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Aria Manrique ha vivido siempre en la sombra, despreciada por su padre y abusada por su gemela Eira. Todo cambia cuando Aria decide tomar el lugar de su hermana en un matrimonio arreglado con Joshua Bolomir, el amor de la vida de Eira. Con esta audaz jugada, Aria ve la oportunidad de escapar de su opresiva familia, vengarse de su hermana y conquistar al hombre que Eira tanto desea. En un juego de identidades y deseos, Aria lucha por su libertad y la vida que le fue arrebatada, enfrentándose a los peligros y placeres de su nueva vida.
Respiro con dificultad. Mis ojos están vendados y sé que no estoy en mi habitación; el aroma es diferente. La habitación se siente fresca y el repiqueteo en la ventana me indica que está lloviendo, lo cual me entristece. Odio la lluvia porque me recuerda los momentos más duros de mi vida. Tengo sed, pero mi boca está sellada con un paño y mis manos y pies están atados, lo cual me parece una estupidez total. Quien me haya secuestrado debe ser un idiota o un loco.
¿Quién se atrevería a raptar a la hija menor de una de las familias más importantes del país, y además, la hija de un senador muy querido?
Me burlo de mí misma, porque sé que no es por eso, que pienso que es un idiota; lo pienso porque a mi familia le da igual lo que me pase. Toda esa gran farsa de una familia feliz es solo para comerciales de carrera política; mi padre solo reconoce a una hija, la otra no existe, es alguien defectuoso. Aunque él me hizo de esta manera, no le importa. Cualquiera supondría que debe sentir culpa por lo que sucedió, pero la única culpa que siente es no haber logrado su objetivo aquel día en que mi vida se hizo añicos. Mi madre me detesta y mi querida hermana solo me usa y hace que sus amigos me odien.
Al punto de que logró que mi prometido me humillara frente a toda la universidad, diciendo que jamás se casaría con alguien como yo. A veces me pregunto por qué no morí ese día. Hubiese sido mejor para todos, pero no. ¿Por qué voy a dejar que ganen? Yo sé lo que valgo y nada ni nadie va a detenerme. Bueno... ahora mismo lo hace el estúpido que quiere lograr algo conmigo. ¡Ash! ¿Por qué no esperó unos días más? Se hubiese llevado a mi hermana. Aunque... un momento... ahora que lo analizo, el único que me pudo haber drogado para hacerme dormir en aquel cuarto es el desgraciado de mi padre. ¿Será que este es su plan para finalmente deshacerse de mí? Pero si yo iba a irme, me lo debió haber dejado hacer por mí misma. No pensaba volver jamás. A no ser que desee conseguir algo con esto... las tierras, claro, son mi única garantía de vida y algo hará para quitármelas; de esa forma, no existiré más.
En eso, escucho ruidos de pasos, lo cual me hace tensar. Agudizo el oído y, a una cierta distancia, las voces comienzan a aclararse. Distingo que son unos cuantos hombres los que se acercan por la cantidad de zapatos que percibo. Este es el momento; al fin sabré qué quieren de mí. La puerta se abre y se enciende una luz que, gracias al paño, no quema mis ojos. Me quedo quieta; no quiero ser golpeada. Tengo bastante con los golpes de mi padre.
-Al fin te tenemos, Eira, la famosa hija de Manrique, la que tanto protege.
Sí, como no. Se equivocó de gemela, mi señor, pero no gasto mi tiempo en aclararlo. Hacerlo puede costarme la vida, de seguro.
-Sí, la tomamos de su cuarto y la trajimos, como ordenó, señor Bolomir. El guardia que compramos nos facilitó mucho las cosas; él mismo nos llevó hasta ella.
¡Qué idiotas! ¿La seguridad de un senador va a ser tan fácil de corromper? Y para terminar, se van a llevar a la hija en sus propias narices. Es claro que mi padre sabía de las intenciones de este hombre.
-Bien, ahora solo hay que hacer que firme ese papel de matrimonio. Se lo pedí por las buenas y no funcionó, pues bueno, lo hacemos de otra manera. Al final, el querido senador me la debe por meterse con algunos de mis negocios.
¡Ups! Ok, espera un momento. ¿Matrimonio? ¿Bolomir? Esto se está poniendo interesante. Quizás esta sea mi salida. En cuanto mi esposo me conozca, pedirá el divorcio. ¿Así que dónde firmo? Bajo mi cabeza para esconder mi sonrisa. Esto se llama matar dos pájaros de un tiro; me libraré de mis padres y ya no tendré que pedir un préstamo al banco para iniciar mi nuevo negocio. No, ¿para qué endeudarme cuando mi esposo es heredero de una gran riqueza?
Mi padre, con su obsesión por Eira, ha perdido un magnífico partido y ella su gran posibilidad, que yo, en cambio, aprovecharé hasta el final. De seguro, ella no está al corriente sobre este trato o lo hubiese aceptado con los ojos cerrados. Bueno, yo sé bien por qué no lo sabe. Gracias a mi condición, he aprendido a ser una perra, como dirían vulgarmente; no soy mansa, aunque lo parezca. Evito los problemas, pero si vienes a por mí, encontrarás un pitbull sin duda alguna. O al menos eso quisiera. La verdad es que ya no soy como antes; ya no aguanto burlas y maltratos de otros. Bueno, eso es real hasta un cierto por ciento. Mi hermana y mi padre aún ejercen poder sobre mí, pero pronto escaparé de su reino de terror. La voz de mi futuro suegro y los demás me sacan de mis pensamientos.
-¿Quién de sus hijos será el elegido?
-Si está en la habitación de Joshua, por supuesto que es él. Es el heredero y, por tanto, debe ser el primero en darme nietos.
¡Oh! Siento pena por el señor; al final me ha hecho un favor, pero no verá pronto a sus nietos si depende de este matrimonio. Joshua Bolomir es un mujeriego, según las revistas de chismes, e incluso se dice que es bisexual. Lo conocí una vez cuando tenía dieciséis años; fue en una de las actividades que celebran las grandes familias de esta ciudad. De hecho, fue a la única que me permitieron asistir. Y me pareció alguien frío, orgulloso y difícil de tratar. Aun así, las mujeres caen rendidas a sus pies, y es cierto que es hermoso, pero con ese carácter de porquería, ¿quién podría quererlo? ¿Quién sabe? Quizás tiene algún amor de cuando era niño o adolescente; me da igual. No pretendo quedarme mucho tiempo a su lado.
-¿Esta es la mujer con la que pretendes casarme, padre?
Joshua... Su voz no es ronca, aun así, tampoco fina, y me parece haberla escuchado antes, mucho antes que en esa fiesta. Siento que me hablan y dicen: «volveremos a vernos, te buscaré». Y en eso, una luz fuerte me ciega; entonces un dolor de cabeza repentino provoca que me queje. Llevo mis manos a mi rostro para apoyarme en ellas y dejar que pase el dolor.
-Sí, ella es Eira Manrique. Pero por Dios, han amarrado a la chica de una forma horrible. Desátenla inmediatamente.
Los pasos vienen hacia mí y varias manos comienzan a retirar todo, lo cual agradezco. No es necesario, ya que iba a firmar sin problemas. Aunque luego de oír cómo me ha llamado, creo que la situación acaba de cambiar. Cuando retiran todo, me acaricio las muñecas. Estoy sentada sobre una cama, de modo que al menos estoy cómoda. Muevo la boca para quitar la sensación que dejó en esta el dichoso paño; la siento dormida. Y poco a poco, comienzo a abrir los ojos hasta que la luz deja de ser un martirio para ellos. Recorro el cuarto con la mirada; es un lugar decorado de una forma bastante moderna, pero claramente es la habitación de un hombre. Los colores que resaltan son negro, blanco y gris, haciendo resaltar la fuerza de su personalidad. Pero, aun así, también puedo notar el toque femenino en ese jarrón que combina lleno de flores o ese adorno amarillo que es evidente que un hombre no escogería. Su madre aún tiene algo de control al ser su casa, y eso me da cierta gracia. Pero alejó ese descubrimiento para volver a la realidad.
Paula es una joven de dieciocho años que en una noche de festejo se pierde en él y termina entregando su virginidad. Pero lo que nunca espero es que de esa locura obtendría un regalo sin igual. Lucían es un bebé con unos ojos únicos que solo se reconocen en una familia y esto llamara la atención de su tío Zack, quien es el que lo descubrirá. Mas, sin planearlo, este hombre complica toda la situación con Paula. Haciéndola escapar junto a su retoño sin saber que puede tener todo lo que desea, tanto para ella como para su hijo. El amor de un esposo que la ayudara a sanar y el de un padre.
Stella Richard se casó con Rene Kingston en lugar de su hermana Sophia por algunas razones. Pero desde el principio, ella sabe que su matrimonio era solo un contrato por tiempo límite y una vez que se cumplió el tiempo, ella tenía que irse. Para RK, este matrimonio fue solo una carga, pero para ella fue un regalo de Dios. Porque RK era el hombre al que había amado toda su juventud... Entonces, mientras tanto de su matrimonio, Stella hizo todo lo posible para que este matrimonio funcionara. Pero el día que descubrió que estaba embarazada, su esposo le dio el papel de divorcio y le dijo... "No quiero a este niño. No olvides abortar". Estas palabras salen de su boca, como una bomba para Stella, y cambiaron su vida... Ella firmó su nombre en el papel de divorcio y salió de la casa... Porque ella no quiere estar con un hombre tan frío... Seis años después... RK compró la empresa en la que trabajaba Stella. Pero Stella hizo todo lo posible por no tener nada que ver con él... Porque ella tenía un hijo y no quería que él se enterara de él... Pero un día, cuando Stella recogió a su hijo de la escuela, él la vio... RK, "¿Cómo te atreves a tener un hijo con otro hombre?" Stella, "No creo que tenga nada que ver contigo". RK estaba a punto de decir más cuando su mirada se posó en el niño a su lado... Su rostro se veía igual que cuando era joven...
Ellos no saben que soy una chica. Todos me miran como si fuera un hombre, un príncipe. Su especie compra humanos para satisfacer sus lujuriosos deseos. Y cuando ellos llegaron a nuestro reino para llevar a mi hermana, intervine para protegerla. Fue así como ellos también terminaron comprándome. El plan era escapar, pero mi hermana y yo nunca tuvimos una oportunidad. ¿Cómo iba a saber que nuestra prisión sería el lugar más fortificado de su reino? Se suponía que debía quedarme en el anonimato, pues no tenían un uso para mí. Solo era alguien a quien nunca debían comprar. Pero entonces, el hombre más poderoso de la salvaje tierra, su despiadado rey bestia, se interesó por ese "principito bonito". ¿Cómo podremos sobrevivir en este reino brutal, donde todos odian a los de nuestra especie y no tienen piedad de nosotros? ¿Y cómo puede alguien, con un secreto como el mío, convertirse en una esclava sexual? Nota del autor: es una novela de romance oscuro, apta solo para mayores de edad. Espera varios temas sensibles, como la violencia. Si eres un lector experimentado de este género, buscas algo diferente y estás preparado para entrar sin saber qué es lo que te espera, ¡entonces sumérgete en esta aventura! . De la autora del bestseller internacional "La Esclava Más Odiada Del Rey"
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