or consolar a su primer amor, Casandra, que lloraba en el asiento trasero. Ni siquiera
ni por un segundo. Era como si yo ya no estuviera allí. Nunca recordaba mi cumpleaños, nunca supo cuál era mi comida
ue la verdadera estrella de su vida regresara. Había estado obsesionada con Adrián Peña,
an sumisa, tan diferente a mí? Se sentía como si estuviera co
vacía, y un anhelo repentino y desesperado por otra persona: Gael Campos, mi amor de la infa
ítu
antoso chirrido de las llantas. En un momento, íbamos enor agudo en el brazo. Adrián, en el asiento del conductor, ya se estaba m
ra Téllez. S
do, con un pequeño
n? -preguntó Adriá
a responder, Casand
... ten
o estuviera allí. Se desabrochó el cinturón, se metió en la p
go -murmuró, con una voz más suave d
a de cinco años, mientras la ayud
A través de la neblina del dolor, vi a Adrián rondar a
entí una extraña sensación de claridad. Fue como si un hechizo se hubiera roto.
devoción. Él no me amaba. Nunca lo había hecho. Yo solo era un reemplazo, u
e secundario en su
odo lo que quedó fue una sensación fría y vacía, y
Cam
había dejado atrás hacía cinco años
saqué mi celular con la mano buena.
imer vuelo a
asistente por teléfono desde la ca
o el dolor no era nada compar
o que cueste. Sú
l es la prisa? -pregu
en -dije, con la voz temblor
que pudiera hace
ncontra
que ha
a heredera del imperio hotelero Garza. Luego lo conocí, y doblé y rompí partes
an sumisa, tan diferente a mí? Se sentía como si estuviera co
l era todo
o. Mi primer amor
lote, se metía en un lago helado para recuperar mi pulsera perdida y pasaba toda
o para mí. Sabía que me encantaba mirar las estrellas, así que c
de la prepa. Me lo dijo más tarde, con la voz llena de un d
noche en que con
e detuviera. Era guapo, poderoso, el director general de
entí que no tenía opción. Me fui de la fiesta con él, dejando a Gael e
ael sin deci
tención eran prueba de su amor. Pero su corazón nunca estuvo conmigo. Siempre estuvo
a favorita. Nunca le importó que fuera alérgica a las flore
ia después de otra pelea con Adrián. Sostuvo un paraguas
n voz suave-. No te merece.
er yo misma. Vi la verdad. Acept
sa tonta, una disculpa a medias, y yo caí de nuevo
zada por una decepción profunda y definitiva. Se fue a Nueva
a Adrián elegir a Casandra sin dudarlo un segundo, la nieb
un personaje interpretando un papel. U
de eso, el "amor" que sentía por é
ento por Gael me inundó. El amor real. El qu
apoyo incondicional. La forma en que me miraba,
o. Siempre había
ital, con la voz ahogada por las lágrimas-. V
imero que hice fue ir a mi clóset. Saqué el vestido rojo brillante que Ad
lo
ados para complacerlo. Me había dejado el pelo largo porque a é
m
rojo se sentía como una declara
había estado con mi fami
a sonrisa de aprobación en su rostro-
ños. Di una vuelta, la tela arremolinándose a
Casandra entraron. Acababan de venir de una cita de seguimien
rraron cuando vio mi vestido.
lce como la miel. Sus ojos estaban fijos en la pieza simple
miró, lu
. Dáselo a
petición. E
a entregado el collar apenas una
sa pieza es única. Ya ha sido
o miró. Su fría mira
Sabes que a Casandra
saba conmigo, el que espe
o sin pensarlo dos veces. Habría hecho
no era es
rectamente
N
sorprendido, como si la palabra le fuera ex
é di
illa en alto. El vestido rojo
e qu
ojos. Era como si me viera por primera vez. Y no r