on el pequeño campo en donde una frágil adolescente se encontraba inmóvil, at
n abiertos y un gruñido grotesco se escapó desde su interior, otro de un color más claro que el primero dió un paso lejos de él, rodea
ocurría, tampoco sabía qué dirección tomar para escapar puesto que las bestias la rodearon y desaparecieron desde todos los ángulos posibles; no había un camino libre. De repente, su cuerpo manifestó un escalofrío que la llenó de la cabeza a los pies, las
ncia de temperatura ocasionó que los vellos de su nuca se alzaran en punta y su cuerpo presentara un cansancio de semanas, sus ojos abiertos de pánico poco a poco suaviz