contra sus climas de ensueño, es la fantasía erótica por l
mi crucero Reaven, se siente como un jodido sueño. Sentir el bullicio de la ciuda
ar por la fiesta de bienvenida del bloque cero, el personal bajo mi car
mi amigo Tom a mi lado que se empolva la cara con
sus regalos y hablar con la prensa, pensar en una salida no es mi p
o que
do ve al guardia de seguridad de Heart o
El guardia me so
tica de cruceros para la que trabajo hace tres años. Habría querido quedarme en puerto
na delicadeza fingida para ocultar el timbre de su ronca voz.
ne hijos. –El guardia es
ersona per
do las caderas. Ese c
en el camino. La mayoría no las conozco, han
icas sentada detrás de su escritorio mirándome fijamente con cara de pocos amigos. No le hace nada
a vez, Yenefer. –Su sonrisa no pu
mo digo
r mi conversación con Regina. Me doy vuel
n vuele a latir
ubo un salseo, nada serio, encuentros pasionales que nos dejaban disfrutar de la fogos
r al elevador, con dos cervezas
a de las botellas –
Abrill, la gran señora
pregunto a
ebe de su botella me hace gracia
ncojo de hombros. No es para tanto. Ya paso,
ocurra avisar a mi mad
e que llegas
sup
controlarme me desesperan. Una semana más o una semana menos pued
or fin de
orp
habría aquí arriba. Cada vez que hacemos una de nue
as viene corriendo con los brazos abiertos. Nos funde a Tom y a mí
icos vo
luego se va murmurando algo de que
tras recibo las felicitaciones y abrazos de mis compañeros. Mi viaje para cruzar el océano a
s frente a la barandilla que separa el piso. El mar se extiende frente a nosotros. Siempre he amado este lugar, perderme aquí unas horas mientras d
n las nuev
nuncia esa información
rajeron de
a ceja –. Si quiero algo
Y
ores en su oficio. No trabajan por la experiencia ni por salir del paro laboral. No, las personas que compon
que contarme. –Dice y se inclina
ardía al recor
o asegura diversión, es un ex
ill, una chica rubia, cabe recalcar que es totalmente natural, seg
ida. Algo le pasa, y pien
é te
nr
ará con nos
cero que se integra a la lista no supone una desdi
ir
perfección. Un crucero que une la delicadeza, sensualidad y el placer en una palabra. Este crucero no es para abrirlo al público, al menos n
palabra que le haga
sexuales y los grandes látigos para aquellos que van más allá de lo tradicional. El satín rojo que cubre la cama y esos toques dorados, es una mezcla de clásico y sensual que jamás pueden faltar y el salón comunitario. Un área rodeada de espejos y
na, algunos amigos prime
s manos llenas de chupitos. Los deja en
cada una. Adelanta el suy
la a
lenas de felicidad, vuelvo a