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Amelia ha vivido para su familia, sacrificando sus propios sueños y deseos para cuidar de su madre enferma y su hermana menor, quien lucha contra la esquizofrenia. Su trabajo como secretaria en la Corporación Díaz apenas le da para cubrir los gastos, hasta que una propuesta inesperada de Daniel Díaz, el CEO de la empresa, cambia su vida por completo. Él le ofrece un matrimonio de conveniencia, con un acuerdo claro: nada de emociones, solo un contrato. Lo que comienza como un trato frío y pragmático pronto se complica. Los días junto a Daniel son más intensos de lo que Amelia podría haber imaginado. Sus corazones, aunque inicialmente sellados, empiezan a abrirse lentamente. Pero cuando Amelia descubre que está embarazada, una revelación la desgarra: Daniel tiene otra mujer. ¿Será capaz de seguir adelante con el divorcio, dejando atrás todo lo que creía haber construido? ¿O será que Daniel, a pesar de su indiferencia aparente, tiene sentimientos que no ha sabido expresar? Amelia se enfrenta a un futuro incierto, mientras los sentimientos de ambos quedan suspendidos en el aire, sin respuestas claras. Solo el tiempo dirá qué camino tomará cada uno.
Siempre había sido buena para esconderme. Cuando era joven, todos me decían que yo tenía una belleza única, pero ahora, eso quedaba cubierto por las capas de ropa de segunda mano y los colores apagados que usaba a diario. Mis días eran una lucha constante, y lo último que necesitaba era que alguien me viera.
Mi hermana menor, Lucía, había sido diagnosticada con esquizofrenia hacía años. Desde entonces, cuidar de ella se había vuelto una rutina, algo necesario para mantenerla estable. Mi madre, además, estaba luchando contra un cáncer terminal que no había dejado de consumirla desde su diagnóstico. El peso de nuestra vida cambió por completo cuando mi padre murió en un accidente de coche, dejándome a mí con la responsabilidad de sacar adelante a mi familia.
Con dos trabajos y los escasos ratos libres dedicados a cumplir con mis tareas en casa, no tenía tiempo para pensar en mí misma ni en mi apariencia. De hecho, era mejor que la gente me pasara por alto. La oficina era el lugar donde mejor dominaba esa habilidad, hasta el punto de convertirme en la sombra que resolvía los problemas sin hacer ruido. Lo único que no podía pasar por alto era a Samuel Díaz, mi jefe, quien me dejaba claro cada día cuánto me despreciaba. Me llamaba "el cuervo," porque según él, yo era tan gris y poco atractiva como un pájaro que solo traía mala suerte.
Ese lunes, como cada semana, llegué antes de las siete, preparé el café y organicé los contratos. Solo esperaba pasar desapercibida, mantenerme en la rutina sin más sorpresas, cuando el teléfono sonó. Sentí un escalofrío recorrerme. Era Daniel claro.
-¿Dígame, señor Díaz?
-Ven a mi oficina, tienes cinco minutos -su tono era firme y cortante, característico de él.
Apreté los labios, respiré hondo y me levanté. Si me llamaba tan temprano, seguro que no era nada bueno. Entré a su oficina y allí estaba él, concentrado en sus papeles, con la mandíbula apretada, como si llevara días sin dormir. A veces me sorprendía pensar que, detrás de ese carácter, había alguien que podía resultar atractivo. Claro, esa impresión desaparecía en cuanto abría la boca.
-Sé que esto te va a sorprender, pero necesito que consideres una propuesta -dijo, con el mismo tono frío de siempre, sin levantar apenas la vista.
Arqueé una ceja, sin saber qué esperar.
-Quiero que te cases conmigo, Amelia. Por supuesto, sería un acuerdo temporal. Necesito mejorar mi imagen y demostrar estabilidad ante mis socios, y tú... eres la persona perfecta para este papel.
Sentí que las palabras se desmoronaban sobre mí como un muro. Me quedé en silencio, mirándolo sin dar crédito. Él estaba proponiendo un matrimonio por contrato, una relación falsa, y me elegía a mí, a quien despreciaba abiertamente.
-¿Quieres que me case contigo solo para que tus socios vean lo "estabilizado" que estás? -respondí, tratando de mantener el control, aunque sentía el enojo subiendo en mi interior.
Él suspiró, impaciente, como si estuviera lidiando con alguien incapaz de entender.
-Es un acuerdo de conveniencia, Amelia. Me haces un favor y, a cambio, te pagaré una suma significativa que resolvería tus problemas. Así de simple. Tómalo o déjalo, pero si no aceptas... ya sabes que tu puesto aquí será cosa del pasado.
Era una amenaza clara, y mis manos se apretaron en puños. Había trabajado aquí durante años, dejando de lado mis sueños, soportando sus comentarios y desprecios. Pero aceptarlo significaría humillarme aún más.
-Entonces, ¿me estás chantajeando? ¿Quieres que acepte ser tu "esposa" a cambio de dinero y de no perder mi trabajo?
Samuel esbozó una sonrisa burlona.
-Llámalo como quieras, Amelia. Solo son negocios.
Mi boca se torció en una sonrisa amarga, y aunque sentí cómo las lágrimas querían brotar, las contuve.
-Ni en tus sueños, Samuel. No me voy a convertir en una más de tus herramientas. Soy un cuervo, ¿no? Pues ten por seguro que esta vez no seré la sombra que te salvará el pellejo aprovechando la oportunidad dejame decirte que eres el mismísimo demonio.
Mi boca se torció en una sonrisa amarga, y aunque sentí cómo las lágrimas querían brotar, las contuve.
-No sé cómo pude enamorarme alguna vez de un hombre como tú -murmuré, con la rabia atorada en la garganta-. Eres el demonio en persona, Samuel, y para ti no soy más que un cuervo sin valor. Pero adivina qué: no necesitas despedirme. Yo renuncio. ¡No quiero seguir siendo tu sombra!
Él soltó una carcajada, una risa cruel que resonó en las paredes de su oficina.
-Como quieras, Amelia. Así será. Puedes irte y morir en tu propia miseria, que eso es lo que te espera sin este empleo.
Sus palabras se clavaron en mi pecho, pero no le daría la satisfacción de verme derrotada. Lo miré una última vez, llena de odio y resentimiento
Giré sobre mis talones y salí de la oficina, sin darle la oportunidad de responder. Mi paso resonaba fuerte en el pasillo vacío, y dentro de mí sentía algo que hacía mucho no experimentaba: la libertad de saber que, al menos hoy, me había enfrentado a ese desgraciado.
Clara nunca imaginó que su vida daría un giro tan drástico al aceptar el trabajo como secretaria de Daniel Díaz, un implacable empresario y uno de los hombres más codiciados del país. Había asumido que su rol se limitaría a la agenda, las llamadas y algún que otro malentendido con su jefe. Sin embargo, todo cambia cuando una noche, tras un enfrentamiento en público con la ex de Daniel, un beso inesperado y apasionado los convierte en el escándalo del momento. Amanecer con titulares que la señalan como la "caza fortunas" que sedujo al millonario la deja devastada, y la furia de Daniel no hace más que empeorar su situación. Él es frío, controlador, y parece decidido a hacerla pagar por el daño a su reputación. Clara no tarda en darse cuenta de que ha caído en una red de miradas, secretos y un vínculo intenso que ambos intentan negar, pero que parece empeñado en crecer. Pese al odio que dice sentir por ella, Daniel no puede alejarse. Y aunque Clara sabe que su corazón le pide huir, su deseo por él la arrastra a un juego peligroso donde la línea entre la atracción y el resentimiento se difumina. Entre enfrentamientos, escándalos y pasiones desbordantes, Clara descubrirá que, en el mundo de Daniel, el amor y el poder tienen sus propias reglas, y que los sentimientos más profundos pueden ocultarse tras la mirada más fría. ¿Podrá Clara sobrevivir al despiadado universo de Daniel sin perderse a sí misma en el proceso? O, peor aún, ¿se atreverá a abrir su corazón en un juego donde la traición podría ser el precio a pagar?
Ethan siempre consideró a Nyla una mentirosa, mientras que ella lo veía a él distante e insensible. Nyla había acariciado la idea de que Ethan la quería, pero se sintió fríamente rechazada cuando se dio cuenta de que su lugar en el corazón de él era insignificante. Como ya no podía soportar su frialdad, dio un paso atrás, solo para que él cambiara inesperadamente de actitud. Ella le desafió: "Si confías tan poco en mí, ¿por qué me tienes cerca?". Ethan, que antes se había comportado con orgullo, ahora estaba ante ella y le suplicó desesperado: "Nyla, he cometido errores. Por favor, no te alejes de mí".
Ellos no saben que soy una chica. Todos me miran como si fuera un hombre, un príncipe. Su especie compra humanos para satisfacer sus lujuriosos deseos. Y cuando ellos llegaron a nuestro reino para llevar a mi hermana, intervine para protegerla. Fue así como ellos también terminaron comprándome. El plan era escapar, pero mi hermana y yo nunca tuvimos una oportunidad. ¿Cómo iba a saber que nuestra prisión sería el lugar más fortificado de su reino? Se suponía que debía quedarme en el anonimato, pues no tenían un uso para mí. Solo era alguien a quien nunca debían comprar. Pero entonces, el hombre más poderoso de la salvaje tierra, su despiadado rey bestia, se interesó por ese "principito bonito". ¿Cómo podremos sobrevivir en este reino brutal, donde todos odian a los de nuestra especie y no tienen piedad de nosotros? ¿Y cómo puede alguien, con un secreto como el mío, convertirse en una esclava sexual? Nota del autor: es una novela de romance oscuro, apta solo para mayores de edad. Espera varios temas sensibles, como la violencia. Si eres un lector experimentado de este género, buscas algo diferente y estás preparado para entrar sin saber qué es lo que te espera, ¡entonces sumérgete en esta aventura! . De la autora del bestseller internacional "La Esclava Más Odiada Del Rey"
-Nuestro amor nos llevará a terminar como Romeo y Julieta. - ¿Juntos? - ¡No! Muertos. -Tú siempre tan romántica. -Y tú, tan estúpido. -Ya hablo doña perfecta. -Aunque te cueste reconocerlo, así que no pienso seguir perdiendo mi tiempo contigo. Me retiro antes de que se me pegue lo malo, con permiso joven Sanz. -Hasta nunca B-R-U-J-A fea. Espero que choques en tu escoba voladora y te destroces el rostro para no volverte a ver la cara de mustia amargada que tienes. -Qué tus buenos deseos se te multipliquen insecto -grito la chica al salir corriendo de la casa para tratar de llegar lo más pronto a la parada y alcanzar el último autobús que la llevaría de regreso a la Universidad de Barcelona, donde estudiaba. Esto era tan solo una pequeña pelea a la que se tenía que enfrentar cada vez que se encontraban en la residencia de la familia Sanz o donde coincidieran, en donde había sido contratada como niñera del menor de los hijos de la familia. - ¿Podrás algún día dejar tranquila a "Mi Vale"? Sigue por ese camino y me voy a asegurar que papá te quite todas las tarjetas, congelé todas tus cuentas y de pasada te ponga a trabajar para que dejes de estar molestando a mi chica. - ¡Mocoso! Nadie pregunto tu opinión, ¡Cuidado y abres la boca o me desquitaré contigo! Deberías de estar de mi lado y no de un espantapájaros como ese que no es parte de tu familia y a duras penas conoces. -Mira, quien habla, el chico más estúpido que puede existir en toda la ciudad, si no fuera por tu cara bonita, nadie se fijaría en ti. Te aseguro que en esa cabeza no hay ni gota de masa encefálica de la cual puedas presumir como ella. - ¡Basta! Lárgate a tú cuarto o voy a acabar contigo en menos de un segundo. - ¡Huy! Ya se enojó el niño bonito. Te estaré vigilando, no vuelvas a molestar a Vale. Si ella se marcha por tu culpa, me aseguraré de cumplir todo lo que te he dicho y sabes que no bromeo HER-MA-NI-TO. ¿Quién se atrevía a desafiarlo de esa manera? ¡Claro!, otro Sanz, uno que por lo menos conocía el amor y respeto a las personas sin importar su clase social o personalidad. Para este chico todas las personas eran iguales, hasta que demostraran lo contrario.
El millonario Paul Romano, obsesionado con preservar su reputación impecable, se ve obligado a ocultar un secreto oscuro que lo atormenta. Cuando contrata a Valeria Williams como niñera de su hija, Abril, su mundo se ve sacudido por la presencia de la joven y valiente estudiante de arte. A medida que Valeria descubre la verdad detrás de los muros del lujoso hogar de los Romano, se ve irresistiblemente atraída por Paul, a pesar de su naturaleza misteriosa y dominante.
Tras dos años de matrimonio, Sadie por fin estaba embarazada, llena de esperanza y alegría. Pero su corazón rompió cuando Noah le pidió el divorcio. Durante un atentado fallido contra su vida, Sadie se encontró tendida en un charco de sangre, llamando desesperadamente a Noah para pedirle que la salvara a ella y al bebé. Pero sus llamadas quedaron sin respuesta. Destrozada por su traición, abandonó el país. Pasó el tiempo y Sadie estaba a punto de casarse por segunda vez. Noah apareció enloquecido y cayó de rodillas. "¿Cómo te atreves a casarte con otro después de haber dado a luz a mi hijo?".
Lucia Meller es mi vida, me enseño amar, me enseñó a adorarla, me mostró el mundo de forma diferente, le di todo lo que la vida me ofrecía, y se ha ido; se llevó mi vida, mi amor, dejándome el corazón y el alma hecha pedazos. Ahora me duele respirar, me duele amar, me duele la vida. La quiero, jamás podré volver amar a alguien como la ame a ella; la quiero de vuelta, la quiero conmigo, a mi lado donde pertenece; pero por más que la busco no la encuentro, es como si la vida me la hubiera arrebatado y eso me duele, ella me enseñó que se puede matar a un hombre, aunque se conserve la vida, sin embargo, me canse, no puedo llorar por alguien que no me quiere amar y aunque duele, hoy después de casi dos años le digo adiós a mi sirena; después de todo soy Gabriel Ziegermman. Un año desde que me aparte de Gabriel y mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, amar a ese hombre es lo mejor que me ha pasado en la vida, a él le debo el hecho que hoy esté viva y tener a mi lado a mi mayor tesoro, él me enseñó que lo que se desea con el alma se obtiene, pero también me enseñó que amar duele, que su amor duele, a él le debo el dolor más grande, porque dejo de amarme, no fui suficiente para él, me enseñó que su madre, su exnovia y su destino no están conmigo, y aun así lo quiero de vuelta, sé que sus prioridades cambiaron; yo solo pedía una verdad sin embargo él prefirió engañarme y dejarme.Lo quiero olvidar y lo quiero conmigo, aunque no se lo merezca, pero como hago si amar ese hombre es mi arte. Ahora estoy de vuelta y lo único que quiero es tenerlo a kilómetros de distancia, porque me enseñó que yo también tengo derecho a cambiar mis prioridades. Novela registrada N ISBN 978-958-49-7259-0 Está prohibida su adaptación o distribución sin autorización de su autor. Todos los derechos reservados all rights reserved