si se hubiera accionado un interruptor. Ivana estaba ocupada montando su nuevo "estudio", por
egítimo en nuestra habitación. La mancha oscura en la alfombra de la habitación de invitados fue eliminada por exp
do la caja en mis manos entumecidas-.
ira, ni gratitud. Solo una vasta y vacía distancia. Er
educado. Coloqué la caja sin abrir
i silencio significaba perdón. Era un tonto. Mi silenci
ro. Un futuro en el que viajaríamos, tal vez finalmente formaríamos una familia. Habló de u
tomara de la mano. Pero mi mente estaba en ot
inanciada por la venta de joyas que Damián me había regalado a lo largo de los años, estaba saludable
enéfica de arte para el hospital donde Ivana era una "patrona". Damián i
e era un
e", una gran pintura abstracta. Se paró en un pequeño escenario junto a ella,
micrófono, su voz temblando de emoción-. Él me dio la fuerz
me encontraron
goteando una dulzura venenosa-. Sus... emociones únicas y po
multitud murmuró, sus ojos en mí. Estaba c
negros, morados profundos y violentos brochazos de rojo sangre. Y en el
hibido para el consumo público. Había converti
l rostro. Quería correr, desapar
? -arrulló Ivana-. La
s ojos suplicándole. Haz
o de comprensión, de horror, en sus oj
onriente, y su expresión se endureció en una de res
a y expectante. Su voz era fuerte, inquebrantable-. Ella tra
te a todos los que conocíamos. Sostuvo mi corazón en
o fue ens
titud, salí por las grandes puertas del salón de baile y me adentré en el aire