sta de Elen
auxilios de su bolso desbordado. Limpió el corte en mi prótesis, con el ceño frra, sobre mi acta de matrimonio...". Me miró, con un brillo travi
a sonris
tro de por vida de lo que q
se me ocurr
comercial de ballet. Así que la cena corre por mi
onrisa juguetona, de repente se tensó. El brillo travi
"¿En qué estabas pensando? ¿Aparecer
movimiento me provocó un
sea hoy para él. Ya
que usas esto". Señaló mis prótesis. "Él es la razón por la que tus padres
doble de la verdad que
e vivir. Y bailar... bailar es vivir para mí. Es
r el pelo, su frust
a que te desplomas. Te llevas al límit
, mi propia convic
perar los momentos más oscuros. Es lo único que hace que
entrecortado suspiro. Ella lo sabía. Entendía la profund
la forma en que te miraba, Elena. Como si fueras el sol, la luna y todas la
lo habría creído.
una ola de agota
urmuré, las palabras un susu
rás, arrastrada a la fuerza
olor a cigarros rancios. Aterricé en un sótano oscuro y húmedo, mi pequeño cuerpo temblando de miedo. Había o
un hombre corpulento con una risa cruel me sacó a rastras, gritando sobre mi "actitud". Sostenía un cuchillo oxidad
rojó frente a mí. Era Gregorio. Gritó cuando la hoja le mordió el brazo, un de
az de procesar el horror. Luego grité, un son
ia mí. Sus ojos, incluso a través del dolor,
ente, su voz apenas un sus
rregular en su antebrazo. Era un mapa de su sacrificio, un recordatorio permanente del niño que me había elegi
sa por ti, El
Mi salvador. Mi
como una mentira, una broma cr
la atravesó la nieb
Me estás e
asiado ruidoso, demasiado brillante. Noté a algunos hombres, sus miradas se detenían en mis piernas, luego en
ía dado antes y lo vacié de un trago.
an amargas. "Mi padre también lo dijo, justo antes de nuestra boda. Me d
y sin humor esca
o otra arma, ¿no? Otra forma d
ue había destrozado mi reputación, pa
a convicción fría y sólida en mi pec

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