img El día que mi mundo se hizo pedazos  /  Capítulo 5 | 22.73%
Instalar App
Historia

Capítulo 5

Palabras:1760    |    Actualizado en: Hoy, a las 14:47

vista d

Globos en tonos pastel flotaban perezosamente contra los candelabros de cristal, y una lujosa mesa de postres b

amián, siempre el anfitrión encantador, se deslizaba entre la multitud, con el brazo alrededor de Ximena, que ll

lla llegó.

fatizar su esbelta figura, un marcado contraste con mi propia elegancia discreta. Su cabello estaba peinado en intrincados rizos, y

ría, corriendo hacia

liz cumpleaños, mi princesita! ¡Tía Brend

tro había un joyero de madera pintado a mano, intrincadamente tallado, cubierto de purpurina

exclamó Ximena, abrazándola con fuerza. "¡D

o y esfuerzo en este regalo que Damián en su mascada de diseñador para mí. Estaba co

a caja muy hermosa, Brenda", dije, mi voz tra

bes que me encantan los proyectos creativos. Solo pensé que Ximena me

elladona de la Sierra. Un color tan impresionante, pero tan mortal. Recuerdo que una vez tuve una reacción alérgica grave a su p

ado radiante, palideció dramáticamente. Sus ojos se movían nerviosamente entre la caja y yo. Las mariposas de la caja

das cómplices. Una onda de incomodidad se extendió por la pequeña multitud. C

u voz de repente delgada, su sonrisa confiad

ervaba discretamente la escena. "Por favor, haga que retiren esta 'caja mágica' inmediatamente. Parece represen

asintió en silencio y se ac

Brenda la hizo!". Enterró su rostro en el costado de Damián, las

í, y luego a su hija llorando. Intentó proyectar calma.

a anterior había sido tan grave que casi me mata. La idea de que Brenda, conociendo mi historial, pudiera haber elegido intencionalmente un material tan tó

la niña, y ahora, Brenda la estaba poniendo en peligro activamente, todo para ganar favor. Mi propia alergia, una experiencia cercana a la muerte, había

ía instalado en la habitación. Brenda se retiró a

lpeó un vaso con una cuchara, atrayendo la atención de to

. "Significa mucho para nosotros tenerlos aquí, compartiendo nuestra alegría". Hizo una pausa, su mirada rec

anuncio muy especial. Un agradecimiento a alguien que se ha convertido en una parte invaluable de nues

hundió. Sabía

ndose hacia Brenda, que ahora sonreía radiante, "¡que no

círculo íntimo de Damián. Brenda flotó hacia ellos, irradiando triunfo. Abrazó a

rillando. Le presentó a Ximena otro regalo más pequeño, una pequeña y r

Tía Brenda, eres la mejor! ¡Eres la mejor mami!", declaró, lo sufici

a observadora silenciosa de una vida que creía que era mía. Mi crianza disciplinada, mis intentos de inculcar resiliencia, mi cuidadosa c

aber sido incomodidad o incluso lástima en sus ojos. Rápi

a, cariño, no seas tan rígida. Es una celebración. Y Brenda

ar celosa. Me acababa de humillar públicamente, me había reem

un gusto más exigente sobre quién permito que influya en mi hija". Mi mirada se desvió hacia Brenda, que todavía se regodeaba en el brillo de su triunfo. "Desp

puro veneno en sus profundidades. Abrió la boca para replicar, pero Damiá

endo sus rostros curiosos y susurrantes. "La nueva 'madrina' de mi esposo para Ximena parece tener un talento peculiar para exponer 'accidentalmente' mis propia

o el color. "¡Elena! ¡Eso es alg

lo fácil que algunas personas olvidan. O quizás simplemente creen

da sin revelar su aventura. Estaba atrapado, atrapado en la red de su propia creación. Los invi

silenciando la habitación. "Elena", dijo, su voz tranquila, pero con un acero subyacente. "Quizás es hora de que te dirijas a tus invitados. Tod

olando mis facciones. "Claro, papá. Gracias". Caminé hacia el escenario, con la ca

ropecé. La tela, una delicada seda, se rasgó con un sonido nauseabundo. Un des

ostillas. Miré hacia abajo, horrorizada, luego hacia arriba para ver la mano d

saboteado. El vestido, una pieza de alta costura, estaba arruina

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY