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Ella es la multimillonaria, fría, arrogante y experimentada, adicta al concúbito. Mira a todos por encima del hombro o con su hermoso rostro levantado, mientras los demás agachan su cabeza, postrándose ante su majestuosa presencia. Hechiza a hombres y mujeres por igual, con su divina belleza, como una auténtica diosa griega descendida de los cielos. Hestia Haller estaba buscando a alguien con quien jugar, para liberar su estrés y su libido, y como enviado por el destino, Heros Deale, un joven humilde, amable y virgen, que está enamorado de su amiga de la infancia, se presentará en su empresa, revelando un secreto del cual sacará provecho. Pero un rechazo contundente de parte de él a sus insinuaciones, por ser fiel a sus sentimientos y a la mujer que ama, provocará que deseé tenerlo solo para ella. Así que, debido a misteriosas circunstancias, lo convertirá en su asistente y lo seducirá hasta hacerlo suyo, porque nadie le dice que no a la jefa.
La preciosa mujer, de aspecto divino, se encontraba en su glamuroso despacho ejecutivo. El paisaje soleado de la ciudad, se veía a su espalda, en las grandes ventanas del rascacielos administrativo. Estaba sentada en su cómoda silla de oficina, frente a su alargado escritorio de madera pulida de tono ébano. Era la CEO y dueña de su propia empresa, siendo la accionista mayoritaria de la misma.
Hestia Haller era hija primera de una familia distinguida y adinerada, de raíces francesas y alemanas; pero había construido su corporación financiera de inversiones, con sudor, trabajo y una diestra habilidad para las matemáticas y la psicología, porque le gustaba el dinero y ser capaz de influenciar en las demás personas, sin que ellos se dieran cuenta de que estaban siendo manipulados. Era rebelde y le gustaba ser libre, por eso se había apartado del dominio de sus padres. Siendo así, considerada la oveja negra, por no acatar órdenes de nadie. Pero sus ascendientes no se preocuparon por eso, porque habían quedado con su inmaculada y detestable hermana menor; su archienemiga, y la que era la niña perfecta, pura, inteligente y obediente ante los ojos la sociedad; esa que hacía todo lo que ellos quisieran y la que anteponía la comodidad y la felicidad de las otras personas, por encima de la de suya. Sabía que era una farsa de parte su consanguínea idéntica. Conocía al monstruo detrás de esa fachada. Mas, no estaba para martirizarse por su consanguínea. Había sido suficiente con soportarla durante su niñez y su adolescencia, para hacerlo también ahora que estaban en lados opuestos del mundo.
Las hermosas facciones de su rostro eran inexpresivas, como aburrida. En los últimos años, su rutina era la misma y su vida se había vuelto monótona. Aunque, en el pasado, había estado emparejada con un par de hombres que, habían sido amantes. No obstante, con ninguno llegó a formalizar una relación y tampoco duró más de un mes. Así que, con aquellos sujetos no había ocurrido la gran cosa, pues le gustaba ser libre, y ellos no habían encendido la llama del amor en su corazón; sí era que, tenía un órgano latiéndole en el pecho, porque jamás había llegado a sentir nada, ni siquiera alguna emoción de apego por sus padres, o de fraternidad, por su detestable hermana menor. Era independiente, sagaz, segura de sí misma, y sobre todo, le fascinaba delirar ante la frenética sensación del orgasmo. Sí, le encantaba el concúbito y masturbarse en casi cualquier momento o lugar. De esa manera podía apaciguar la libido que había crecido a lo largo del tiempo, al no contar con una intervención masculina que, fuera capaz de dominarla y de llenarla en su entrepierna, con esa erguida y firme virtud de las que eran poseedores; eso era lo único interesante que tenían para ofrecerle. Sin embargo, su adicción era experimentar el clímax, por lo que no iba acostándose con cualquiera que se la colocara al frente. Era ninfómana, más no promiscua, fácil o una zorra, a la que todos pudieran tener. Podía hacerlo hasta cien veces con el mismo. Conocía su valor, su fortuna y su distinción en la escala social, por lo que se consideraba un rubí, ubicado en la cima de una gigante rascacielos. Sí, alguien quería meter su juguetito dentro de ella, debía ser digno de poder hacerlo. Suficiente había tenido con la mala experiencia con sus olvidados amantes, que se habían jactado de ser buenos en la cama, pero era más lo que habían dicho, que lo que en realidad hicieron, debido a que, ni habían podido satisfacerla o hacerla sentir de verdad una mujer. Era, por eso, que había estado sin un compañero de cama. ¿Desde hace cuándo? Ya ni siquiera lo recordaba, porque no los había necesitado, hasta la fecha. Así que, había que tenido que hacerlo por su propia mano, y para ello, había comprado gran parafernalia para autocomplacerse; hasta había creado una habitación púrpura, donde podía hacerlo sin contenerse y sin pudor alguno. Era partidaria de la idea, de que las mujeres también podían tener un sitio, para liberar sus bajos y lascivos instintos, porque ellas también tenían ataques de lujuria, en la que debían apagar esa intensa flama en sus zonas privadas. Y, eran mucho mejor que la de los varones, porque eran multiorgásmicas.
Hestia bostezó con disgusto; debía distraerse lo antes posible, o se volvería loca. No pasaba nada interés. Deseaba que ocurriera o que apareciera alguien, con el que pudiera liberar toda la libido que tenía retenido en su cuerpo y en su alma, y que necesitaba salir, como un impetuoso tsunami, que la hiciera estremecer del delirante placer. Ya los objetos, no eran suficientes para complacerla. Había estado usándolos por año, pero ya había agotada su momento cumbre del gozo, que podían proporcionarle a su necesidad primordial. Alzó su cara, mirando a través de los lentes antirreflectores de sus gafas, que se tornaron de violeta. Sus hipnotizantes ojos verdes, como una esmeralda brillante, se hicieron notar. Vestía una un traje de sastre de encaje con falda de color negro, sin blusa por dentro, por lo que sus grandes pechos, se mostraban en la parte superior, siendo protegidos por un incitador sujetador oscuro. Ambas piernas las tenía tapadas por medias pantalón, que estaban unidas por tirantes a su braga. Su cabello ondulado, corto, era rojo como el granate; le llegaba hasta por encima de los hombros, y era, como un fuego escarlata en una antorcha, que combina a la perfección con su piel caucásica. Sus cejas sacadas eran de un matiz oscuro, como la del vino, y sus pestañas eran redondas y espesas. Se giró en su puesto y movió la llave, para abrir un de los puestos de los cajones, de donde tomó un diminuto artefacto de forma de huevo, que era morado. Inclinó su cabeza hacia atrás y hundió el botón del control. Apretó los muslos ante la estimulación, que estaba recibiendo por parte del consolador, que había incrustado en su intimidad, antes de salir de su enorme suite de lujo. Sus carnosos labios pintados de labial cereza, se estremecieron de forma leve, ante las veloces oscilaciones. Su boca se mojó con su saliva, por la excitación. Una comezón se produjo en su humanidad, que debía ser calmada lo más pronto posible. Entonces, el timbre de su teléfono sonó con escándalo y se asustó con disimulo ante al asombro inesperado.
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Cordiales saludos.
Empezamos un nuevo proyecto. Algunas/os lindas/os personas ya me conocen y otras no. Bienvenidos de vuelta a mi mundo literario. He querido probar algunas cosas diferentes, que no había hecho en mis anteriores novelas. Ya veremos cómo nos va. Habrá mucho erotismo, intriga y juegos candentes. Si, la trama es de su interés, agradezco su apoyo a mis escritos, dejando sus cinco estrellas, sus comentarios y sus votos. No es obligatorio hacerlo, por supuesto. Hágalo, solo, si logro cautivarla con mis letras.
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Mis otras novelas en Manobook:
SUGAR MOMMY.
Ha-na, una mujer coreana cuyos padres emigraron a América, enfrenta una pesadilla en lo que debería ser el día más feliz de su vida, cuando su prometido la deja plantada en el altar. En medio de su desesperación aparece Heinz Dietrich, un magnate arrogante, quien le roba un beso ante la multitud y se la lleva en brazos. Ahora, a pesar de su diferencia de edad y de su estatus social, Ha-na debe cumplir con un contrato olvidado: darle un beso diario, antes de medianoche. ¿Mantendrá su resentimiento hacia el amor o se rendirá a nuevos sentimientos por Heinz?
Ella es la madre de su novia, pero eso no impedirá que intente seducirla y tener a esa hermosa y encantadora mujer que lo ha embelesado. Helena Hall es una millonaria empresaria, dueña y directora de una editorial. A sus más de cuarenta años y luego de su divorcio no contempla la idea de un romance. Mas, el destino le tenía preparada una prohibida e intensa aventura al conocer a Hoel Dalton, un estudiante universitario. Él es el novio de su hija, pero pronto descubrirá la verdad sobre la relación de ellos. Al pasar los días, no podrá evitar sentirse interesada y atraída por el joven, al que le dobla la edad. Nunca creyó experimentar el amor después del amor.
Hellen Harper es una mujer de treinta y dos años, que al tener a su madre enferma de cáncer y viendo imposible pagar el costoso tratamiento, decide aceptar la propuesta de su madrina; de convertirse en dama de compañía por una sola noche para complacer a un hombre adinerado, con la condición que nadie se enterara de quién es ella y así poder obtener el dinero que necesita. Hadriel Drews es un joven multimillonario de veintitrés años y el más poderoso en su círculo social. Sus amigos, para celebrar su graduación, le dicen que le tienen preparado una sorpresa, por lo que lo invitan a una penthouse, con la condición de que llevara puesta una máscara dorada. Allí se encuentra a una mujer, cuyo rostro es tapado por un antifaz de encaje negro. El destino los hará volver a encontrarse de nuevo, luego de su idilio de amor. Esta vez sin máscaras. ¿Podrán superar su experiencia o los fantasmas de su pasado le impedirán ser felices?
Ella es una exitosa y adinerada mujer de carácter difícil. Él es un modesto joven que busca trabajo en su empresa. Pero, ambos se verán envueltos en un ferviente romance lleno de mentiras y engaños, originado por una confusión. Hariella Hansen es una multimillonaria empresaria, conocida como "La Magnate", hasta que un día en el ascensor se topa con Hermes Darner, un despistado muchacho, menor que ella, quien la confunde como a una de las aspirantes al puesto vacante que ofrece la empresa. #millonarias
Heleanor, una multimillonaria mujer de treinta y cuatro años de edad, tiene una noche pasional con Hedrick, un joven universitario menor que ella, al cual conoce en un bar. Pero, una inesperada verdad, los hará sumergirse en un romance prohibido y vivir un amor en secreto.
Xavier Devereaux, un Ceo y magnate multimillonario y dueño de una de las farmacéuticas más importantes del mundo, es conocido por su rectitud, elegancia y carácter amable. Sin embargo, una traición de las personas más cercanas a él hará que su vida cambie de la peor manera. En una noche que debía ser de celebración, Xavier es drogado y engañado por su prometida y su propio hermano, quienes lo manipulan para que crea que ha estado con su prometida en la intimidad. Pero algo no cuadra. La mujer que estuvo en su cama esa noche no era quien decía ser. Fingiendo ignorancia, Xavier decide investigar. Sus indagaciones lo llevan a descubrir a Aitiana, una joven de origen humilde, contratada para ser parte del engaño. Lo que comienza como una búsqueda de respuestas se complica cuando descubre que Aitiana está embarazada de él. Furioso y decidido a controlar la situación, Xavier la lleva a su mansión, convirtiéndola en su prisionera, pero también en el centro de su obsesión. En medio de la desconfianza y los secretos, Aitiana deberá enfrentarse no solo al poder de Xavier, sino también a sus propios sentimientos. Lo que comenzó como un engaño terminará poniendo en juego sus corazones y desenterrando verdades que cambiarán sus vidas para siempre.
Él es el director del hospital más grande de Shine Empire. Ella es la hija del director del hospital Chengyang. Cuando el frío, despiadado y orgulloso Álvaro Gu se tope con la traviesa, simpática e impulsiva Ángela Si. ¿Qué química saldrá entre ellos?
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Ellos no saben que soy una chica. Todos me miran como si fuera un hombre, un príncipe. Su especie compra humanos para satisfacer sus lujuriosos deseos. Y cuando ellos llegaron a nuestro reino para llevar a mi hermana, intervine para protegerla. Fue así como ellos también terminaron comprándome. El plan era escapar, pero mi hermana y yo nunca tuvimos una oportunidad. ¿Cómo iba a saber que nuestra prisión sería el lugar más fortificado de su reino? Se suponía que debía quedarme en el anonimato, pues no tenían un uso para mí. Solo era alguien a quien nunca debían comprar. Pero entonces, el hombre más poderoso de la salvaje tierra, su despiadado rey bestia, se interesó por ese "principito bonito". ¿Cómo podremos sobrevivir en este reino brutal, donde todos odian a los de nuestra especie y no tienen piedad de nosotros? ¿Y cómo puede alguien, con un secreto como el mío, convertirse en una esclava sexual? Nota del autor: es una novela de romance oscuro, apta solo para mayores de edad. Espera varios temas sensibles, como la violencia. Si eres un lector experimentado de este género, buscas algo diferente y estás preparado para entrar sin saber qué es lo que te espera, ¡entonces sumérgete en esta aventura! . De la autora del bestseller internacional "La Esclava Más Odiada Del Rey"
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