img EL VICIO DE GRECO  /  Capítulo 5 😫CICATRICES INVISIBLES😫 | 38.46%
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Historia

Capítulo 5 😫CICATRICES INVISIBLES😫

Palabras:1388    |    Actualizado en: 11/11/2025

tas, los brazos rodeándolas y la mirada fija en la nada. La luz tenue del baño dibujaba sombra

a gritado. Y cuando ella intentó contestar, la mano

amiento. Su fuerza se guardaba para el escenario, para las luces, p

ón contra el cuerpo frágil de la mujer que decía amar. Ella se vistió despacio, recogió sus cosas

-

aba sin tomarlo. Desde el ventanal del salón, los primeros rayos de sol acariciaban los muebles oscuros

urmuró ella sin l

respondió

ensam

adeó la

ta sentirm

or

runció

rías sab

es mujer para ti, Greco. Tiene el corazón enfermo de vanidad. Si i

no podía sacarse de la mente. Esa bailarina. Ese momento fugaz en

-

su familia. Las flores comenzaban a estallar con la prim

reco? -pregunt

-respondió la vo

que no voy a seguir e

na joven doncella la miraba con temor.

n hecho sentir que

n no re

A mí tampoco.

seguridad cruel de quien

-

vida. Y, en efecto, le iba. El sudor se mezclaba con el dolor y la disciplina. La músi

la profesora-. Est

nsó en escapar, en correr hasta un lugar donde nadie supiera su nombre. Pensó en

-

illos del club privado con

n su pareja, Paolo Ricci. Tiene buen talento... y una mirada que no deja dormir

que la

os ojos abiertos. Y avísenme

-

a molesto porque la cena se enfrió. Porque su jefe le gritó. P

una cerveza. Bastó una palabra mal entonada

laba entre las piedras de las calles antiguas. En el club de Greco, la música suave se mezcla

tapizada en terciopelo oscuro. Dante, a su derecha, hoje

atención en una bailarina -

ía un trago de whisky con hielo, los

de explicar. Lo sentí en ese tea

adeó la

r a sacarla de su mundo

eco-. No mientras

ones con gente sucia. Mal

retó los

está lista para que y

entró. Vestida de rojo, con tacones que resonaban sobre el piso de mad

udó con voz melosa, posand

no se

ub

odíamos habl

apidez. Se levantó y se al

edarme mucho

, mordiéndo

ara mí, siempre encuentra

de del

inclinó

solo, Greco. Tienes demasiado en los h

artó lig

ndo consuelo. N

a de Rubí

r esa b

directamente p

s de qué

ni siquiera te conoce! Pero ya ti

Su sombra se ala

o para celos in

puso de pie, per

o eres inmune. Recuerda

inclinó h

amente

e a

-

a ciudad parecía en pausa. Pero dentro de ella, una guerra silencio

ba. Al menos por ahora. Abrió la pu

jarrón roto

etrocedió. Paolo había est

eléfono vibró. Era un

ola. Te est

. No sabía si sentir

**

. Estaba saliendo del camerino cuando lo vio: un hombre alto, de cabello oscuro, con el ceño ligeramente fruncido y los labios apretados como si llevara décadas sin sonreír. No dijo un

nces, como si él hubiera sentido que se había dejado ver demasiado, desapareció entre las sombras del pasillo.Un suspiro se le escapó ahora, al recordarlo.

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