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Historia

Capítulo 3 Nemesis

Palabras:3267    |    Actualizado en: 05/01/2023

za, pero cuando suena por segunda vez sé que no es un animal.

bre, me lo ace

Ho

o. Me vuelve a sonar en

cuando te llamo! –El grito de mi madre me hace arder

de la justa teniendo en

favor, má

ibre por la coroni

nes r

, m

crucero, pero luego reculo. Si me ha llamado

o que estas aquí y no

medio dia. Teng

No había te

muy bien con ese amigo tuyo. –Pongo los ojos

noche. Llego a la conclusión de que fueron muchos, probablemente más de los que puedo recor

sa del personal

ana regañándola. La verdad es que si extraño verlos, discutir

arde. Te pr

zado desde que descubrió mi amor por la sopa

ré por l

cielo. Aunqu

a ti,

etas revueltas a mis pies. No las he ordenado. Vue

stoy muy enojada

planeada esta semana, debía encargarme de que los cotilleos de las revistas no ll

mi Instagram y ha de habe

de algo para nada decente y a mi amigo contestarle sin ningún

te a alguien después de que

s mi amiga. Kate llego con un par de amigo

ber supuesto que Tom y nuestra compañera de pi

te cuando te

esas te

o en l

que de la nada, a media noche, el crucero se sacudiera con una ola y cayera

a ella. No pude evitar robársela. Todo lo

frút

ullo de repente sin decir nada. No quería tener detalles, pero por su sonrisa podr

e a ver a mis pad

a tus herman

oran. Y unos ojazos verdes como la naturaleza que los rodea y su cabellera azabache. Kate es la más pequeña, y ha reunido los mejores atributos de cada uno,

so en el hombro y el café se me desborda p

o del ojo veo a Tom rodearme para llegar a la cocina. No me mira directamente ni s

hare sa

su paquete, podría verle más si entornaba los ojos, pero valoro demasiado mi cordura. Lleva el cabello alborotado y u

ice sin mirarme. Saca una taz

ién duchado. Es lindo, un moreno de ojos negros, de labios rellenos y un trasero muy tentador. N

o, al tiempo que lo observo con detenimiento. Una vez

, pero puede

cuando mi madre usaba mi nom

elta, frotándose contra el cuerpo se

donde aprovecho y dejo algunas cosas en su lugar entre ellas las maletas sin desempacar, de ver

on el baño para que fuera más amplio y poder meter la bañe

aría algo con solo vérmelas. Por ultimo me decido por una duch

en un examen casero, debo estar pendiente de cualquier bulto raro. Prono

o me recorre desde la espina dorsal. Me muevo, acalorada. Sus manos se pierden entre mis abultados y pesados pechos que responden ante su tacto, haciéndome jadear. Esto es alucinante. Sus manos

mie

d. Me quedo pasmada mirando los azulejos de la bañera. He estado a pun

ue saco, me vale con que me cubra y sea comodo. Sonrió, no me importaría llev

agas de los bayardigans para sentirme infantil

y limites entra a mi habitación, agrad

s mala

asco. No paso por alto que el se ve f

análisis profesional de mis prendas, la combinación y hasta de que temporada es

ponerte esta

irandola. No veo el mot

es sol

so. Regreso al vestidor por un sujetador. Me da igual si ca

lado, dejando caer el suéter de manga larga y cuello bandeja

a blusa cuello de tortuga beige. Me gusta. Le d

ónde

a las oficinas y por

nos botines negro

a cena, si llego tarde asegúrate d

al

y Tom se pone en marcha p

nas veces, pero trato todo lo posible por no hacerlo. Tengo una manada de papar

as. Tom se arregla y yo subo al balcón, con vista al mar, por supuesto. Pagamos mucho por él, pero vale cada centa

tudiamos en una academia para primeros auxilios. Él siempre fue muy machito queriéndome intimidar. Es esa case de hombres por

trevistando al comandante de Gaia, el crucero más grande de toda la empresa. Cando nos ven llegar a Tom y a mí, los reflectores y micrófonos nos

rófono en la nariz-. Hace poco tuvo su mas reciente aventu

fuerza, varias veces-. Esperemos que

reciente entrevista menciono lo placentero que fue viajar con

tas a mí me clavan micrófonos por todas partes. Aun así, he oído muy bien la pregunta, y como me jo

Johnson, pero no cambia nada en el

con su anterior novio, Matt y que eso, mas sus aventuras con otros eje

unta llegaría y tengo todo un argumento estructurado pa

e es suf

ngua. Me voy a morir con mi propio veneno. Le lanzo una mirada resentida al portero por no ayudarme a salir de

–Le doy un abra

ndo, parto e

el aire, en el mar todo puede pasar, aunque en el extenso historial de

hablar de nada de lo que diga la prensa, n

es. –La secretaria de Aprill, Mara se as

y subimos el ascensor ha

an de asiento por asiento, reparando en los rostros conocidos. Son el bloque cero, mi equipo, ese que va

as, chicos

al hombre de ojos grises a su lado. Tom toma asiento en la silla vacía de en medio, dejándome al lad

bajo. Heart of Reaven no hace más que agradecerles. Gracias a mi querida amiga, Yenef

lausos, mientras Tom

os obliga a poner nuestros cinco sentidos a sus palabras- Heart of Reaven se ha dedicado al comercio, al turismo y a la protección de la fauna marina, pero a partir de hoy, nos extenderemos a colaborar en

a sonrisa con una son

marino que ha decidido pedir nuestra ayuda para emprender un

pide apartar los ojos. Muy reconocido no es, lo conocería. La mayor parte del tiempo estoy en páginas de es

per el contacto visual para c

a Reaven como nuestro primer crucero –Sonríe con afecto. Quiere a Reaven mas alla del aprecio que se l

u silla. Están emocionado.

ñor Farria te q

respuesta es no, tendíamos que esperar unas cuantas semanas más. No es un problema para mí, pero no todos tenemos una bonita relación o un hoga

rtunidad, pero tendré que dej

ncojo de hombros. Debe haber

o. –Musita la Gi

el ser que me pone los nervios a fl

iempo de haber recorrido el mar atlántico, has de

ho-. Quiero que sea la señorita García quien

he dado. Fue sin querer, no lo hice aposta, pero tampoco me

viajar con usted. –Trato de sonar alagada y apenada al mismo tiempo. Independientemente de mis motiv

iero a

les he propuesto, arriesgando incluso sus vidas y relaciones. Se merecen que también considere hacer sacrificios por ellos. Somos un equipo.

a decir. No estoy dado

opinión mía de él no va a interferir. No obstante, llevo menos de treinta y seis horas de estar

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