! -chilló Karla, chap
ado al instante. Recogió a una Karla que farfullaba en sus brazos y
preguntó, su voz fren
cia Alina, sus ojo
emonios
ina, su voz firme a pe
edo acusador-. ¡La empujaste! ¡Estaba
lma. Señaló la esquina de la terraza-. Hay una c
rden a uno de sus guardaespaldas, quien inmed
que creo que muestra -gruñó R
a. Debí haberme resbalado. Por favor, no te enojes con Alina. -Su a
aba consumido por una ira justiciera,
Karla -declaró, su voz resonando
us ojos prometi
parte con ell
isculparme -dijo Alina,
Alina -advirti
su propia ira finalmente surgiendo
hizo una llamada. Un segundo después, el teléfono de A
zón se
pondió, su ma
de las e
itor cardíaco de David se está disparando. E
ruido agudo y chirriante de la noche anterior
sonrisa cruel en su rostro. Había manipulado el si
susurró, su cuerpo temb
pitió él, su vo
de David eran más débiles ahora, más como gemi
amino por su fría mejilla. El sonido de su pro
Miró a Karla, que la observaba con una expres
nada, solo la
. Las piernas de Alina cedieron, y se hundió de ro
ndo a Ricardo-. Por favor
undo. Un destello del hombre que solía ser. Dio un paso ha
ó primero, agar
jo, su voz dulce como el veneno-
desvaneció. Miró a Alina, su rostro
-. Si no fueras tan malditamente
o que había hecho, la estaba culpando. El hombre que había amado
se de pie, Karla soltó otr