img Ocho pérdidas, una última esperanza  /  Capítulo 2 | 9.52%
Instalar App
Historia

Capítulo 2

Palabras:1092    |    Actualizado en: 15/08/2025

o de espinas, mi mente un mar revuelto de traición y miedo. Cada vez que cerraba l

madrugada, la puerta

Una sombra cayó sobre la habitación,

Alej

nicamente suyo, llenó mis sentidos. Era un aroma que s

mbo bajo en la oscuridad. Me tocó el

izó. Me apart

azarme así todas las noches, sus brazos una jaula que yo había confundido con un hogar. Esta noche, mi corazón era una piedra en mi pec

, poner distanci

y can

se alrededor de mi cintura, atrayénd

nfianza perezosa hacia el tatuaje sobre mi corazón.

marca, una vez símbolo de mi amor eterno, ahora se sentía como

ecreta y punto sensible. Su mano se movía con una

-susurré, mi voz tem

. Su toque era clínico, practicado y completamente des

nada hubiera cambiado. Como si su "verdadero amor" no estuvi

ndo sentí su peso s

período -dijo, su ton

todo ese dolor, y ni siquiera lo registraba. Para él, mi cuerpo era solo un calendario

co. Empujé contra su pecho, mi voz carga

rometida? Estoy segura de qu

e sufi

sculo de su cuerpo se tensó. Por un largo momento, no se movió. Luego, se apartó

a contra la luz de la luna

ió de la habitación sin decir una palabra más

lla había un tazón de sopa de pescado, del tipo que sabí

veces que lo había hecho. Yo tenía dieciséis años, luchando con un trozo de bacalao, y él había tomado mi plato sin

eñas bondades que me hi

versiones. Me conocía mejor que nadie. Y no me ama

na oleada de náuseas, más fuerte esta vez, me invadió. Salí de la cama a toda

nándose con arcadas secas. No hab

vanté la vista. Alejandro estaba de pie en

a vez? -preguntó, su v

rse blanco como un fantasma. Este era el momento. El momento

mente a los ojos, rezando para que no pudiera ver el te

sa, inquisitiva, y por un segundo aterrador, pensé que podía ver a través de mí,

ó, reemplazada por algo que no pude leer. ¿Ali

ente, su voz corta

ra irse, luego se d

nos casamos el

último clavo en el at

emente tranquila. Estaba entumecida.

lágrimas, súplicas. Esperaba a la chica rota que había

pesadas con un cansancio que llegaba hasta l

una pequeña y

ro que tú y Gisell

regalo. Uno generoso. Era lo menos que podía hacer para

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY