tía vacía, agotada. Ya no qu
cartas que me escribió, pequeños regalos. Todo lo que me conec
sabía. El corazón ar
aúd sencillo de pino y pagué por un hueco en el cemen
io, cada paso una lucha.
Valeria. No estaba sola. Unos matones estab
, grité, corri
ia se
n para su familia aquí. La deshonr
zas de mi madre y las espa
orrió. Me abalancé sobre ella y l
hecho, V
gado justo en ese momento. Vio mi mano levan
había ataca
el borde de mármol de una lápida cercana. Sentí un do
lia merece ser borrada"
ente, y se la llevó, dejándome tirada en el sue
rna, el fallo de mi corazón. Me a
de ellos
papá...