que no iba a estar hospitalizado y tumbado en una cama tomando un cóctel de medicinas, enfermo y calvo para quizás cur
lo explica mejor? - le pregunté re
hermano se acercó y tiró de la silla para que me sen
ntó Bernardo al médic
médico? - le dije irónicamente, que enton
y a ti te parece gracioso
pero puedo decirles que lo que voy a decirles puede ayudarles
misterio, porque no tengo mucho tiempo, ya lo sabes. - M
casado? - preguntó. Me eché a reír. -
roma, ¿no? - Seguí riéndome. Me puse la ma
ad de mi hermano? - preguntó Bernardo al médico
ón, ¿qué demonios tiene que ve
do a... -dejó de hablar y se dio cuenta de que le miraba fijam
cuando nace el bebé! - pr
ra salvarme, necesito un niño? - Me incliné hacia
antes. - El médico miró a mi hermano, que se echó hacia atrás en la silla, encogiéndose de hombros. Luego
en la cabeza. Me quedé pensando en
rcentaje? - le preguntó Bernardo, y yo me di la vuelta, ac
silla, luego dio un resopli
l 90℅ seguro. -
sí que tengo que tener
ph
o; el otro es bajo, moreno y barrigón. Su pelo es castaño oscuro. Se dirigieron a una mesa que estaba vacía en la esquina de la derecha y no tardaron
- preguntó la rubia que estaba a su
libreta y el bolígrafo en el bolsillo de los
as de coca -dijo el
, pero antes de entrar miré hacia el lado donde est
los ojos cerrados y no vi quién estaba delante de mí. Acab
pero parece que conozco esa voz. Abrí los o
je, un poco avergonzada. -
tante mono..." dijo. L
N LA COCINA? - He oído a algu
e. Me bajé inmediatamente de la espalda
nto... F
odo hecho un asco, además mira tu talla, ¡a
del ayudante de Tomás. Al m
- Tomás llamó la atención de n
rala o estás ciego
... - Agarré el
calle! - amenazó mi jefe, fulmi
quiebra! ¡Sin mí no tenéis clientes! - ful
e susurré. El señor Joaquim se
cil encontrar personal. Dejaré marchar a éste. - l
mente y desistió de l
a mi despa
ió de la cocina. 'Dios mío, ¿
r? No puedo perd