ro tartamudear e
cesitábamos algo, que podríamos pedirte ayuda -su s
stiona Sara con curiosidad e impactada a
ara, frente a mí. Pero en sus ojos veo una chispa de algo extraño, algo es
pondo lo más inex
soñado cuatro años con Alessander y que ahora diga esto, es m
de, entonces? -inquiere A
rar ningún libro de los que me dijeron que había -resopla con fru
preguntar como cualquier persona normal? Sara me levanta una ceja, y capto que ella se siente
s te ayudo con los libros -y tomaré mi t
ngiendo estar emocionada, cambiand
diéndolos bajo mi asiento. Siento mi cara arder y los latidos se me aceleran incontrolablemente, y por el rabillo del ojo veo que sus labios se curvan ligeramente
dy, y tiene razón. Aquí viven de fi
gunta Sara luego de terminar de
re no me devolverá mi coche hasta dentro
-se sorprende Alessander, enar
cubren siempre las espaldas -mofo con b
hermano fuese así con
iosea Sara, guiñándome
eca de fastidio, y noto que el cariño fraternal no
ema familiar detr
co años con sus berrinches -cuenta Andy sacándonos unas r
tema. Noto que a Alessander se le borra la sonrisa, y
el tema, encogiéndose de hombro
pana es tranquila, platicando de cosas triviales y sobre el Instituto. Además de soportar a mi amigo preguntando de todo sobre el país natal de Alessander, quedamos en p
con Andy a biología, y me doy vuelta en
s la misma clase -sonríe
ría estando a su lado, pero me siento cómoda, con una rara e inexplicable sensación de confianza y familiaridad. Y a pesar de que no sé cómo es él en realidad, siento que puedo confiar, que puedo incluso, hasta cierto punto, llegar a leer sus emo
como en esta clase siempre somos impares, yo prefiero ser la que se quede sola atrás de todo. Además de ayudarme a concentrar, y de poder ver a toda la
a profesora. Imagino que para presentarse con ella y h
gordeta, algo canosa, pero de aspe
lase -saluda co
s, profesor
icos hace que interpretemos la historia como un libro en donde su protagonista cumple varias hazañas y aventuras. Recuerdo la vez que nos comentó sobre su sueño frustra
ener cuidado con
sacando de su bolso de cuero marrón el libro seleccionado para
profe
llama Alessander Di Lorenzo, sean amables -sonríe y luego pasea la vista... hasta mí-. S
segundo, y una tensión se crea entre nosotros, mie
s, algunas de curiosidad, otras parecen de envidia, y la "reina titiritera" –como le apodamos Sar
e niebla negruzca. Nunca he sido celosa o territorial en mi vida, si bien tampoco he tenido novio, no me visualizo como una persona tóxica o que le importen las acciones de los demás. Pero sin más, comienzo a sentir el ya típico picor en mis ojos, en señal de que se t
de mi mejilla, me concentro en el ardor y en el comienzo del sabor metálico chocando con mi lengua. Un alivio recorre en forma de escalofrío mi columna, junto a una sensación de frío desde mi nuca
es siempre suelen querer explotar, así como ahora, y produce que mis ojos se tiñan de un extraño y terrorífico rojo escarlata, sin ninguna razón coherente ni natural
oí tantas noches en los sueños, c
¿
me lo que estuvie
echa de clase le paso la carpeta, y al tomarla nuestras manos se tocan. Una descarga eléctrica
ás que lo note. Boba, bo
sus dedos se deslizan sobre la primera pá
ato de distraerme continuando el garabato que va to
iano -afirma pasando l
tepasados s
ra sonrisa, trascribiendo
profesora empieza a escribir preguntas en la p
da, mencionando a un supuesto amigo de la familia. ¿Será una mentira para ganar confianza? Todo es
¿Estás a gust
e risa cantarina-. Se pare
n un puebl
el respaldar de la silla-. Pude llamarlo hogar el tiempo que duró. El pueblo en sí es pequeño, pero está rodeado por campos y paisaje, que es lo que le da vida -un suspiro
ser allí, un Alessander rodeado por tanto verde
familiar de toda
uro viendo que la profesora Belletti se vol
e debemos mudarnos, mi madre no está tampo
e paisajes, pero dicen que el bosq
la ceja, se lo nota i
cando mi mentón sobre mis mano
a, con los pies cruzados hacia adelante. La profesora sigue anotando en la pizarra y habla
osas -contesto com
como un tema más importante de lo que para mí es una l
en un animal, o que haya seres que vivan de sangre -ac
epite conteniendo una risa,
a recalcar mi punto-. Es como creer que Superman existe. S
Belletti comienza a caminar hacia aquí, y luego a
rle a qué se refiere. Es un demente si cree en esas cosas. Es imposible que sea cierto, si no
tos en las calles
indica el fin de clases suena. Guardo la carpeta y la la
-pregunta con un brillo
diez -ajusto mi mochila al ho
ta p
ir al pasillo, donde una Sara
ción, y empieza a dar saltitos para luego engancha
ssander ni Andrew vienen detrás. La curio
chilla cerrand
y suspirando con fuerza-. Bueno, me contó sobre el pueblo del que se mudó, y que su padre tiene
interpretar
, ¿
en esas cosas -levanto los hombros con
lla, girándose en el
nacen las leyendas". Quizás es un fanático de historias de ficció
yendas. Que actualmente no haya casos no quit
ía reportes filtrados de
ice que se
ue quizá tenga razón, pero mi lado testarudo se niega a creer que sea po
ñora Julia Cooper, nos mira desde la cocina
ga en la manila del horno antes de acercarse y darnos un
do esté listo? -mi amiga me arrastra por el pasillo que d
darla trastabillándome con el apuro
decir señora, me hace sentir
lso al suelo, y se tira a la cama quitándose las zapatillas a empujones con los pies.
con Alessander? ¿Int
erada, cubriéndome los ojos con el doblez del codo-. Tanto tiempo des
enamora
pero que en ese entonces solo era un sueño, una fantasía... -mi voz se quiebr
nte-. Es real y tienes que descubrir qué tiene él de
camino hasta el escritorio donde está su computadora
las clases que tomó mi madre de latín en
ron de usar hace mucho? -tecleo en el bus
alando el resultado-. Significa elevado. S
ear y aparece
ban términos así para denotar el origen de dónde ve
Busca el no
artículo de un museo, y en el encabezado hay una foto de ocho hombres, de unos treinta y tantos hasta unos cincuenta y otros. Y uno de esos hombres tiene los ojos verdes, y es muy
Regionale di Maria
e el último trabajo de su padre -digo señalando al hombr
s Alessander