img El Arquitecto Que Resurgió  /  Capítulo 6 | 27.27%
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Historia

Capítulo 6

Palabras:1174    |    Actualizado en: Hoy, a las 17:26

sta de Eloí

ién era completamente impersonal, totalmente diferente a todo lo que Axel me había elegido antes. Él sabía que yo prefería piezas únicas, hechas a mano, algo con una historia. Esto se sentía como un regalo están

isa irrumpió en mi estudio, con

el más dulce? -Luego se acercó a mi librero, sacó una de mis raras primeras edicione

a-. Fuera. Y vuelve a pon

su labio inferi

rdad? -Miró la caja del collar, luego a mí, un brillo burlón en sus ojos-. D

alrededor de la

Brisa.

nder, Axel entró, su rostr

bien? -No esperó mi respuesta. Se volvió hacia Brisa, su e

el -sollozó Brisa, parpadeando-. Solo lo

fríos y agudos,

pentirás, profundamente. -Su voz era una advertencia baja, una promesa de consecuencias mucho p

nte en estos días, apretó su agarre. No solo me estaba desestima

se acercó a Axel, poniendo su mano en su b

. Probablemente solo está estresada por... bueno, por todo. -

cerca, su mirada

lpas a Brisa,

respetadas? La humillación era un sabor amargo en mi boca. Pero el miedo, profundo y primario, ganó. Sabía d

ré, las palabras sabiend

equeña y triunfante

Axel. Tenemos esa gala de caridad esta noc

del silencioso penthouse, dejándome sola con el brillante

personalmente, cada detalle reflejando una parte de nuestra historia compartida. "Esto no es solo una joya, Eloísa", había dicho, sus oj

pieza dolorosa. En ese momento, supe, con absoluta certeza, que mi corazón era un

una muestra pública de nuestro "frente unido", para contrarrestar los rumores. Pero todo e

en el escenario principal, aceptando un premio por el proyecto del museo. Mi proyecto del museo. Brisa, vestida con un impresionante vestido,

to cuando me giraba, estalló una repentina conmoción. Un enorme candelabro, que colgaba precariamente sobre el comedor principal, se e

lada bajo el brillante y oscilante candelabro. Luego, sus ojos se encontraron con los míos. Yo estaba más lejos, cerca de u

del camino, protegiéndola con su cuerpo mientras la enorme estructura gemía una úl

a Axel. Él la abrazó con fuerza, susurrándole palabras de consuelo, su rostr

desvaneciéndose en un rugido sordo. Mi visión se nubló, los rostros a mi alrededor transformándose en manchas indistintas. Sentí un peso repe

las luces fluorescentes zumbando sobre mí. Una enfermera, un

e. ¿Cómo te si

había otro dolor, un dolor más profundo e

-susurré,

rmera vaciló ligerame

sa. -Hizo una pausa, su mirada llena de una sua

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