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Resurgiendo de Las Cenizas: La Heredera a Quien Intentaron Correr

Resurgiendo de Las Cenizas: La Heredera a Quien Intentaron Correr

5.0
1 Capítulo
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Maia creció como una heredera mimada hasta que la verdadera hija regresó y la acusó falsamente, enviándola a la cárcel con la ayuda de su prometido y su familia. Cuatro años después, fue liberada y se casó con Chris, un notorio paria. Todos creían que Maia había terminado, pero pronto descubrieron que ella era en secreto una famosa joyera, una élite hacker, una chef celebridad y una top diseñadora de juegos. Mientras su familia anterior le suplicaba ayuda, Chris sonrió con calma: "Cariño, vamos a casa". Fue entonces que Maia se dio cuenta de que su "inútil" esposo era un magnate legendario que la había amado desde el principio.

Contenido

Capítulo 1 Cuatro años después de su encarcelamiento

En la prisión de Wront, el calor de julio era tan intenso que costaba trabajo respirar.

Justo cuando Maia Watson, antes conocida como Maia Morgan, dejó caer su manga para cubrir la visible cicatriz de su brazo, escuchó que uno de los oficiales le decía: "¡Alguien de la familia Morgan está aquí para ti!".

Ella se quedó congelada a medio movimiento, pues escuchar "familia Morgan" de nuevo fue como revivir un mal recuerdo.

Hubo una época en la que esa familia la había tratado como su heredera, pero todo se desmoronó cuatro años atrás, cuando la policía llamó a su puerta y anunció que había encontrado a la verdadera hija de Richard y Sandra: Rosanna Morgan.

En un abrir y cerrar de ojos, a Maia no solo le arrancaron su identidad, sino que la tacharon de impostora y falsa.

Sus verdaderos padres habían muerto hacía mucho, pero para mantener las apariencias, los Morgan fingieron aceptación. Le dijeron al mundo que todavía veían a Maia como parte de su familia, pero cualquier que los hubiera observado con atención en los últimos diecisiete años podía darse cuenta de su mentira.

Richard y Sandra siempre habían estado preocupados por los negocios, así que Maia había sido más bien una invitada en su propio hogar, en vez de una verdadera hija. Pero cuando Rosanna regresó, todo su mundo giraba alrededor de ella.

Luego ocurrió el incidente de Radiant Jewels.

Rosanna robó una pieza valiosa y la metió en el bolso de Maia. Aunque la trampa era evidente, a los Morgan no les importó; le creyeron a su verdadera hija sin dudarlo.

Y no solo eso, la ayudaron: hicieron acusaciones públicas con tanta facilidad que Maia nunca tuvo una oportunidad.

Radiant Jewels le pertenecía al Grupo Cooper.

Los Cooper no solo eran poderosos; en Wront, los trataban prácticamente como si fueran parte de la realeza. Los Morgan no podían arriesgarse a ofenderlos, especialmente por alguien que no era su verdadera hija. Por eso, el nombre de Maia de la familia Morgan y declararon ante los medios que había sido acogida de una familia en apuros, apellidada Watson, antes de enviarla directamente a la cárcel.

Al recordar eso, Maia apretó con tanta fuerza los nudillos que se clavó las uñas en la piel.

Había sobrevivido cuatro años tras las rejas por un crimen que Rosanna cometió, pero su sentencia había terminado.

Por fin recuperaría su libertad.

...

Justo afuera de las puertas de la prisión, una multitud de reporteros irradiaba una inquietante energía. El calor inundaba el aire y la impaciencia se reflejaba en cada rostro. Entonces, por fin, se abrieron las enormes puertas con un chirrido.

Maia salió a la luz del sol, vestida con el mismo sencillo atuendo que el día que fue encarcelada.

Apenas Sandra la vio, su rostro se iluminó como si acabara de encontrar a su hija perdida desde hace mucho tiempo. Luego caminó hacia ella, rodeada por muchos reporteros que agitaban sus micrófonos y cámaras parpadeantes.

Al observar todo el espectáculo, la chica casi puso los ojos en blanco.

"Maia, mi querida hija, vine para llevarte a casa", dijo Sandra, con la voz quebrada y los ojos llenos de lágrimas.

Algunos de los reporteros cercanos no pudieron evitar murmurar con simpatía ante la actuación emocional.

"Señora Morgan, debe haber una confusión. Yo no soy tu hija", respondió la otra fríamente, manteniendo una expresión impasible.

Sandra se quedó congelada en donde estaba, pero rápidamente se recuperó, adoptó una expresión lastimera e intentó recuperar el control de la narrativa: "Maia, ¿cómo puedes decir algo así? Yo fui quien te crio. Viviste bajo mi techo por más de diez años. Nunca dejé de pensar en ti como mi hija".

"¿En serio? Recuérdame algo: hace cuatro años, cuando me incriminaste y me corriste de la familia, ¿no me llamaste Watson? Además, dejaste que me encarcelaran sin pensarlo dos veces. Dejé de ser tu hija el día que me borraste de tu familia", objetó la chica, con una sonrisa fría.

'¿Incriminada? Además, acaban de decir que no es una Morgan, ¿sino una Watson?', pensó la prensa.

Naturalmente, las palabras de la chica causaron revuelo. Los reporteros intercambiaron miradas de incredulidad, y luego estalló el caos: se le acercaron aún más y empujaron los micrófonos hacia ella, ansiosos por captar cada palabra.

Sandra, consciente de que todas las cámaras estaban sobre ella, sabía que no podía desahogarse. Tenía el rostro tenso y la sangre le hervía por la ira.

Justo en ese momento, una voz cortó la conmoción. "¡Maia! ¿Qué clases de mentiras estás lanzado? Encontraron la valiosa pieza de Radiant Jewels en tu bolso. ¡Te atraparon con las manos en la masa, ¿y aun así te atreves a decir que te incriminaron?! Nos expusimos a este calor infernal para venir a recogerte, después de tus cuatro años tras las rejas, ¿y es así como nos pagas? ¡Eres una malagradecida, por morder la mano que te da de comer!", espetó Jarrod Morgan, el primogénito de Sandra y Richard.

Maia siempre lo había considerado como un hermano mayor, pero apenas se supo la verdad de su origen, él se puso en su contra para defender a Rosanna. De hecho, llegó al punto de empujarla para tirarla al suelo. Todavía recordaba lo fuerte que había sido el impacto, pues su brazo había chocado contra el borde afilado de la puerta, rasgándole la piel y dejándole una cicatriz que nunca había sanado del todo.

¿Y la infame joya? Rosanna la había deslizado en el bolso de Maia, mientras esta se encontraba lavándose las manos en el baño.

En ese momento, Maia realmente creía que la chica tenía buenas intenciones, pues se mostraba cálida, honesta y ansiosa por ser su amiga. Por eso, cuando le ofreció su ayuda, le dio su bolso sin pensarlo dos veces. La idea de que alguien tan suave y dulce pudiera albergar tal crueldad nunca cruzó por su mente.

Rosanna actuaba así porque percibía a Maia como una amenaza: temía que los Morgan la quisieran más que a ella, así que decidió eliminarla.

Ese fue el día en que Maia por fin abrió los ojos y vio la verdad de la familia Morgan. Desde entonces, su corazón se había endurecido por la traición.

"Seguramente sigue enojada conmigo. Por eso está torciendo los hechos...", intervino Rosanna, con la voz temblorosa y los ojos llenos de lágrimas, aferrándose a Jarrod. "Maia, te juro que no volví para robarte tu lugar en la familia. Por favor, no me odies por esto", añadió, con las lágrimas corriendo por sus mejillas, mientras temblaba.

Jarrod no soportaba verla llorar, así que la abrazó y dijo: "Rosanna, esto no es tu culpa. Maia se robó una vida que era legítimamente tuya durante diecisiete años. Ella es la que obró mal. Si no puede admitirlo, entonces debería pasar más tiempo tras las rejas, a ver si así aprende".

"¡Ya basta!", exclamó Sandra con brusquedad, recorriendo con sus ojos a la prensa.

Con tantas cámaras grabando, no podía permitirse perder el control, así que adoptó una sonrisa falsa y declaró: "Han pasado cuatro años desde que Maia vivió con nosotros. Claramente todavía se está adaptando, y yo puedo entender sus emociones. Si puede reconocer sus errores y mostrar algunos cambios, siempre será parte de mi familia".

'¿Parte de su familia?', pensó Maia, pero no se le escapó ni una risa.

Acto seguido, alzó una ceja y, mirándola directamente a los ojos, respondió: "Señora Morgan, ¿no firmaste ya los papeles que cortan todo lazo entre nosotras? Pero ahora, ¿quieres que vuelva a formar parte de tu familia?".

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