o bosque hasta que una mano caliente y suave se posó sobre sus hombros, dejando lejos su concentración del paisaje para llevarlo a la
r fueron sacudidos y dirigidos hacia la entrada de una cabaña,
o una esencia maligna -Los pasos de la anciana quedaron a mitad de camino, como sus manos
no ser un peligro fue cuando el líder la dejó quedarse siempre y cuando tuviera un escolta. Sin embargo, tenía los sentidos más agudos que cualquier cambiaformas, la
de la mujer se movían de forma lenta e imperceptibles, su voz saliendo en un murmuro-
forma tan precisa como la mujer frente suyo, Nala temía que algo perverso
ó paso por el rabillo de la puerta, recorriendo todo el camino hasta la p
con ojos alarmados observó como el líder portaba en su espalda a un joven centinela, su cuerpo estaba
a tropicones de una de las tantas cabañas del lugar, con sus ma
a su boca, amortiguando el llanto pero no a sus lágrimas que salieron en un torrente lastimero. Kaya se acercó al líder cuando éste colocó al hombre en un
uerpo de la mujer ante el tono amenazante de su voz, podía percibir el pelig
líder lo siguió de cerca y agarró una muda de ropa en el camino para tapar su leve desnudez, cuando los do
ello en busca de oxígeno y éste estaba tan rígido que una fina hoja podría cortar su piel sin esfuerzo. El líder dió un paso atrás y Kaya levantó las manos, finas capas de humo comenzaron a desprende
ndo a acelerar el proceso de curación con mezclas de yerbas del bosque; Kaya observó el procedimiento sin emitir un sonido. La mujer visualizó un punto negro al comienzo de la cabellera del hombre, una forma indivisible al ojo de lo
.. -Uno de los jóvenes titubeo antes de seguir-. Su mente, según
a viajaba desde la punta de sus pies hasta el final de las hebras de su cabello, sintió el fluir de su sangre y el movimiento paulatino de su pulso,
dió a los jovenes dejando la habitación ser habitada por ellos tres, cuando sus calientes manos hicieron contacto con las de la mujer, fue un contraste notorio pue
que utilizó al auxiliar al joven centinela, eran pocas las veces que aque
on extendidas y el líder las agarró para inspeccionarlas, en una de ellas hil
ple pregunta que ex
n tiras de tela para evitar que aquella herida siguiese sangrando y se infectase-. Hay que evitar el bosque hasta que se
entinela con el suyo propio y murmuró frases intendibles para Kaya, el cuerpo del homb
on atención, el tacto cálido aún seguía persistiendo en su piel como hierro caliente, asi como la sensación de agujas dando pequeñas punzadas. Kaya tenía miedo de que aquella masa negra al no poder ingresar en la piel del ho
lugar donde reposaba el centinela y descubriera al pa
sus incesantes golpeteos con el pie, Kaya no pudo evitar compadecerse de estos jóvenes y compartió sus nerviosismos con más
mi hermano? ¿por qué los
hermano se está pudrien
ién es capaz de hacerle
ese momento. Algo allá afuera causó la muerte de cuatro lobeznos y colocó casi coma a un centinela de la manada; un hombre fuerte y en la flor de su madurez, algo
cura de ir a buscarlo en el bosque -La mirada desenfocada de la mujer se agudizó en un segundo an
ado al frente protegiendolos junto a su líder, podría parecer una simple humana pero la realidad va mucho más allá de eso; es uno de los pilares fundamentales de la manada. Sus palabras tenían peso y su pres
ostraron sorpresa ante la sutil sonrisa que llenó el rostro de la mujer. Asintieron
r -La presencia de su líder se hizo notoria mucho antes de que pronunciara
estos jóvenes estaban en buen camino y tanto los superiores como el líder temían que ésta situación provocara que sucumbieran al mal camino. Los lobos eran criaturas
s del hombre dejaron de prestar atención a los jóvenes para enfocarlos en la mujer que miraba el vacío con el cejo arrugado. El hombre sabía la gravedad del hilo de sus pensamientos y él también los compar
n un semblante no confundido sino vacilante ante lo poco que podía acotar en
interrumpiendo las palabras que el líder intentaba soltar, el señor d
líder levantó su cuerpo del sofá y s
norte de la manada, se dirige aquí -Una vez que recuperó el aliento, sus p
bosque, en una manada de lobos con un sentido de la audición
o del exterior la energía fue un poco mas pesada a causa de la intranquilidad de los miembros. Varios de los centinelas en guardia se trasformaron en lobos para fundirse en el bosque, uno de e
para que éste tomara carrera. Dentro del bosque todo parecía tomar otra perspectiva; el ambiente adquiría un deje más depurado y libre de bulla, antes del incidente los miemb
quiera emitir un sonido, los pasos tan ligeros fueron llenados por un par de patas que guiaban a la mujer con sigilo hacia lo que se sería el punto de encuentro entre
pisada se escuchase a kilómetros de distancia. Kaya evitó ir más allá de aquella alfombra de hojas y dió una señal al lobo junto a ella de perderse en el boscaje, desde allí po
esferas plateadas iluminaron la espesa oscuridad, un gruñido estalló en sus oídos antes de que un gran lobo casi del tamaño de su líder se figurara frente a ella. El gruñido fue tan fu
n la perseguiria por un tiempo aún cuando era tan normal ver a los de su especie cambiar de piel constantemente y sin nada encima. El lobo a su lado lo siguió tiempo después, el rostro de la
nes en mi territorio -El tono del hombre fue mordaz y con claras intenciones de querer decapitar a su líder
movimientos bruscos, en segundos fue rodeado por cinco grandes lobos y su figura quedó estancada tras
e el hombre tenía un aura dominante él aún era joven, sus ojos parecían querer llenarse de lágrimas y por tal razón estaban rojos-. Mi padre siempre decía que la
escuchaba en los alrededores, ni siquiera el sonido de algún pajaro podía apreciarse
la insubordinación del hombre frente suyo, dejó ir un poco de su aura para doblegar su carácter y dejarle seguir
espera de aquella pregunta, un aullido ensordecedor se escuchó no muy lejos de
dedor pareció caer en picada y la energía limpia de antes se
tá