Valeria" , me ordenó Mat
un espacio enorme y frío que contrastab
y yo preparábamos el desayuno juntos. Él siempre me robaba un
nos solo sabí
que estaba sentada en la terraz
o" , dijo sin mira
a. Preparé otro
, se quejó. "¿Int
a vez. Esta vez, lo probé
los ojos con una sonrisa maliciosa y d
que por el dolor. La piel s
erta. Vio la taza en el
acercó y me abof
puedes servir un café? ¡
ó por la casa, mientras consolab
amor. Yo me en
ca del sótano. La oscuridad era t
esde el otro lado de la puerta. "Y ni se te ocurra i
mí misma. Por un momento, en mi delirio, escuch
es frío? Ven,
ón. La realidad era que él estaba arriba, c
spital. Las paredes blanca
blaban en voz baj
del corazón artificial son alarmantes.
ronca. "Sé perfectame
Su rostro no mostraba ni una
ria se siente un poco mareada. Me
ir nada más. S
el hospital, sosteniendo la mano de Valeria con ternura. El pie de fo
había sido una excusa. Él la había traíd
tió un pitido. Una vibrac
aban do