ón de
erpo irradiar hacia mí. Nuestras miradas seguían conectadas, y todo lo demás, el sonido de los árboles meciéndose con la brisa,
mas bajo los pies de alguien. Ambos nos giramos, sobresaltados, y allí estaba Valeria, avanzan
una mano-. Mamá está preparan
o en esos instantes con Isa -la atracción, el deseo, la confusión- se disolvió bajo el peso de la realidad. El peli
tre nosotros volviera a ser prudente. Sin embargo, en su mirada vi algo que no podía ignorar: decepción
la voz firme mientras me daba la vuel
osotros, completamente ajena a la tensión que flotaba en el aire. La norma
que no sabía si quería perder. Y, al mismo tiempo, sabía que debía hacerlo. Es
-
ión
u voz despreocupada rompió la tensión que había en el aire, y de inmediato todo cambió. El espacio que había existido entre Lucas y yo, ese espaci
ado entre nosotros, pero también supe en ese momento que él no estaba listo para aceptarlo. ¿Y yo? Mi corazón latía tan rápido que apenas podía res
era algo más, algo que no podía entender del todo, pero que me arrastraba hacia él de una forma que nunca había sentido antes. Sin embargo, ese
el cerca de la mía, la forma en que nuestras miradas habían hablado sin decir nada. Pero su reacción me había dejado confundida y herida. Tal vez no era tan fácil para él como lo era para mí
o iba mucho más allá. Sentía como si hubiera cruzado una línea invisible que, aunque la sociedad y nuestras familias nos marcaban como proh
mismo. Pero no lo hice. Simplemente sonreí, fingiendo que todo estaba bien, mientras en mi interior algo comenzaba a romperse. Porque aunque sabía que estaba prohibido, mis sentimientos por Luc
-
ensayado. Los platos se llenaban y vaciaban mientras el sonido de las voces llenaba la habitación. Valeria hablaba ani
sa forzaba una sonrisa, intentando parecer interesada en la conversación, pero su mente estaba en otro lugar, atrapada en los pensamientos de lo que hab
midas, creando una atmósfera que solo ellos dos podían sentir, mi
-
puedo dejar de sentirlo". Aquella confesión, tan sincera y vulnerable, había hecho que algo en mí se m
siadas cosas en juego. Mi hermana, mis padres, su familia... Eran todos los hilos que se entrel
tan cerca del mío, regresó a mi mente una y otra vez. Me pasé una mano por el rostro, frustrado conmigo mismo. Sabía que estaba sintiendo algo por ell
no terminaba bien, podría destruir su amistad. Y más allá de eso, estaba mi relación con Valeria. Siempre había sido cercan
no podíamos ignorar. Aunque mis padres siempre habían tratado a Isa con cariño, no podía evitar pensar que, si supieran lo que estaba pasando por mi cabeza, no
ago reflejaba las estrellas en la superficie tranquila, como si nada
una parte de mí quisiera acercarse más a Isa, sabía que lo correcto era mantenerme alejado. No debía