img El día que mi mundo se hizo pedazos  /  Capítulo 1 | 4.55%
Instalar App
Historia
El día que mi mundo se hizo pedazos

El día que mi mundo se hizo pedazos

Autor: Gavin
img img img

Capítulo 1

Palabras:2080    |    Actualizado en: Hoy, a las 14:47

e mi hija de tres años, Ximena, nos llevó a un descubrimiento e

an cambiado a su bebé por la mía en la sala de partos, declarando muerta a mi verd

é, le dieron la vu

siguieron que un médico corrupto me declarara mentalmente inestable y

ja, sino que ahora intentaba robarme la cordura y la libertad,

secreta de mi padre, escapé de esa jaula de oro. Ahora, voy a encontrar

ítu

vista d

na tiene una condición genética muy rara". Mi corazón, que ya era un tambor desbocado contra mis costillas, se

mujeriego por nuestra vida perfecta, apretó mi mano con más fuerza. Su caris

almente suave y una preocupación en sus ojos que se instaló en lo más profundo de

é, mi voz un susurro delgado y a

. ¿Por qué una prueba de ADN? Ximena era nuestra hija. Tres años, con los ojos oscuros y travie

rara vez le oía. "¿Es realmente necesario, doctor?

completo. Y... hay algunas anomalías en sus resultados iniciales que sugieren que una invest

omalías? ¿Qué significaba eso? Amaba a Ximena con cada fibra de mi ser. Ella era mi mundo. Su ma

cabello mientras la aguja pinchaba su pequeño brazo. Lloró, y una parte de mí se hizo a

de un pavor silencioso. No perdió el tiempo en formalidades. Puso un expediente sobre su escrit

a voz tensa. "Damián. L

rza, un tambor frenético

es tu hija bio

vida, de mi familia. Sentí como si el suelo hubiera desaparecido bajo mis pies. ¿No es mi hija? ¿La n

iré, mi voz apenas audib

muy abiertos, pero había un destello allí

cos y porcentajes. "La probabilidad de que seas su madre biológica es cero. Hemo

e retrocedió a la estéril sala de partos blanca, al dolor insoportable, a la abrumadora alegría cuando pusiero

i hija biológica... ¿dónde estaba mi verdadera hija? ¿La que llevé durante

cantador banquero de inversiones, el hombre que me había perseguido sin descanso, jurando que había dejado atrás su pasado de d

. Tenía que saberlo.

mián, con el expediente todavía en la mano.

y movimiento a mi alrededor. Mi coche se sentía como una jaula, mi departamento

vibró. Era Damián, un mensaje de texto: "Cariño, lo siento mucho.

, pero sabían a ceniza en mi boca. ¿Realme

lantas atravesó el aire. Una camioneta negra viró bruscamente, esquivando por poco a un peatón ante

co. "Señora Riv

amián. Estaba sacando a una mujer del asiento del copiloto, su rostro una máscara retorcida de furia. Br

ruda y descontrolada. "¡Idio

su rostro, se encogió. "¡No fue mi

án, Marcos, se apresuró. Agarró el brazo de Damián, ti

pausa, pasándose una mano por el cabello, su voz bajando a un susurro áspero. "La hija de Elena... la verdadera... la declar

eta, Brenda Weiss, metieron a su propia bebé. Ximena. La niña que yo había amado. El amor de Damián por mí

e me cortó la respiración. Mi verdadera hija, ¿muerta? No. Abandonada. Dijo "declarada muerta al

nte. Mi hija. Tod

no: "Cariño, lo siento mucho. No entiendo nada

os. ¿No entendía? ¿Lo resolvería? No. Yo lo resol

nte dije: "Leo, llévame a la

del accidente, dejando atrás lo

vo mensaje de Damián. "Voy camino

ada que decir. Pero h

. Él pensaba que estaba jugando un juego. Estaba a p

eza, de lo que era realmente capaz. Necesitaba saber si confesaría

toy en la oficina. Nos vemos allí. Ten

solución era sólida. Esta era mi última prueba. Est

s cariñosos, una ráfaga de corazones y besos. "Claro, mi

uación, hasta el final. El hombre con el que me casé, el hom

lo que yo creía que era adoración genuina. Me había perseguido sin descanso, con paciencia, meticulosamente, erosionando el escepticismo inicial de mi familia

, capaz, había caído en la mentira más elaborada y devastadora. Lo había priorizado a él

nda que me robó el aliento. No era solo la traición de un esposo; era el robo de

do de ahogar el sonido, pero era demasiado tarde. Las lágrimas corrían por mi rostro, calientes y punzantes, un torrente de dolor y rabia. Mi cu

algo más se encendió. Un fueg

i rostro manchado y mis ojos ardiendo. Mis manos, aunque todavía temblor

alir del país. Inmediatamente. Y contacta a mi padre. Dile que es urg

na calma escalofriante. El juego había

n, cada emoji, cada falso cariño. Él pensaba que volvía a casa para hablar. V

da ya había

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY