ó de su médico de que su "condición" era permanente. La herida de bala había dejado ci
rando en los brazos de Álex. Era una
te, su cuerpo temblando-. Una mujer
con una ternura que no le había mostrado a Érika en
arlo, sus ojos grandes y desesperados-. Quería una familia con
na testigo silenciosa e invi
ada de manipulación-. Prométeme que harás cualquier
a por la emoción. Estaba completame
ka por una fracción de segundo, un destello
a ver a Érika. Parecía agotado
que hab
ron en un monótono plano y ensayado. Diamante qu
n vientre de alquiler -dijo Álex, i
un escalofr
ntre de
que otra mujer lleve al niño. Quiere... quier
inclinó. Érika
stás di
trompicones ahora-. Ojo por ojo. Un útero por un útero. Qrocediendo-. No. Está
-. Érika, esta es la única manera de pagar la deuda. Un
ibertad? -Ahora estaba gritando, su voz cruda por la incredulidad y el horror-. ¡Eso no es u
e vuelta, su compostura finalm
s votos que hicimos? 'En la salud y en
l, su voz bajando a un susurro escalof
zó. Fue entonces cuando supo que lo
manos arruinadas hechas
dio! ¡
e miseria. No se defendió. Ni siquiera se inmutó. Cuando ella se a
-. Lo juro. Entonces podremos irnos. Solo
e. La arrastraron del departamento, sus gritos resonando en el pasillo vacío
e un hospital. No era una clínica de verdad. Diamante era la dueña. El "médico" era un hombre
estía una impecable bata blanca, i
ilada y depredadora-. Qué guapa t
e estaba atada a
La forma en que podías crear vida. Nunc
-escupió Érika, co
mpo de juego. Él no puede tener lo que quiere conmigo, así que tampoco lo tendrá c
uras, un terror crudo y ani
x, no dejes
nte s
a. No podría soportar
se acercó co
sual-. Quiero que sienta todo. Quiero que recuerd
ntro. Gritó hasta que su garganta quedó en carne viva, su visión se nubló, el mundo se disolvi
Diamante, tranquila y conversacional, narr
blema. Una extracción simple y limpia
dad la envolviera por completo fue a Diamante incl
voz llena de un júbilo triunf
dolor era una constante sorda y punzante. Álex estaba sen
an profunda que parecía haber tallado líne
r, pero no salieron pala
Érika, su voz un sonido seco y
zó un camino por su