ana, desvelada, pero disfrutand
s propiedades, porque solía imaginar en lo que podían convertirse después de ha
n le dio un vuelco al verlo fresco y campante. No había vuelto a casa después de la fiesta, y aun
urmuró, concentrándose en el
nto hasta que el ruido de tacones resonó en el pasillo. Al levantar la
a pendiente que trabajar con su empresa de diseño de inter
starías aquí. Te invito a almorzar
ste ahora, Amelia Kingston
nas su emoción, hasta que una carcajada sali
a un hombre increíble y fue... ¡La me
de sus labios y, para ser sincera, agradecía la inter
mpo y la abrazó por
que lo vie
aballero, prometo que lo intent
nguna de las dos lograba encontrar la razón, porque era una mu
feliz por ella y se olvidaría por
na sonrisa arrogante. Liz, temiendo otro de sus encontron
e -comentó Richard al mismo
s, querido -le respondió Am
una diablilla -Richard
mientras se movía de manera sensual frente a él y amb
que ya no se tiraran pullas, el tono cómplice entre ellos le resultaba inquietante,
-agregó Amelia en voz a
noces de una noche -le aconsejó Liz con una voz má
o ambos se rieron de nuevo, y no entendió el m
amigos como para que ella no se diera cuent
d y este endureció la mirada, per
de hablar de su "hombre maravilla" con el que estuvo hast
scribió cada detalle de su noche de pasió
la mirada brillante de emoción-. Ese hombre hizo
sobre todo al notar esa sonrisa de triunfo que no
do juntos la asaltó una vez
jo Liz de repente, intentando que su
enedor, con una expre
son los negocios, cariño, así que no empieces a
digo
tu marido? -Se llevó la
ue todos ellos se conocían casi desde niños
n sutileza y sonrió al recon
rpresa,
ló la silla vacía, notando cómo
y fueron juntas a la universidad, po
temas más ligeros hasta que S
haría semejante bajeza. Pero ya sabes lo
los ojos con
y menos a ti, Elizabeth, porque
forzó una sonrisa, pero las palabras de
preguntándose una y otra vez si las dudas que seguían creciendo en su in
, así que dejó a un lado sus pensamientos y se sentó junto a ella para hac
a niña m
-respondió con cautel
e Beth
. Ella viaja mucho por el trabajo de su papi,
minaron sus ojos y asentía antes de ec
mami? -le preguntó, limpi
su pequeño mundo era una mezcla de
Así que lloraba
acia la coc
se e
endo cómo el corazón se le encogía de
e un ojo-. Ya sabes que los adultos
ue tuvieran problemas de pareja y otra muy distinta
al jardín y verlo riendo junto a
por seguir adelante, que cuando lo vio entrar y dejar el teléfono cargando en la encimera
aba encontrar
ndo el ceño y se lo quitó de las m
mo su corazón
si habías recibido u
e consideras mi secretaria?
iz se sintió indefensa
anciana es tu con
o resbaló de la mesa, est
uedes tener cuidado? -le gri
azó a s
ijo, apartando sus
sinuando q
er. Aunque quería gritarle que necesitaba una explica
porque no pegué ojo en toda la noche, espero que mientras duermo
propias, porque la vida que había conoci