de Carlota, un fuego rugiente de rabia que quemó el
abía hecho
ía del hospital y tomaba un taxi hacia el penthouse de Eugenio, el q
costada en un sofá de cuero blanco, con una copa de champ
trajo el viento", dijo Kari
le quitó la copa de la mano a Karina, enviando champá
a, su voz peligrosamente baj
ugenio salió del dormitorio, poniéndose
Karina y la furia fría de Carlota. Se movió pa
perdido la ca
rlota, sus ojos fijos en los de él. "Fue imprudente. Fue incompetent
Karina. "¡Está tratando d
es del hospital", desafió Carlota. "Miremos
scara de piedra. "No necesito r
una puerta cerrándose de golpe sobre
del hombro de Eugenio, se torció
de él, su rostro una máscara de dolor. "Carlota, sé que estás sufr
mirarla. "Ves, Carlota. Se siente te
o Carlota, un so
lar a Karina, el rostro de la otra mujer cambi
sa cruel jugando en sus labios. "Y no pued
acia adelante, su mano conectando con el rostro
ia. Agarró a Carlota, sus dedos clavándose en sus b
jó, con
ndo por las puertas abiertas de
umáticos. El estruendo de una bocina. Un impacto aplast
e debajo del balcón del penthouse. Estaba llovi
n. Miró hacia abajo, con los ojos muy abiertos. Pero no la estaba mirando
omerado competidor. Su coche se había desv
por el shock. Se arrodilló a su lado, gri
cón, mirando. Luego se dio la vuelta, tomó a una gimote
lí para qu
ntras Héctor acunaba suavemente su cabez
uró. "Te tengo. V
su rostro, grabado con una preocupación tan genuina qu