/0/9813/coverbig.jpg?v=211dfc1366349768e85548a99f74dc16)
Los SexysSweet son los strippers más conocidos de la ciudad. Hipnotizan con sus bailes, atrapan con sus movimientos, y sobre todo, enamoran con su belleza. En una fiesta de cumpleaños se crea una química entre la cumpleañera Audrey Mendoza y Deniel Dael; uno de los strippers. ¿Qué crees que sucederá cuando dos personas con no muchas cosas en común se unan? Pues nada, supongo, pero es que... De los seis strippers hay algunos con fuertes secretos, también que dicen mentiras y con sus manos ya llenas de sangre. El pasado no siempre se queda atrás, a veces regresa, y cuando vuelve, se ha llevado todo lo que ha creado en el presente. Misterio, romance, bailes sensuales, sexo y secretos son varias de las características que puede destruir la vida de seis bailarines eroticos, y de quienes los acompaña.
-¡Eres un asco! ¡Ojalá y quien estuviese vivo sea mi hermano y no tú, maldito bastardo, está muy bien de que la zorra de tu madre se haya muerto!
Tras ese potente grito, la mano de la mujer se impactó entre mi mejilla de una manera fuerte, dolorosa. En mi oído derecho, lugar afectado igual, comencé a escuchar un pitido insoportable y a la misma vez un líquido espeso y con sabor hierro marcó mis labios. Era sangre.
Esa fue la gota que derramó el vaso.
Mi tía me había comentado, me había reclamado, muchísimas cosas en esta vida. Me golpeaba. Me exigía. Me dejaba sin comer durante días. Pero esto había dolido el triple de todo el daño que estos años que ella se ha quedado custodiándome me había causado.
Todo ocurrió de una forma tan lenta, despacio. Giré la cabeza mientras palpé el lugar adolorido y entre mis dedos se marcó la sangre. Separé los labios y apreté los puños, enojado, irritado, mi tía escaneó eso que hice y como si este acto le divirtiese, sonrió, cruzándose de brazos.
-¿Qué, idiota? -bufó -¿Me vas a golpear?
Y como si ella adivinara el futuro, yo, con dieciséis años, me abalancé encima de mi tía y puedo jurar que las hebras de ese cabello rubio que tenía en mis manos, engurruñados, podrían servir para peluca a un maniquí.
Los gritos que la mujer emitía con fuerza mientras intentaban defenderse eran muchos, y fuertes, chillones, pero no me importaba que alguien la llegase a escuchar. No me importaba absolutamente nada. Estaba en un frenesí caótico.
-¡Suéltame, loco de mierda! -chilló, intentando defenderse, pero era prácticamente imposible.
Y ahí fue cuando le jalé más el cabello. Ambos rodábamos en el piso debido a la impotencia y fuerza.
Nunca fui un chico problema. Siempre he sido tranquilo, callado, raro. En la escuela murmuraban de que yo soy sexy, de que soy lindo, de que le gustaban mi cuerpo bien tonificado a mi edad, pero que también soy extraño, otros decían que lo más probable es que yo soy un asesino, tal vez un psicópata, pero nunca les di atención, tan sólo opté por callar. Pero esto, de tantas cosas que la maldita de mi tía me ha dicho y me ha hecho, me ha dolido, y ha despertado esas ansias que hace años he conservado, esas ganas de jalarla del pelo como si fuéramos dos perras rabiosas.
Me despegué de ella luego de encargarme de su cabello y corrí a mi habitación. Cerré la puerta, le coloqué seguro para así ganar más tiempo en lo que ella se levantaba y tomé un bulto, lo llené con cosas que necesitaba como: ropas, fotografías, dinero que tenía guardado desde hace tiempo, y obvio de los que le tomé de la cartera de mi tía días antes, libros, y un sin números más de utensilios que podría necesitar cuando ya esté lejos.
Mi corazón se sobresaltó en el momento que sentí un gran choque en la puerta y un grito por parte de la mujer. Miré fijamente hacia el lugar, pero después lo ignoré, no la podría abrir porque tenía seguro.
-¡Maldito mocoso, bastardo, idiota, te voy a matar, te lo aseguro, ya no vas a vivir más! -soltó en un grito fortísimo la rubia mientras tocaba la puerta con furia.
Continué haciendo lo mío con gran rapidez, echándole una ojeada de vez en cuando a la puerta, algo asustado. Si mi tía lograba entrar lo más probable es que cumpla su promesa.
100% real no fake.
-¡Me has dejado calva! -clamó. -¡Estás muerto, Deniel Dael Scott!
Cerré el bulto no sin antes sacar un papel que tenía por encima. Luego de sacar dicho material plano, crucé el lazo por mi cuerpo, dejé la página en la cama y salí por la ventana que estaba a un lado de ésta.
Primero lancé el bulto con las cosas que llevaba dentro, protegiéndolas, y segundos después me lancé yo. La caída no me había dolido en lo absoluto, rodé en el pasto del patio del vecino, ya estaba acostumbrado a escaparme por aquí para ir a la playa o salir de casa solo para no estar con Magdalena, mi tía.
Tomé lo primero que había tirado y me lo enganché, cruzando el látigo que tenía de extremo a extremo en mi cuerpo otra vez. Corrí a toda velocidad por la carretera. El aire chocaba con mi rostro, alborotando mi cabello azabache. Los autos hacían sonar sus cláxones, pero estaba bien acá afuera, lejos de ella. Seguí corriendo mientras sonreía, imaginando la estúpida cara de mi tía al abrir la puerta de mi habitación con la llave de repuesto que estaba en el llavero de la planta baja y encontrarse con la nota en mi cama, que decía con tinta de lapicera negra:
Tenía muchas ganas de hacerte esto, perra.
Deniel.
Porque ahora era yo, contra el mundo.
(***)
Para más informacion:
Instagram: carlosmm.book
Twitter: BookCarlosmm
Solo basta escuchar el nombre de Oliver Fucker para que los clientes saquen manijas de dinero y supliquen una noche con él. Oliver es considerado como el mejor prostituto del club “Deseos”, donde la mayor parte de personas se dirigen allá por él y para que cumplan sus fantasías sexuales sin importar lo perversas, extrañas y oscuras que puedan ser. Aunque… ¿te cuento algo? Lo único oscuro y perverso no son las fantasías sexuales que cumple Oliver, porque él tiene secretos bastantes profundos que no quiere que salgan a la superficie. Y las personas que traten de descubrir esos secretos, estarán metros bajo tierra. ¿Te atreves a disfrutar del placer, la excitación y suspenso que te provocará Oliver Fucker?
Solo basta escuchar el nombre de Oliver Fucker para que los clientes saquen manijas de dinero y supliquen una noche con él. Oliver es considerado como el mejor prostituto del club “Deseos”, donde la mayor parte de personas se dirigen allá por él y para que cumplan sus fantasías sexuales sin importar lo perversas, extrañas y oscuras que puedan ser. Aunque… ¿te cuento algo? Lo único oscuro y perverso no son las fantasías sexuales que cumple Oliver, porque él tiene secretos bastantes profundos que no quiere que salgan a la superficie. Y las personas que traten de descubrir esos secretos, estarán metros bajo tierra. ¿Te atreves a disfrutar del placer, la excitación y suspenso que te provocará Oliver Fucker?
Solo basta escuchar el nombre de Oliver Fucker para que los clientes saquen manijas de dinero y supliquen una noche con él. Oliver es considerado como el mejor prostituto del club "Deseos", donde la mayor parte de personas se dirigen allá por él y para que cumplan sus fantasías sexuales sin importar lo perversas, extrañas y oscuras que puedan ser. Aunque... ¿te cuento algo? Lo único oscuro y perverso no son las fantasías sexuales que cumple Oliver, porque él tiene secretos bastantes profundos que no quiere que salgan a la superficie. Y las personas que traten de descubrir esos secretos, estarán metros bajo tierra. ¿Te atreves a disfrutar del placer, la excitación y suspenso que te provocará Oliver Fucker?
Stella Richard se casó con Rene Kingston en lugar de su hermana Sophia por algunas razones. Pero desde el principio, ella sabe que su matrimonio era solo un contrato por tiempo límite y una vez que se cumplió el tiempo, ella tenía que irse. Para RK, este matrimonio fue solo una carga, pero para ella fue un regalo de Dios. Porque RK era el hombre al que había amado toda su juventud... Entonces, mientras tanto de su matrimonio, Stella hizo todo lo posible para que este matrimonio funcionara. Pero el día que descubrió que estaba embarazada, su esposo le dio el papel de divorcio y le dijo... "No quiero a este niño. No olvides abortar". Estas palabras salen de su boca, como una bomba para Stella, y cambiaron su vida... Ella firmó su nombre en el papel de divorcio y salió de la casa... Porque ella no quiere estar con un hombre tan frío... Seis años después... RK compró la empresa en la que trabajaba Stella. Pero Stella hizo todo lo posible por no tener nada que ver con él... Porque ella tenía un hijo y no quería que él se enterara de él... Pero un día, cuando Stella recogió a su hijo de la escuela, él la vio... RK, "¿Cómo te atreves a tener un hijo con otro hombre?" Stella, "No creo que tenga nada que ver contigo". RK estaba a punto de decir más cuando su mirada se posó en el niño a su lado... Su rostro se veía igual que cuando era joven...
Casarse con su mejor amigo fue un sueño hecho realidad para Kelly, pero todo tiene realmente una limitación. Pierce es el primer amor de Kelly, pero como su mejor amiga, sabía bien que siempre había otra mujer en lo profundo de su corazón. Lexi Gilbert. La mujer que Pierce nunca podría olvidar incluso si ya hubiera acordado casarse con Kelly. *** Kelly finalmente se dio cuenta de que su feliz matrimonio de los últimos tres años era solo un hermoso sueño cuando Pierce pidió el divorcio solo porque Lexi regresó. Ella sólo podría ser su mejor amiga incluso si estuviera encinta de su bebé. *** Dado que su amistad se había convertido en una jaula, Kelly decidió dejarlo en libertad, así como a la miserable misma. Pero ¿por qué entonces fue Pierce quien se negó a seguir adelante? Para empeorar las cosas, su diabólico hermanastro también intervino de manera dominante al mismo tiempo, pidiéndole que fuera suya. *** ¿Su príncipe azul contra su hermanastro diabólico? ¿Cómo podría Kelly salvar su corazón en esta batalla de amor y odio?
Era una doctora talentosa de fama mundial, CEO de una empresa que cotiza en bolsa, la mercenaria más formidable y un genio de la tecnología de primer nivel. Marissa, una magnate con una plétora de identidades secretas, había ocultado su verdadera identidad para casarse con un joven aparentemente empobrecido. Sin embargo, en vísperas de su boda, su prometido, que en realidad era el heredero perdido de una familia adinerada, canceló el compromiso, incluso la humilló y se burló de ella. Cuando las identidades ocultas de la chica salieron a la luz, su exprometido se quedó atónito y le suplicó desesperadamente que lo perdonara. De pie, protector ante Marissa, un magnate increíblemente influyente y temible declaró: "Esta es mi esposa. ¿Quién se atrevería a quitármela?".
La vida de Candice dio un extraño giro la noche de su boda. Su marido, Greyson, no apareció para consumar su matrimonio. En su lugar, un desconocido irrumpió en su habitación y la violó. El matrimonio se convirtió en un infierno para ella. Mientras intentaba dejar atrás la pesadilla, su suegra aprovechaba cualquier oportunidad para desacreditarla. A Greyson, que debía apoyarla, le importaba un bledo. Al contrario, llevó a su amante a su casa. No pasó mucho tiempo antes de que Candice fuera expulsada de la casa. Todos pensaban que era una debilucha indefensa, sin saber que era una abogada extraordinaria. Llevó al hombre que la violó a los tribunales. Quería pagarle con la misma moneda. En el transcurso del proceso, descubrió estupefacta que el violador es el hombre más rico de la ciudad. Las cosas se le fueron rápidamente de las manos. El hombre intentó por todos los medios pedirle que se casara con él. Ella se dio cuenta de que se estaba buscando más problemas. ¿Cómo ella logría deshacerse de él pero acusarlo al mismo tiempo?
Pensé que mi matrimonio podría seguir adelante. El amor platónico también era amor, ¿sí? Pero, estaba totalmente equivocada. Resultó que mi marido no tenía nada malo de cuerpo, todo esto solo porque no fui de su gusto. Conmigo, era un hombre anormal en la cama. Pero con mi madre, ¡podría hacer todo lo que ella deseaba! Y el día, ¡los encontré en la cama juntos! Sin querer afrontar a ellos, decidí saltar del puente. Pero un desconocido me impidió, y me ofreció una propuesta especial. Y yo la acepté, y le entregó mi primera vez por capricho. Después de una noche loca, hui de su casa pensando que nunca volvería a encontrarnos. Luego fui a la fiesta de compromiso de mi tía, y ella hizo alarde de su fiancé frente a mí. Pero este era el mismo desconocido que pasó la noche conmigo. ¡¿Y él pronto sería mi tío político?!