mirada fija en un punto indefinido. Julián estaba a su lado, recostado, pero con la atención completamente enfocada en ella. La tensi
l silencio con voz b
de todo esto. De Camila, de cómo está actu
ca le había pedido su opinión sobre algo tan d
o con fuego. Está probando límites que quizá no debería. Pero siento que también es una forma de l
ente, tragando un nudo
eces siento que he fallado en algo, que no he sabido educarla bien, que no he podido darle la guía que neces
nte su mano, tratando
sando una etapa difícil, tratando de encontrar su lugar, su identidad. Y tú y yo estamos entrando en una dinámic
pequeño alivio con sus palabras, aun
ó-. Pero necesito que estemos unidos.
n ternura, acercánd
a. No vamos a dejar
rguida junto a la ventana, con sólo un pantalón corto. El sol acariciaba su piel, y su pecho desnudo se alzaba y caía con cada respiración profu
or favor, cúbrete. No es apropiado estar desnuda aqu
ultura en movimiento. Sus ojos color miel se posaron
ue era casi una niña. Y Julián se acostumbrará. Él y yo hemos visto tu cuerpo desnudo
era la falta de costumbre de ver piel l
ra ninguno de ustedes. Pero si ya hemos compartido esa intim
provocación sino honestidad. Verónica dio un paso atrás, lu
alón es un espacio compartido. No quier
os y tensiones constantes. Yo ya te he visto a ti sin ropa, con Julián a tu lado. He c
udiera responder, la puerta del pasillo se abrió y Julián apareció en la entrada del salón. Al ver la esce
untó él, con voz suave
abeza y le sonri
Quizá al principio te sorprenda, pero ya los he visto desnudo
instante, evaluando. Luego se acercó des
omenzó a decir-. Aunque, quizás...
ntió con h
ías intentarlo tú también. Vivir sin esa p
ligereza. Era un pequeño paso hacia la reconciliación, un recon
inalmente-. Pero por ahora, démos
la cercana. Verónica la observó, sintiendo cómo esa escena abría nuevas posibilidades para
a su manera, iba aprendiendo a vivir sin vestigios de miedo ni secreto, de