to, señalada como "ladrona", solo para darme cuenta de que había renacido. Pasé de ser Lina Salazar, una mujer solitar
harto", siseó, arrojando unos papeles: la solicitud de divorcio. Era el principio del fin de mi vida pasada, y ahora se repetía. Au
nfianza era un abismo. Fui acusada de robar, de deber dinero, de locura y, finalmente, de agresión y fraude, todo orquestado por Sash
saba solo para ser humillada de nuevo y verlo abandonar
sta. Fui de rodillas hasta la Basílica para orar por é