tante y las voces distorsionadas conf
es inestable, doctor
e mis padres, una quebrada por el dolor, la otra, f
tienes que hacer alg
presentaba a su amante, Blanca, y a su hijo ilegítimo, Emilio,
Blanca, que osó llamarme la atención; todo culminó en un caos que de
me arrastró mi madre, sus manos temblaban al vo
da. Pero ella, una contadora brillante, se había conve
pe brutal... la oscuridad. El último pe
l accidente... no fue una coincidencia... un testigo v
ria tan intensa que me arrancó de la
pital, sino en la habitación de mi abuela Elena. Mis mano
. El calendario marcaba tres meses antes
no era una maldición, era la oportunidad perfecta. Una sonrisa que
de mi agonía. Con el cuerpo de Doña Elena, la matriarca temida, yo, So