as calificaciones. Hizo todo un año de residencia en un hospital local y ganó mucho reconocimiento por lo jo
buenas calificaciones, decidieron estudiar juntos en la universidad. Habían compartido tanto que hasta habían intentado salir en su moment
complicados y donde había fama de que estaban los mejores doctores. También se decía que necesitaban personal, por
o había nada en el mundo que pudiese sacarla de ese bajón emocional que sintió cuando fue rechazada por el pre
orros que tenía pronto llegarían a su fin y tendría que conformarse con cualquier empleo que c
oches, doc
ínea. Creyó que sería Ivan llamándola o incluso se esperaba la llamada de su madre, pero cuando la pantalla
Escuchó su pro
–se presentó, pero a Katya su nombre no le sonó de ningún lado–. Solamente nec
de Katya
hago consultas ind
abra su propia clínica –los ojos de Katya se abrieron por completo
o podría decir
Bien, pero debe
interrumpió Argus–. Como le dije, doctora, debe ser discreta.
era la oportunidad
por la ventana del pequeño departament
jo Argus que debía ser discreta? Solo Dios sabía quién era ese tal A
ivó y se apresuró a vestirse lo más decente que pudo con lo primero que encontró. Armó tam
tendrían una clínica para los dos. Esto valdría
cho, cuando Katya se fijó bien se dio cuenta que era una mujer. De cabello corto y un r
cargaba apenas fue capaz de devolverle la sonrisa–. No te preocupes, no venimos a secuestrarte ni nada. De he
ón de Sylvana y ella hubiesen podido llevarse muy bien. En serio quería
sido herido de bala, pero Argus había dicho discreción y hacerlo er
a hecho. De hecho, lo que la hizo sorprenderse más que, con e
lia, pero él no se encuentra... disponible. Solamente le hemos encontrado enfermeros, pero ningún
a un hospital? –Pregun
te–. Argus le dijo la condición princip
a el cómodo asiento del auto. Estaba asustada aún, per
siguió conduciendo y entró hasta la parte más alejada del aeropuerto, estacionó justo frente a un bonito y muy lujoso j
ra del trabajo. Era la última oportunidad de Katya de renunciar, pero ya
staba amaneciendo cuando el avión aterrizó y otro porsche espera a Sylvana y a Katya en el nuevo aeropuerto. Katya