/0/7149/coverbig.jpg?v=8e727785f4860d384e9c048312582867)
Conocí el amor con Sean Ford, atractivo, millonario, pero sobre todo un hombre atento y lindo, siempre creí en sus palabras de amor, era el hombre más perfecto del mundo para mí hasta que después de tres años de matrimonio lo encontré con su asistente en la cama. Fue decepcionante y la primera de muchas veces que me lastimará aunque dicen que el karma existe, cuando llegó con una noticia soprendente no se lo hubiera deseado. Margareth Ford... perdón la costumbre, Margareth O'Neill
Después de todos estos años me siento feliz, todo lo que pasado ya no importa, solo quiero vivir el presente, ir a ese viaje fue como un hermoso sueño del que no quería despertar, pero tenía que regresar por mis responsabilidades en la ciudad aunque no quisiera, ya no me importa lo que digan los demás, solo quiero seguir sintiéndome así.
–¡¿Dónde has estado?! –exclamó Sean.
Johan nuestro hijo se colocó detrás de mí por los gritos de su padre, él se dio cuenta de lo que había hecho, pero ya era demasiado tarde.
–Cariño, pídele a Madeleine que te ayude con tu maleta, ahora voy.
El pequeño se apresuró a subir las escaleras y en cuanto desapareció mi rostro se endureció.
–¿Qué quieres Sean?
–¿Quiero saber dónde han estado?
–De viaje y lo sabias muy bien, firmaste para que me llevará a Johan.
–Debiste regresar hace una semana, debiste decirme.
–¡Eso no te importa! ¡Puedo hacer lo que yo quiera!
–¡No cuando se trata de irte a otro país! ¡No puedes desaparecer!
–¿Por qué no vas a ver a tu Pauleth?¡Y me dejas en paz!
–Pauleth y yo terminamos.
–Al fin te diste cuenta que te quería solo por tu dinero –solté una risa agría –. O seguramente te dejó por alguien con más dinero.
–¡Yo terminé con ella! ¡Por eso te estaba buscando, pero no contestas tu maldito teléfono!
–Y porque dejaste a tu noviecita yo tengo que estar para ti siempre, lo nuestro se acabo hace muchos años, entiendelo Sean.
–¡No me puedes hacer esto, Maggie!
–¿Por qué? Merezco hacer lo que yo quiera, soy una mujer libre...
–¡Tengo cáncer! ¡Me voy a morir!
Era una doctora talentosa de fama mundial, CEO de una empresa que cotiza en bolsa, la mercenaria más formidable y un genio de la tecnología de primer nivel. Marissa, una magnate con una plétora de identidades secretas, había ocultado su verdadera identidad para casarse con un joven aparentemente empobrecido. Sin embargo, en vísperas de su boda, su prometido, que en realidad era el heredero perdido de una familia adinerada, canceló el compromiso, incluso la humilló y se burló de ella. Cuando las identidades ocultas de la chica salieron a la luz, su exprometido se quedó atónito y le suplicó desesperadamente que lo perdonara. De pie, protector ante Marissa, un magnate increíblemente influyente y temible declaró: "Esta es mi esposa. ¿Quién se atrevería a quitármela?".
Como simple asistenta, enviar un mensaje al CEO en plena noche para solicitar películas pornográficas fue un movimiento audaz. Como era de esperar, Bethany no recibió ninguna película. Sin embargo, el CEO le respondió que, aunque no tenía películas para compartir, podía ofrecerle una demostración en directo. Tras una noche llena de pasión, Bethany estaba segura de que perdería su trabajo. Pero en lugar de eso, su jefe le propuso: "Cásate conmigo. Por favor, considéralo". "Sr. Bates, está bromeando, ¿verdad?".
Paola Fischer vive un matrimonio aparentemente feliz hasta el día en que, al regresar a casa, encuentra a su esposo, Lucas Hotman, en la cama con su secretaria, Rose Evans. La traición la deja destrozada, y, sin saber cómo enfrentar el dolor, se marcha de su hogar. Esa noche, en un bar, conoce a un enigmático desconocido que le ofrece una compañía inesperada. Buscando escapar de su desilusión, Paola se entrega a una noche de pasión con él, dejando que el dolor de su traición se diluya en la intimidad. Al día siguiente, trata de seguir adelante, pero pronto se enfrenta a una sorpresa que cambia el curso de su vida: está embarazada, y el padre no es Lucas, sino aquel hombre al que apenas conoció.
Linsey fue abandonada por su novio, quien huyó con otra mujer el día de su boda. Furiosa, ella agarró a un desconocido al azar y declaró: "¡Casémonos!". Había actuado por impulso, pero luego se dio cuenta de que su nuevo esposo era el famoso inútil Collin. El público se rio de ella, e incluso su fugitivo ex se ofreció a reconciliarse. Pero Linsey se burló de él. "¡Mi esposo y yo estamos muy enamorados!". Aunque todos pensaron que deliraba. Entonces se reveló que Collin era el hombre más rico del mundo. Delante de todos, se arrodilló y levantó un impresionante anillo de diamantes mientras declaraba: "Estoy deseando que sea para siempre, cariño".
El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo. Dejó su país de origen en desgracia. Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años. Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!" Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar. Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".
Elena, antes una heredera mimada, lo perdió todo de repente cuando la verdadera hija le tendió una trampa; su prometido la ridiculizó y sus padres adoptivos la echaron. Todos querían verla caer, pero ella desveló su verdadera identidad: heredera de una inmensa fortuna, famosa hacker, top diseñadora de joyas, autora secreta y doctora talentosa. Horrorizados por su glorioso regreso, sus padres adoptivos le exigieron la mitad de su nueva fortuna. Elena denunció su crueldad y se negó. Su ex le suplicó una segunda oportunidad, pero ella se burló: "¿Crees que te lo mereces?". Entonces, un poderoso magnate le propuso amablemente: "¿Puedes casarte conmigo?".