e había invitado a pasar dos semanas con su familia en su casa de campo, un lugar apartado de la ciudad, rodeado de árboles, con un lago cristalino donde prometimo
mocionada por la idea de desconectar de la rutina escolar y de los problemas cotidianos. Mi madre había trabajado duro para darme un poco
desde el asiento delantero, girándose
lo que realmente era. Llevábamos siendo amigas desde que teníamos siete años, y, a pesar de nuestras diferencias -mi familia era mucho má
enorme construcción de piedra gris con ventanas que reflejaban la luz del sol como espejos. Había un amplio jardín lleno de
agilidad que solo ella tenía-. ¡Te tengo que enseñar algo n
notar lo relajada y despreocupada que parecía su familia. Su madre, elegantemente vestida incluso para un día en el
más que nosotras, y normalmente solo lo veía de pasada cuando estaba en casa durante el verano. Siempre lo recordaba como u
ientras se balanceaba en
ucho. Está todo el día estudiando
figura lejana para mí, alguien que siempre estaba fuera de mi alcance, tanto por su edad como por la distan
s para las vacaciones, supe que ese verano serí
-
o y recordando anécdotas del colegio, como solíamos hacer. El sol comenzó a ponerse, pinta
así que prepárate para la charla más aburrida de tu vida -di
í, haciendo una mueca exagerada, lo
a Lucas esa noche me provocaba una sensación distinta a la de otros veranos. Tal vez fuera porque hacía años que no h
familia Castelli no escatimaba en lujos, ni siquiera en una casa de campo. Los candelabros colgaban del techo, las servilletas de
nces,
rgo de lo que recordaba, caía desordenadamente sobre su frente. Llevaba una camisa de lino blanca y jeans, y au
go. No era la primera vez que lo veía, pero esta vez algo era diferente. Ya no era el ni
onrisa amistosa mientras to
sponder, intentando qu
profunda y suave me distraía. Hablaba sobre sus planes para el futuro, sobre sus estudios de economía y su deseo de viajar d
insistió en que fuéramos a
te habría estado emocionada por la idea, algo en
ansada -respondí
con sorpresa, pe
n día largo -dijo, y tras darme
, pero yo no me sentía normal. Sentía una mezcla de confusión, excitación y nervios que nunca hab
e no se podía ver en la ciudad. Me acerqué al borde del lago, dejando que el sonido
isfrutas de
do a unos metros de mí, con las manos en lo
spondí, sintiendo mi corazón
El silencio entre nosotros era cómodo,
. Siempre me ha gustado este lugar. Me recuerda q
te. Sentía su presencia cerca, y eso hacía qu
volviéndose hacia mí-. ¿Qué quier
acostumbrada a que Lucas me hablara así, com
A veces siento que todos
que me miraba de una forma diferente. No como la am
ijo-. A veces, las mejores cosas
cambiado entre nosotros, aunque ninguno de los dos lo dijera en voz alta. Ese ver
ambiaría todo h