el amor? ¿que es el sexo? ¿q
es importante, ni siquiera nos hacemos esas
ropios sentimientos o emociones , nos hace sentir vulne
la vida, la conexión mas fuerte que puede existir entre dos seres humanos, una conexión plena con Dios, y una sublevaci
de dificultades, y debemos decidir si seremos valientes y lucharemos contra las adversidades,
ítu
l insti me daba un poco de miedo porque lo veía como algo de mayores; ¿qué iba a hacer yo en un sitio
que después de los primeros días se me fue yendo el miedo del cuerpo. Me di cuenta de qu
es apetecía hacer nad
ntrado nueva también a mi clase, y con Ahinara, su prima, que era varios años mayor que nosotras. En ese
omo Víctor y Luis, y comenzaron a charlar. Víc
hablas? ¿Ac
rgonzada por sus palabras, so
rida, no quieren jug
o él lo hizo de una manera especialmente c
vamos a jugar...
desgana, pero él los cogió d
razón, sois un
a comprender a su amigo, y él se pu
jugar? -me vol
si preferís, podemos vot
pués de todas las quejas y las pegas que habían puesto, al final
nseguía salvarnos a los dos. Cuando el recreo terminó, me chocó la mano y me dijo que hacíamos un gran eq
nsando que en realidad no e
ecial Víctor, al que sentía como si lo conociese
ba tiempo para salir al patio con los demás. Fui estrechando más la confianza con Víctor, jugábamos y nos divert
las escaleras, y me pidió que lo acompañara
té ne
rre? -le
ormática, donde había un chico que justo se iba también para comer algo en la pausa. Le propuse a Víctor que aprovec
algo? -empecé
l ordenador. Yo no sabía qué pensar y analicé para mí misma el ambiente tan extr
ó justo frente a mí, muy c
uas! -insistí, realmente extrañ
nreír y me cog
reguntó de repente, tr
sin saber bien a qué se r
ías sí
esa vez con
es cierra
pintarme la cara, ¿verdad? No, de eso nada -l
arcajada, pero no apart
mí? -me preguntó otr
dije, y empecé a h
a risa y luego volvió
por favor, no te v
e vas a arrepentir, sé dónde encontra
lentamente sobre mis labios. Todavía con los ojos cerrados, traté de descifrar qué era y en cuestión de un segundo se me pasaron muchas cosas por la cabeza:
egada a la mía. En efecto, era un beso, V
abían convertido el momento más fuerte de toda mi vida
creo que yo a ti también. Quisiera que salieses conmigo... -
ier momento me iba a echar a llorar o a reír. Me había dado un beso y ahora me decía todas esas c
e forma fugaz, sin dejar que las pudiera domina
hablaban sobre novios y besos, sentía que eso no era parte de mi vida. El tema del amor , la magia y las mariposas me parecí
melo de nuevo por la
a cuando regresé de la escuela: «Qué
da. Además, había sido con un chico mucho mayor que yo. Víctor tenía 17 años, estaba en el último curso antes de entrar a la universidad, y yo apenas comenzaba el insti
rlo. Cuando sonó el timbre para volver a las clases, respiré aliviada de no cruzármelo. De camino al aula, entré al baño que había en el pasillo de mi curso ya que él nunca andaba por allí. Pero
i un estúpido. Como siempre estás con Ahinara, p
iento era porque te gustaba, y no po
az de decir nada, aunque me incomodaba
o me estás evitando, así que te pido perdón -cont
tro color, me dio mucha vergüenza que pensara que
que era mi primer beso?
l me sonrió como qu
nte... lo se. créeme, y siento muc
s, tampoco quería seguir contradiciéndolo, pues ya sabía
ientas incómoda o avergonzada cada vez que nos cr
anera dulce de mirarme y tratarme. En ese momento, Víctor se acerco y me dio un suave y
riste? No quería cruzarme con él, y ahora, ¿no que
mirar a ambos lados del pasillo, después puso una mano en mi cabeza, agitándo
?, ¿acaso me gustaba? Trataba de responder esas preguntas en mi mente y me decía que era s
es quería. Tenía curiosidad por saber de él, quería que se me acercara y me hablara
n vago saludo. Siempre que pasaba eso mi día se volvía gris, recordaba
sar del tiempo no había conseguido olvidarme de todo aquello, además, e
. Yo la miré un poco escandalizada y pensé que era una depravada, pero a pesar de ello
use los jeans ajustados con la blusa lencera, poco quedo de mis doce prim
divisé entre cuatro o cinco chicos. Me di media vuelta para que no pensara que estaba ahí por él. Escuché un silbido halagador y me giré emocionada intentando que no se me notara, pensando que era él, per
mar
actitud conmigo. Había sido él quien me había pedido que siguiér
anas de llorar, pensando en lo mucho que me había esforzado por llamar su atención. Me miré al espejo y me di cuenta de que esa no
se abría detrás de mí y Víctor entraba. Ca
es aquí?
es que decirlo, no hace falta que hag
a hablar contigo? -le solté d
sario que lo hagas. Desde la primera vez que te vi, no sé como hacer para que mi aten
s y me alejé con un poquito de miedo, pensando en q
osas como esta podrías llamar la atenció
ir con eso? -le p
ención de un indeseable, no hagas ma
cabeza con ci
me preguntó de pronto con la
¿qué ne
s a encontrar... -estábamos tan cerca que pude sentir su