img La Venganza Fría de la Esposa Estéril  /  Capítulo 5 | 17.86%
Instalar App
Historia

Capítulo 5

Palabras:2010    |    Actualizado en: Hoy, a las 15:43

vista d

n en una niebla entumecida de dolor y goteos intravenosos. Mi cuerpo era un campo de batalla, devastado y vacío. Mi útero, una vez

en blanco, desprovista de pensamiento o emoc

escansaba posesivamente sobre su vientre visiblemente hinchado. Tendría unos cinco meses, un testamento vivo y respiran

su cintura. Sus ojos, usualmente tan agudos, ahora estaban ll

La voz de Carla era sacarina, pero

ista de su figura embarazada era un puñetazo en el estóma

te -dijo Javier, su voz teñida de

e una calma escalofriante. Mi mirada seguía fija en el estómago de Carla-. Después de todo, ell

abiertos con una fingida inocencia. -¡Elena! ¿D

Carla. -Elena, estás delirando por la medicación

ue la llamaste tu 'verdadero amor, mi novia de la infancia' hace solo unos días. Y discutían cómo mis 'marcadores

ada desmoronándose. -Elena

a? ¡Después de todo lo que he hecho por ti, apoyándote en tus pérdidas! ¿Y ahora me acusas de algo tan h

adora extendiéndose por mi rostro-. Estoy segura de que Javier encontrará u

. tiene razón. Si es demasiado para mí, si no puedo manejar el estrés de la maternidad ahora mismo... quizás.

imas de Carla al mío impasible. -Carla

risa cruel oculta bajo sus lágrimas-. Ella ama tanto a los

e a su hijo, un hijo concebido en la traición y nutrido con la vida robada del mío, como un premio

vier? Esa es una excelente idea. Pero tengo una mejor. -Mi voz e

estello de triunfo, rápidamente enmascarado, bailó en sus ojo

na, ¿hablas en serio? No puedes. Es solo el shock hablando. Nosot

ación, todavía haciendo un espectáculo de sollozos. -

. -Elena, mira, sé que estás molesta. ¿Pero un divorcio? No lo dices en serio. Tendre

colgando la zanahoria de un futuro que ya h

ier -dije, mi voz plana-. Quie

que quieres, hablaremos de ello cuando pienses con claridad. Estás emocional ahora, Elena. Cambiarás de o

oso en mis ojos. Pensó que estaba emocional. Pensó que

avemente

Activa la transferencia de la patente. Y golpéalo donde más le duele. Su flujo de efectivo. Desvía todos

ijo Benjamín, un toque d

xiones. Ahora, lo verá desmoronarse a su alrededor. Quiero q

io trabajo incansable tras bambalinas. Era carismático, sí, pero sin nuestro apoyo, era solo un

dí a sus intentos con un muro de frío silencio, mi mirada en blanco, mi lenguaje corporal distante. Parecía cada ve

ara el consumo público, estaba allí para recogerme. Incluso me trajo un vesti

temores se confirmaron. La casa había sido redecorada. Mi jarrón antiguo favorito había desaparecido, reemplazado por una escultura mode

dijo Javier, gesticulando vagamente-. Carla m

caneando la habitación, una furia fría creciendo dent

ma a lirios emanando de ella. Carla. Se deslizó junto a mí, sus pies descalzos silenciosos sobre el suelo pul

que te gusten los cambios. Javier y yo pensamos que era hora de un nuevo comienzo para tod

ha sido de gran ayuda, Elena. Me ha estado cuidando mientras estab

nte y se apretó contra Javier. -¡Oh, Javier, no

asi me hizo vomitar. Verlos, unidos en su

mientos precisos, controlados. Necesitaba empacar. Nece

ada, para mi primer bebé perdido. Era de lana suave, color marfil, con un conejito diminuto bordado en la esquina. Una o

silenciosamente cayendo. -Lo siento mucho, mis amores -susurré, mi v

iendo un pequeño mameluco que había comprado meses atrás, esperando más allá de toda e

ma que no podrá usarlo. -Su voz era un susurro venenoso.

mente tranquila. Mis ojos, todavía húmedos

es. -Miró alrededor de la habitación, su mirada cayendo sobre un pequeño móvil de madera delicadamente tallado, un rega

uales? -Lo recogió, sus dedos rompiendo d

ebé. Se trataba de destruir hasta el último tro

furia. Me abalancé sobre ella,

s, cayendo dramáticamente sobre la cama. Justo en ese m

pujándome hacia atrás-. ¿Estás loca? ¡Es

estaba amenazando! -grité, señalando a Carl

osa, verdad? -Me miró con furia, su rostro contorsionado por el

reo que me golpeé -se q

fríos y llenos de odio. -Fuera, Elena. Fuer

n piedra. Mi hogar, mi amor, mi vida. Todo per

n susurro, pero potente con promesa-. Ambos. Se arrepen

miró, una sonrisa triunfante y maliciosa jugan

o con un voto silencioso. *No tienes

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY