e giraron hacia mí. El silenci
os brazos de Adrián, me miró con
bía que estabas celosa, per
stro en el pe
. ¡Son falsas! Pero todos las vieron
lofrío recorr
je, mi voz ape
scuchaba. Na
ollozo desgarrador y luego
ián, atrapándola antes
razos y corrió
evo al
arme. Sus ojos eran como trozos de hielo. T
-gruñó-. Te juro por Di
iesta, los condenatorios volantes esparcidos a mis
bas, algo para limpiar mi nombre. Pero antes de que pudiera siquiera empezar, llegar
cía, sino a una clínica privada. Adri
voz desprovista de toda emoción-. Necesita una tran
etición. Era
¡No hice nada! -luché contra
uiera
le ordenó
izaba en mi brazo. Sacaron bolsa tras bolsa de mi sangre, mucho
sa. Me llevaron a un tramo desierto de la costa.
das de Adrián me sacar
-grité, mi voz débil p
e empujaron al agu
agua salada mientras las olas se estrellaban sobre mi
con la voz ronca-.
cabeza salía a la superficie, la empujaba de nuevo hacia abajo. El mundo s
otra
bre con indiferencia durante uno de mis breves jadeos por air
aban, con los rostros en blanco, mientras yo perdía lentame
rte de vuelta a la orilla y me arroja
a privada, sino en uno público. Una enfer
mesita de noche. Era u
las noticias. ¿De verda
blog de chismes. Mis manos
ificadas. Obscenas. El mismo tipo de fotos que había
net. Mi nombre era un tema de tendencia, unido a hashtags demasiado v