se haría cargo de la empresa? Yo soy el que hace todo en esa puta empresa para que no vayamos a la quiebra. Y Bernardo no podía ocuparse de la empresa, tenía que ir a la clínica a hacerse las prueba
lándome. Estábamos sentados de nuevo en esta clínica
las pruebas, eh? - me quejé, reclinándome en la
n el torso hacia delante, apoyado con los brazos sobre la rod
ntó, distraído en
ebas enseguida. Es un análisis de sangre, no debería ta
mesa y se reclinó en la silla. - Tenemos que e
o ha tenido sexo estos días. - me burl
antó de la silla, que empujó con fuerza. - ¡Eres increíble! ¡Increíble! - e
o sé! ¿Por qué estás así, Bernardo? En serio, ¿esa
No estás preocupado? - se disculpó. Se llevó la mano a la cabeza y miró ha
tengo esta enfermedad, llevo días sin dormir bien porque estoy ansioso por conocer pronto este result
esentimiento sobre esto.
nardo! - Le corté, levantando mi mano hac
sensación, Vitor.
ivo", mencioné, tratando de calmarlo. 'Veo que estás muy aprensivo con
cabeza. Pronto entró el médico. Cerró
n? - preguntó
apartamos de su me
isis, Bernardo. - dijo el médico con el sobre en la mano, mostr
inmediato para que podamos iniciar los trámites para soluciona
ó pidiéndome que me calmara. ¡Pero
a nada. - dijo el médico. Ento
*
MAL! - grité, salt
iendo por qué está
Bernardo al médico mientras se alejaba
sando! Levanté la cabez
ompatible con tu hermano. Lo siento
ESTE PUTO QUESO COMO SEA! - Empecé a gritar
irándome del brazo. - Sé que no te gusta la idea... Pero es
os... Vomitando todo el tiempo, quedándome calvo... ¡Nunca
tamiento, ¿qué harás? - me p
Por cierto, voy a llamar a esa rubia tan buena. Necesito follármela ahora mismo. - Saqué el móvil del bolsillo y empecé a buscar el número
vas a rendir? - me preguntó señalándome con el móvil en la mano. - No
ada, me estaba dispa
ma con cara de enfermo. Ya que voy a morir, déjame seguir viviendo mi vi
balle
médico que
- le pregunté.
médico. Levanté el brazo de mi hermano
jor, doctor? - le p
ph
etería. Iba a la cocina
a cocinando. Por el olor parece ser
tó al verme. Llamó al ayudante para que
ncantadora. No me extraña que las mujeres se vuelvan locas por él. No sólo ellas, a mí también me pasa. Mi corazón late más rápido cuando él se me acerca, pero... no creo que yo sea
e entregar los medicamentos?
gracias, mirándole a esos ojos tan dulces. Vaya, so
me necesites", dijo con la
ro que el Sr. Joaquim me es
ativamente. Pero mi estómago emitió un sonido ronco que se oía en el pasillo donde estaban las mesas.
estoy a dieta,
? Sophia, no tienes que hacer esta basura. ¡Eres guapa! -
miré. No puedo creer qu
razo. Sentí un escalofrío. Cerré los ojos. Su tacto... Empe
irando fijamente. - Lo siento... estaba pensando en
ento! - Levantó la mano para que saliera de allí. Ne
encimera de la cocina. Tomás es un gran cocinero, le encanta cocin
- dijo señala
. ¿Qué es? - pregunté e
menos cordero. Miré a Tomas, que esperaba a que lo probara. Hasta que mi estómago me recordó que tenía hambre. Así que cogí el tenedor
te ha p
ás! Está muy rico -d
rto toda la noche haciendo eso. -
a limpiarme la boca. - Vaya, está delicios
postre", susurró, inclinándose ha
e podía sentir su respiración.
s a charlar? - pregunta el ayudant
bló con el ayudante. Yo di un paso atrás y empujé el plato hac
ualquier momento. - Comenté, luego bebí un poc
ardaré en la nevera para que te lo lleve
s despedimos. Cuando me
elgazar. Eres guapa tal y como eres. -
fue el momento de irme. Fui al salón a atend
ijo que era guapa. ¿Encontraré el valor par