ermano se levantó de la mesa del comedor. Parece muy enfadado de
eando mi costillar de cordero. Tengo que decir que es
aberle hecho esto a nuestro cliente más antiguo y t
a hecho un gran trabajo con este cordero. Se te hace la boc
rantía! ¡No exigiste acciones como garantía! Luego, no satisfecho, ¡le hi
dice apuntándole,
vo proyecto no sale bien, saldremos ganando, ¿no? - Terminé mi vino y
inero y el poder? - Apoyó las manos en la mesa, mirándome fijamente. Estoy harto de esta basura. Mi
de cada día. Te diré que no es barato y otra cosa... -dio una vuelt
n, tenía sentido, pero ahora que viajan para su...
queño, que se dio la vuelt
sta empresa y hago lo que tengo que hacer! No sé por qué tanta preocupación. Las acci
a enfadando. Mientras caminaba hacia mi habitac
ente me dolía la ca
aldita sea, ¡estás sudando! No es bueno, será mejor que te lleve al hospital...' Amenazó con
anto. Sólo me duele la cabeza. - D
davía con la mano en la cabeza, me apoyé en la mesa d
está! ¿Me dejas llevarlo
volvía y el dolor de cabeza remitía.
otra. - Me di la vuelta y regresé por donde iba, mi herma
Me estaba dando sueño. La discusión con mi hermano me cansaba. Pero primero fui a lavarme los dientes, llevaba una toalla enrollada
manchas morada
ph
, quedaba media hora para volver a la cafetería. Por suerte, un compañero de trabajo m
í la puerta y mi abuela se
¿No deberías estar en el
del mediodía, acababa de comer y tenía el plat
regar la medicina. - Pero tenía que ir a la farmacia a comprar la medicina del
en la oficina de correos mañana. Ni siquiera has ten
i a la cocina a dejarlo en el fr
e cruzó de brazos y me miró fijamente. - Aquí tienes la medicina del abuelo. - Le entregu
e? Por favor, di la verda
tadela. Aproveché que el Sr. Joaquim había salido
suyas y la acaricié,
dio la vuelta, se apoyó en el freg
que una lágrima caía y
e pregunté. Estoy preocupada
i pensión apenas alcanza para comprar la medicina de tu abuelo. Ahora has dejado la universidad para trabajar. No he podido. - Se quitó las gafas y rompió
su enfermedad, se lo denegaron. Así que vivimos sólo de la pensión de mi abuela y de mi sueldo. Hay que luchar
buela, intent
volví al trabajo. Seguro que me llevaré la bronca del señor Joaquim. P