz es dura e indomable-. No im

rto y se quiere deshacer de mí. No le seré de bandeja, lucharé, no importa que esté lejos de la casa, apartada

y se ve tenso-. Vi el miedo en tus ojos, piensas que soy capaz d

es modelo, bien podrí

de que vi cuando te golpearon todo ha sucedi

por cólicos y se le torció su

que murió?! -grito dolida

qué carajo sucede -he desatado la llama en sus ojos-. No soy un tirano,

ar, esto es...

as personas incorrectas y ahora tengo que asumir mi culpa -se toca su pecho-. L

debes? -enterarme de su error, me desconcierta y aterra-. Eres imbé

que en mi cintura y la intromisión de sus ojos es una catarsis sobre mi cuerpo. Su maldito tic burlándose de

r mi cuerpo y esa mirada me enloquece-. No te preocupes, confía en mí -sus

jos mirando sus labios y

osa y me giro por e

moviendo sus cejas. Le doy la cara a Fausto, es increí

sto -hablé por lo bajo disimulando

u enemigo Potra, confía en mí -susurra haciendo estragos con su voz tan follable en mi

jos azules no mienten tan descaradamente. Su mano se aparta lentamente, con sus dedos rozando mi cintura y deseo su

obresalté al sentir la voz de Pet

y sus caricias no me percaté

mientras sigo con la mirada

detalle, incluyendo este momento -señala a

definan mi remolino de confusión. Definitivamente, no entien

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY