img Ya es demasiado tarde para tu perdón  /  Capítulo 4 | 20.00%
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Historia

Capítulo 4

Palabras:1762    |    Actualizado en: 08/12/2025

ista de Ki

agujero en la espalda, incluso sin darme la vuelta. Mis palabras, pensadas como una declaración de independencia, habían caído como una bomba. Casarm

determinación recién descubierta. Tenía que salir de esta casa, lejos de su energí

onathan, aguda y domi

nfrentado su ira demasiadas veces.

o aferrándose a mi brazo, su a

as a casar con Gael Sandoval? Es

a furiosa. Su hermoso rostro estaba cont

ia. Ya no. Dejé eso claro anoche. Y en cuanto a Gael Sandoval, es un

ieron, luego se

re en coma? ¿Para salvar la empresa en quiebra de t

olieron, pero

lo estoy haciendo por mí misma, por el legado de mi madre, no por un hombre que prefier

íbula s

do emocional. Sabe

nia, una y otra vez. Eligiendo sus mentiras, sus lágrimas falsas, sus ridículos esquemas de "bienestar". Incluso la

sus ojos -¿culpa? ¿arrepentimiento?-.

accidente! Ke

sabías! ¡Y aun así me hiciste comerlo! ¿Para probar que no estaba "celosa" de ella

se apretó, sus dedos c

Kiara. Esto es lo

azalete de mi madre en tu mano. Para ir con Kenia. Mientras todavía me estab

os bri

, Kiara! ¡Tu padre lo vend

dolor crudo y la ira estallaran-. ¡La última joya de mi madre! ¡E

mía-. ¡Es una chica dulce e inocente que ha pasado por mucho! ¡Y tú e

etas que Débora y Kenia habían elaborado cuidadosamente durante años, ahora resonand

unzante, pero rápidamente la par

Si eso es lo que realmente crees, Jona

n dolor sordo comparado con la herida abierta en mi alma. Me di la vuelt

mí, Kiara! -gruñó-. No te va

an! -siseé, luchando contra é

ó al final del pasillo, Kenia aferrada a ella, ambas luciendo como si acabaran de presenciar una

a, inmediatamente soltó mi muñeca. Se alisó e

iba -dijo, co

andoval. ¡Jonathan, no puede! ¡Ustedes dos están destinados a estar juntos! -Se giró hacia mí, su voz r

ose. Todavía estaba jugando el juego, todavía t

eniencia. Pero no me ama. -Mi mirada parpadeó hacia Jonathan, cuyo rostro era il

. -comenzó Kenia, su vo

éndola-. Fue robado de la memoria de mi madre, justo

so entre nosotras,

ara. Vete a casa. Cla

n. Y ciertamente no es aquí, contigo, o con ellas. -Hice un ges

nueva fuerza que no sabía que poseía. Escuché el sollozo ahogado de Kenia, lue

ba afuera, bajo el vasto e indiferente cielo. El aire tenía un mordisco, más frío de lo que recordaba. Pero el

, solo para dejarme sangrando en el piso de su penthouse. Kenia: la hermana que siempre había encontrado nuevas formas de herirme, su in

ujándome al borde. Todos me habían

an destruido. M

es del ataque de alergia, combinados con la embestida emocional, resultaron ser demasiad

. Cerré los ojos, la última imagen grabada en mi mente: l

e máquinas médicas. Me palpitaba la cabeza. Mi garganta se sentía

oz de una enfermera, d

se sentían pesadas, insensibles. Mis ojo

ro episodio dramático. -Un susu

masiva la semana pasada también. Pobre

ario, acaba de ser visto saliendo con su

lica. La "chica fiestera" Kiara, siempre causando drama, siempre la víctima de sus pro

go en mi boca. Habían torcido t

un cansancio familiar. A su lado, Kenia, con los ojos muy abiertos por la preocu

e detuvo. Todo m

dre, su voz baja-. No

adelante, su voz

s doctores dijeron que fue una reacción alérgica de nuevo. ¿Estás segura de que

n. Estaba allí, de brazos cruzados, su expresi

tranquilizadora en el hombro de Kenia. Me miró entonces, sus ojos fríos-. Kiara, neces

tra vez. Por colapsar después de su trai

ne viva-. ¿Mi comportamiento es inaceptable? ¿Q

ó, aferrándo

r. Solo queremos

ecerraron. Era b

cómo se rasguñó el brazo? ¿Fue por "protegerte

el brazo de Kenia, luego volvió a mira

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