a va a tener una pequeña reunión con algunos client
petición. E
pasaporte. Pero sabía que eso solo lo haría sospechar. Vendría a
e jeans y un suéter delgado. Su cuerpo todavía estaba débil por la pé
na reina en su corte, estaba Karla. Llevaba un impresionante vestido rojo que probablemente costaba má
a ella y agarrando su mano. Su agarre era sorpr
as bajo los ojos de Alina, la palidez de su piel. Sabía que habí
o suficientemente alta para que todos a su alrededor la oyera
Alina su precaria posición. Unos meses atrás, lo
o Alina, su voz plana. Se
ado a que ella se defendiera, a sus lágrimas. E
a? -preguntó, su tono m
oy b
la prometida de Ricardo de la Vega, la chica de Iztapalapa. Y ahí e
esta noche. Solo unos días más, se dijo
o triunfante en los ojos. Se reía y tocaba el brazo de Ricardo, y él le sonreía, como un tonto enamorado y co
ce que soy la única que realmente lo entiende. -Hizo una pausa, su voz bajand
recipiente vacío. Las pal
ártelo -dijo Alina co
ía esperado lágrimas, una escen
minas", Alina -siseó-. Ric
ado, Karla. Pero todo lo que has ganado es un monstruo narcisista que se aburrirá de ti en el
Karla se so
Zo
ante. Sus ojos se llenaron de lágrimas, su labio inferior temblaba. Se posicionó
uego tropezó hacia atrás, soltando un grito agudo m
Ka
n espectáculo de ahogarse y farfullar. Alina, actuan
estaba allí. Vio la mano extendida de Al