asiado alta para alcanzar. Perdí la noción del tiempo, las horas se desdibujaron en un ciclo interminable de desesperación y creciente entumecimiento. Me dolía el cuerpo
s me fallaron y me desplomé en el suelo, el duro impacto me devolvió brevem
aban arriba, un marcado contraste con la penumbra opresiva de mi prisión. Tenía el brazo vendado, un goteo intravenoso
na que rodeaba mi cama, oí v
Cantú", murmuró una. "Flores, chocolates, incluso dec
gica en su voz. "Es realmente devoto. Un gesto tan romántico. La mayorí
capada de fin de semana, una cena privada y una pequeña y sentida canción que h
estro en la interpretación de la devoción. No era amor; era un guion. La revelación fue a la vez devastadora y ext
ágrimas llegaron sin ser invitadas, silenciosas y lentas, una liberación final de los
grabado por la fatiga, sus ojos enrojecidos. Pero no había preo
Tienes idea del desastre que has causado?". No preguntó
él, mirando la pared blanca y estéril. N
sa está devastada. Perdió al bebé. Nuestro bebé. Necesitas disculpar
bebé?", dije, mi voz ronca, pero teñida de un borde amargo. "¿Era realmente tu bebé, Emi
pero no dijo nada. El silencio fue su respuesta. Una confir
ripada. Mi cuerpo comenzó a temblar incontrolablemente, un sollozo profundo y desgarrador s
lo. Estaba vulnerable. Tú estabas... no estabas bien". Se inclinó más cerca, su voz bajó a un susurro conspirador. "Pero podemos arreglar esto. Te disculpas. Pone
do. "¿Disculparme con la mujer que se rió de lo de
Una oportunidad de dejar todo esto atrás. Por el bien de Alexa". Levantó una mano, blandiendo su teléfono. En la pantalla, una t
orazón. Estaba amenazando a Alexa de nuevo. E
una finalidad fría y dura. "Discúlpate. Retráctate. O red
uviera atrapada en su cruel juego. Por un momento fugaz y desesperado, deseé que nunca hubiera nacido, para que no tuviera que sufrir
cambio. Una casa. A mi nombre. Totalmente pagada. Para Alexa y para
que puedes negociar conmigo
n vacilar. "Entonces cumple mis condiciones. O me quedo en silencio. Y tendrás que expl
te no esperaba esto de mí. "Bien", concedió, un destello de irritación cruzando su rostro. "Una
Están listos. Quiero que los traigan aquí. Quiero todo fi
as vuelto bastante exigente, ¿no?", murmuró. "Bien. Se hará". Chasqueó
e un decreto de divorcio. Reconocí el membrete del bufete de Jeremías en uno. El otro, un garabato rápido y apenas legible, era un documento que el abogado de Emilio había redactado, probablemente para acelerar las cosas. Establ
e transferencia y el decreto de divorcio con una floritura, ansioso por sacar mi retractación. Estaba tan seguro de su control, tan ciego a mi sutil rebelió
ue involucra a mi hija. Fue un desafortunado malentendido impulsado por mi angustia emocional. Pido disculpas por cualquier daño causado". Cada palabra sabía a ceniza en mi boca.
sensación de desapego. Estaba hecho. La humilla
y a volver con Alexa". Me puse de pie, mis piern
Todavía te estás recuperando. Podemos hablar de... nuestro futuro, ahora que
'futuro' contigo". Mis ojos, duros e inquebrantables, se enc
puerta se cerró detrás de mí, cortando el último y frágil hilo entre nosotros. Gritó mi

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