img 986 Noches de Traición  /  Capítulo 1 | 4.55%
Instalar App
Historia
986 Noches de Traición

986 Noches de Traición

Autor: Gavin
img img img

Capítulo 1

Palabras:1647    |    Actualizado en: 14/08/2025

a cama de mi matrimon

antasma, y la hermana de ese fantasma, Ivana, era mi verdugo. Cada noche, rasguñaba nuestra puerta, diciendo que

vana chilló,

metió a mi cuarto mient

ensarlo dos v

a! ¿Qué

para escuchar mi ver

favorito, de pistache. Pero estaba relleno de pas

aque de pánico por unos comentarios en internet. Damián, enfrentado a mis jadeos de muerte y la hist

í a casa, intentó calmarme, pero luego me pidió que le diera el último regal

ente, Ivana rompió "accidentalmente" un frasco del perfume pers

corazón destrozado. Él jaló a Ivana detrás d

stás histérica. Está

a última pizca de

bía a

umista principal en Francia, renov

ítu

oche núm

i matrimonio no había sido mía.

puerta de caoba de nuestra recámara principal. Era un son

n la Ciudad de México, un hombre cuyo apellido estaba grabado en la mitad de los rascacie

tosa por el sueño y un pavor fam

do estar dormida. Era una defensa inútil que ha

rechinó

nta prometida de Damián, Leonor, se deslizó dentro. Era Ivana Montes, la

ada de Leonor. Ivana decía que era lo único que la ayudaba a dormir, lo

res años, yo había gritado. Damián se hab

e mientras se interponía entre ella y nuestra cama-. E

y, al día siguiente, le canc

que llamar a una ambulancia. Los médicos dijeron que su trastorno de

te, el rasguño en

uspiró, un sonido cargado de c

-me había suplicado-. Su an

y una almohada nueva en el chaise long

lchón hundiéndose bajo su peso, y caminó hacia el clóset para sacar la ropa de cama que ahora mantení

o perfecto de una chica frágil y rota. Tenía veintitrés a

tía un frío profundo y hueco. El amor que sentía por Damián, que algu

a el chaise longue, arr

la voz suave que rara vez usa

aferró a

el sueño. El accident

hado mil veces. Pero Damián, él es

no de un camión que venía de frente justo antes del impacto. Le había salvado la vida y, al hacer

su lado, acaric

onor que siempre te cuidaría

is entrañas. Él era mi esposo. Me había hecho votos a mí.

senté, la seda de mi camisón s

am

sus ojos. Me amaba, o al menos, eso decía. Pero era débil, e Ivana se había aprovechado

-suplicó-. Hoy no

é, el hombre que una vez me había mirado como si yo fuera e

as manos y me había dicho: "Eres mi segunda oportuni

sustituto para Leonor, y yo, con mi cabello rubio similar y mi comportamiento tranquilo, había encajad

gia mortal a los mariscos y servirlos en una cena familiar. Incriminarme por el robo de una reliquia familiar. Cada vez, Damián se enoja

es fríos sobre el mármol. Cerré la puerta, el clic d

lejo era una extraña pálida y

el dueño de una legendaria casa de perfumes en Grasse, Francia. Había sido juez en un concurso en el que participé antes de casar

esc

aceptar". Solo necesitaba ser lo sufi

penetrante rasgó el si

h! ¡Su

rí de golpe la puerta de

añando su propia garganta. Me miraba directamente, su

dedo tembloroso-. ¡Intentó matarme! ¡Se met

do por procesar la descarada men

de pánico y furia. Ni siquiera me miró para escuchar mi

ciste? -gritó, su

mblando-. Damián, estaba

r, grandes y teatrales

a Leonor! ¡Quiere borrar c

omo a una muñeca rota. Me fulminó con la mir

lla -dijo, su voz

, la incredulid

cunó a Ivana, calmándola, mi

de mi amor por él finalmente se extinguió. No fue un parpadeo. Fue una m

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY