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Él es un agente encubierto. Investiga la muerte de su primo. Las pistas lo llevan directo al corazón de una familia poderosa... y peligrosa. Ella es la hija rebelde y caprichosa del magnate principal. Acostumbrada a salirse con la suya. Pero esta vez, su libertad tiene un precio. Un contrato matrimonial los obliga a convivir. Él, con la firme intención de descubrir la verdad. Ella, con la sospecha de que su nuevo "esposo" no es lo que parece. Entre secretos, mentiras y sospechas... ¿Podrá nacer el amor en medio de la oscuridad? ¿O será la traición lo único verdadero entre ellos?
-Llevamos cinco malditos meses y no hemos podido avanzar en la investigación. Sabes cuánto detesto que las cosas no salgan como las tengo planeadas -brama Alejandro, masajeándose el cuello, intentando bajar la tensión muscular.
Sentado en su escritorio, se siente frustrado. Toma nuevamente cada uno de los informes que tiene y vuelve a releerlos. Pasa las hojas con fuerza, como si quisiera arrancar de ellas una verdad oculta.
-Tranquilízate y mejor alístate. Debemos asistir al funeral de Faber. Le dije al comandante que nos encargaríamos de realizar la ronda en los establecimientos nocturnos. Sé que no es nuestra área, pero es un gesto de cortesía hacia los compañeros de Valenzuela, para que puedan tomarse unas copas y recordarlo con tranquilidad -menciona Mikel, con tono sereno, intentando calmar el ambiente.
-Hoy esperaba poder volver a revisar los informes, pero como el señorito me va ofreciendo sin consultar... -replica Alejandro.
Mikel sonríe ante las palabras de su amigo.
-¡Espero que no hayas incluido a Camelia dentro del turno! -Lo mira con una ceja levantada, esperando que confirme.
-Sé que ella es tu kriptonita -bromea el Noruego.
-No hagas que pierda mi buen humor. Te advierto que si ella llega a estar ahí, me voy y te dejo. A ese tipo de mujeres no las soporto.
Camelia es una mujer que no se le puede brindar un gesto de amabilidad, ya que lo toma por otro lado.
Marcello se levanta de su silla con gesto impaciente. Le lanza una última mirada de advertencia a Mikel antes de salir de la oficina rumbo a su recámara. Deben asistir a los actos fúnebres de su compañero caído en servicio.
-Tranquilo, no he incluido a Camelia en el turno -responde Mikel, siguiéndolo-. Nos vemos en media hora.
Marcello asiente, serio.
Mikel conoce a Marcello desde hace ocho años. Sabe que Camelia es justo el tipo de mujer de la que él huye: siempre ofrecida y entrometida. Sin embargo, por el bien de la investigación ha tenido que soportarla y sonreírle.
En algunas ocasiones incluso la ha invitado a tomar algo, pero para que ella no se sienta especial, también lo hace con sus otras compañeras solteras.
Marcello Alejandro entra a su recámara. Toma el uniforme que previamente había dejado sobre la cama para asistir al acto. Revisa que todo esté pulcro, alisa las solapas, acomoda la insignia. Luego se desviste e ingresa a la ducha.
El agua caliente cae sobre su cabeza y resbala lentamente por su cuerpo. Frota sus hombros con fuerza, como si quisiera borrar el peso acumulado de los últimos meses. Mientras lo hace, no puede evitar pensar en cómo llegó hasta allí.
Hace seis meses, Marcello Alejandro Gardini Martínez, junto con su socio Mikel Olsen, tomaron el caso Adams.
Según aparece en el expediente policial, Lee Jackson Adams, de 28 años, murió al chocar su automóvil contra una de las barandas del puente y caer de una altura de siete metros aproximadamente.
Testigos dicen que estaba conduciendo bajo los efectos del alcohol a una velocidad de 120 km por hora. Las cámaras de seguridad de los lugares aledaños misteriosamente fueron borradas.
Los familiares del occiso alegan que los resultados de la autopsia fueron manipulados y que el cuerpo fue entregado 24 horas después, esperando borrar las verdaderas causas del fallecimiento.
Lee Adams era el nieto del magnate de los espectáculos cinematográficos. La familia no acepta la versión de la policía y han decidido realizar su propia investigación.
El dinero nunca ha sido el problema. Con ayuda de contactos y favores personales que le debían al viejo Aurelio Lee, abuelo materno del chico, contrataron los servicios de la empresa de seguridad e investigaciones «Tecnologic M&M».
Los infiltraron en la estación de investigación de policía a donde pertenecen los agentes que realizaron el levantamiento del cuerpo y lo llevaron a la morgue. El anciano asegura que allí están las respuestas.
Alejandro y Mikel han encontrado inconsistencias, pero ninguna prueba. Quizás deban cambiar la táctica.
Hoy es ese día donde los resultados los frustran. Uno de los agentes inmiscuidos el día de la escena del crimen, y del que habían obtenido algunas pistas, fue asesinado aparentemente cumpliendo con su deber.
Se comprometieron a entregar resultados en seis meses. Ya solo les queda uno.
-¡Maldición! ¿Qué diablos estamos pasando por alto? -masculla entre dientes, golpeando suavemente la pared de la ducha con el puño cerrado, frustrado por las piezas del rompecabezas que aún no encajan.
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Salen de casa rumbo al cementerio, donde rendirán sus sentidas condolencias a la esposa y la pequeña hija de Faber.
Alejandro tiene la corazonada de que la muerte de su compañero tiene que ver con el caso Adams. La forma en que murió el agente Valenzuela también tiene muchos vacíos.
"¿Quizás la viuda sepa algo?"
Al llegar al cementerio, se acercan al féretro. Saludan a la viuda, una mujer joven, trigueña y delgada. En su rostro se refleja el dolor desgarrador por la pérdida de su esposo. Tiene los ojos enrojecidos, pero se mantiene firme, como si aferrarse al ataúd fuera lo único que la sostuviera.
No se ha querido alejar ni un segundo. Permanece allí, cerca del cuerpo de su difunto esposo, como si con su presencia aún pudiera traerlo de vuelta.
Al lado está una mujer mayor, que por el parecido con el agente se asume que es la madre del oficial Valenzuela.
Llega la hora del último adiós. Es el momento más triste, donde los sollozos no se detienen. Donde las lágrimas salen incontrolablemente.
Alejandro se aparta un poco y recorre con su mirada el lugar. Detrás de un arbusto ve a unos hombres que llaman su atención. Aunque se mantienen retirados, no dejan de observar.
Por un momento, se cruzan las miradas entre la viuda y aquellas personas, haciendo que la mujer tome en sus brazos con fuerza a su pequeña, como si buscase protegerla y alejarla de una amenaza.
Mikel, quien conoce muy bien a su amigo y socio, discretamente gira su rostro hacia donde están los hombres. Envía un mensaje a sus colaboradores para que los intercepten y averigüen todo sobre ellos.
Al terminar las exequias, se acercan a la viuda y su familia, despidiéndose. Tan solo intercambian un par de palabras.
No son unos principiantes. Seguirán interpretando su papel a la perfección. Y más ahora que han visto una luz en medio de tantas sombras.
Alejandro observa su reloj, un Rolex deportivo que le regaló su abuelo paterno al cumplir 16 años. A sus compañeros les ha hecho creer que es una imitación.
Son las seis de la tarde. No tienen tiempo de cambiar sus uniformes; deben realizar un recorrido por la zona rumbera de la ciudad.
Se despiden de sus compañeros y de sus jefes, partiendo para cumplir con la tarea asignada.
Llegan al automóvil y disputan por quién manejar.
-Pásame las llaves -le dice Mikel, extendiendo la mano.
-¡Oh no! ¡Ni lo sueñes! La última vez que manejaste mi automóvil, tuvo que permanecer un mes en el taller -responde Ale, señalando con un dedo-. No volveré a tomar riesgos contigo.
-¡Tú estrellaste mi Mercedes! Y no lloro como tú por un rasponcito. Y mucho menos por un automóvil que no es de colección.
-Mi bebé puede que tenga las latas de un automóvil corriente, pero por dentro tiene un motor mejor que el tuyo. Así que deja de menospreciar mi coche o te irás caminando.
-¿Qué estaré pagando en esta vida para soportar a un tipo tan pesado como tú? -manifiesta Mik, colocando sus manos a manera de súplica y mirando al cielo.
-Cállate y súbete -ordena Alejandro frunciendo el ceño.
Suben al automóvil y programan el recorrido.
-¿Conoces Valleys In The Dark?...
Patricio Reimann, empeñado en mantener a flote el negocio familiar, pensando que solo con aportar el capital monetario era suficiente. Se olvidó de investigar e innovar, de que el mundo evoluciona constantemente. Le encanta leer y escribir historias, perderse dentro del romanticismo y la aventura de una novela. También lee libros teóricos, maneja alrededor de 15 idiomas, es graduado con honores en leyes, literatura y lenguas muertas; sin embargo, nunca ha realizado ninguna hazaña, ni emprendido una travesía. Es lo que llaman un ratón de biblioteca. Ha llegado a un punto donde tiene que salir de las cuatro paredes que encierran su lugar preferido, donde almacena más de doscientos mil ejemplares. Deberá comenzar a escribir su propia historia. Nadie confía en que logrará recuperar lo que un día fue el emporio familiar y las apuestas están en su contra. Solo una persona cree en él. El camino y las pruebas que se aproximan forjaran su carácter. ¿Qué estará dispuesto a hacer para lograr su objetivo? Montserrat Walton Fischer es una mujer fuerte y empoderada. Su vida no es lo que parece; guarda un gran secreto familiar. Ha amado a Patricio desde su adolescencia, pero para él es la hija de una amiga de su madre, la invitada que durante años albergó en su casa, la compañera de colegio y la única amiga que ha tenido. Pero ella ya no es ni la sombra de la chica que conoció en ese entonces, además de que utilizaba su apellido materno Fischer. Es la única persona que cree en que él es más que un nerd obsesionado por mantener una fantasía viva. Siente que dentro de él hay un león durmiendo que solo necesita despertarlo. Volverá a su vida y la colocará de cabeza; sin embargo, necesita endurecer su espíritu y ha realizado un pacto donde quizás deje de existir la esencia del hombre del cual ha estado enamorada. ¿Qué es lo que planea? Sarah Eliara Smith Williams llegó huyendo de un amor no correspondido hace 5 años. La distancia y el tiempo no han ayudado mucho. Es una mujer sin filtros, lo que piensa lo va diciendo. Cada día observa cómo la editorial en la que trabaja se va al caño. Ha pasado varias propuestas para poder sacarla a flote, pero al dueño poco le importa, nunca va y el representante pareciera que lo único que desea es llevarla a la quiebra. Su salario es excelente y le permite realizar su maestría en leyes. No tiene ninguna relación sentimental. ¿Hasta cuándo seguirá añorando a ese hombre? ¿Le dará una oportunidad al amor? Lukas Scott Martín, adora a su familia, pero después de una terrible desilusión amorosa ha decidido dedicarse a su gran pasión que es volar. Estar en las alturas le brinda libertad y tranquilidad. Además, lo mantiene lejos del radar de las mujeres. Solo confía en las mujeres de su familia; sin embargo, poco las ve. Es el propietario y diseñador de una pequeña compañía de avionetas ultralivianas y ligeras, aunque muchas veces se muestra como un simple piloto. Le encanta poder pasar desapercibido. Además, es el heredero de una gran fortuna. ¿Qué sucederá cuando se encuentre con una mujer de su pasado? Carlo Walton. Es el padre de Montserrat, adora a su hija sobre todas las cosas y no cree que Patricio Reimann sea el hombre que la merece. Lo ha visto perder la fortuna de su familia por una estúpida obsesión que a él le ha favorecido. Hizo un pacto con su hija, tiene la certeza de que al final le dará la razón, confía en que tan solo necesitará unas cuantas pruebas para que Patricio se rinda y abandone todo, ya que lo ve como un hombre sin agallas, débil y fracasado. Como un pequeño gatito asustado. ¿Qué pasará si las cosas no resultan como espera? ¿Le dará la oportunidad a su hija de ser feliz?
Paola Fischer vive un matrimonio aparentemente feliz hasta el día en que, al regresar a casa, encuentra a su esposo, Lucas Hotman, en la cama con su secretaria, Rose Evans. La traición la deja destrozada, y, sin saber cómo enfrentar el dolor, se marcha de su hogar. Esa noche, en un bar, conoce a un enigmático desconocido que le ofrece una compañía inesperada. Buscando escapar de su desilusión, Paola se entrega a una noche de pasión con él, dejando que el dolor de su traición se diluya en la intimidad. Al día siguiente, trata de seguir adelante, pero pronto se enfrenta a una sorpresa que cambia el curso de su vida: está embarazada, y el padre no es Lucas, sino aquel hombre al que apenas conoció.
Lenny era el hombre más rico de la capital. Estaba casado, pero su matrimonio no tenía amor. Accidentalmente tuvo una aventura de una noche con una extraña, por lo que decidió divorciarse de su esposa y buscar a la chica con la que se acostó. Juró casarse con ella. Meses después del divorcio, descubrió que su esposa estaba embarazada de siete meses. ¿La mujer lo engañó? Scarlet estaba buscando a su esposo, pero, por error, los dos pasaron una noche apasionada. Sin saber qué hacer, se escapó presa del pánico, pero luego descubrió que estaba embarazada. Justo cuando estaba lista para explicar lo que le había sucedido a su esposo, este le pidió el divorcio. ¿Descubriría Lenny que la extraña chica con la que se había acostado era en realidad su esposa? Más importante aún, ¿su matrimonio sin amor mejoraría o empeoraría?
Los rumores decían que Lucas se había casado con una mujer poco atractiva y sin antecedentes. En los tres años que estuvieron juntos, se mantuvo frío y distante con Belinda, que aguantó en silencio. Su amor por él la obligó a sacrificar su autoestima y sus sueños. Cuando el primer amor de Lucas reapareció, Belinda se dio cuenta de que su matrimonio era una farsa desde el principio, una estratagema para salvar la vida de otra mujer. Entonces firmó los papeles del divorcio y se marchó. Tres años después, Belinda regresó convertida en un prodigio de la cirugía y una maestra del piano. Perdido en el arrepentimiento, Lucas la persiguió bajo la lluvia y la abrazó con fuerza: "Eres mía, Belinda".
Para pagar la deuda, desesperada y sin opciones, ella sustituyó a la novia y se casó con el hombre quien era conocido como un diablo al que todos temían y respetaban. Él le dio un mordisco a su dulzura y gradualmente se sometió a la lujuria adictiva. Antes de que se diera cuenta, ya era incapaz de liberarse de ella. El deseo desencadenó su historia, pero ¿cómo continuaría este amor condicional?
Lucia Meller es mi vida, me enseño amar, me enseñó a adorarla, me mostró el mundo de forma diferente, le di todo lo que la vida me ofrecía, y se ha ido; se llevó mi vida, mi amor, dejándome el corazón y el alma hecha pedazos. Ahora me duele respirar, me duele amar, me duele la vida. La quiero, jamás podré volver amar a alguien como la ame a ella; la quiero de vuelta, la quiero conmigo, a mi lado donde pertenece; pero por más que la busco no la encuentro, es como si la vida me la hubiera arrebatado y eso me duele, ella me enseñó que se puede matar a un hombre, aunque se conserve la vida, sin embargo, me canse, no puedo llorar por alguien que no me quiere amar y aunque duele, hoy después de casi dos años le digo adiós a mi sirena; después de todo soy Gabriel Ziegermman. Un año desde que me aparte de Gabriel y mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, amar a ese hombre es lo mejor que me ha pasado en la vida, a él le debo el hecho que hoy esté viva y tener a mi lado a mi mayor tesoro, él me enseñó que lo que se desea con el alma se obtiene, pero también me enseñó que amar duele, que su amor duele, a él le debo el dolor más grande, porque dejo de amarme, no fui suficiente para él, me enseñó que su madre, su exnovia y su destino no están conmigo, y aun así lo quiero de vuelta, sé que sus prioridades cambiaron; yo solo pedía una verdad sin embargo él prefirió engañarme y dejarme.Lo quiero olvidar y lo quiero conmigo, aunque no se lo merezca, pero como hago si amar ese hombre es mi arte. Ahora estoy de vuelta y lo único que quiero es tenerlo a kilómetros de distancia, porque me enseñó que yo también tengo derecho a cambiar mis prioridades. Novela registrada N ISBN 978-958-49-7259-0 Está prohibida su adaptación o distribución sin autorización de su autor. Todos los derechos reservados all rights reserved
Durante diez años, Daniela colmó a su exesposo de un amor inquebrantable, solo para descubrir que no era más que un chiste para él. Humillada, pero decidida, se divorció de él. Tres meses después, Daniela regresó a lo grande. Ahora era la CEO oculta de una marca líder, una diseñadora codiciada y una rica magnate de la minería, y su éxito se reveló en su triunfal regreso. Toda la familia de su exesposo se abalanzó sobre ella, desesperada por implorar su perdón y suplicar otra oportunidad. Sin embargo, Daniela, ahora querida por el famoso Sr. Phillips, los miraba con gélido desdén y dijo: "Estoy fuera de su alcance".