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Ser la secretaria de Andrés Williams no es nada fácil. Es egocentrico , mal caracter , irritable , guapo, atractivo , esta bien bueno.
Capítulo 1
Como todas las mañanas limpió la oficina del jefe, que estaba bien bueno. Asi que limpiaba con un poco mas de animo. Los lápices estaban perfectamente alineados de mas grande a más chicos , las ventanas nuevamente resplandecientes , la alfombra sin un gramo de polvo y su escritorio de vidrio sin ninguna mancha.
Era mi rutina diaria, llegar una hora antes del jefe y mantener todo limpio, al menos ganaba algo extra.
- Buen día Carolina.
- Camila – le corregí , el my imbécil no sabe diferenciar Carolina de Camila, tan difícil es , oh dios quiero matarlo . No mejor quiero estamparlo contra la pared , oh si que esa pared va a agradecer tener contra ella un tan buen trasero.
- Carolina me estas escuchando – me miró serio , oh no le iva a decir que quería tenerlo contra la pared . Oh dios lo dije en vos alta, sus ojos eran dos platos azules.
- Eh digo que me gustaría tirar el papeleo contra la pared jeje usted me entiende , mucho trabajo.
- Sisi , tráeme el café y retirate – asi de amable era.
Pero estaba tan bueno el condenado, ojos azules, pestañas largas, mandibula firme y afeitada, labios carnosos, un cuello espantoso, y cuando tenía solo su camiza le quedó apretada dejando notar sus músculos.
Ohdios, que bella vista.
Mientras caminaba , pensaba , como lo conquistaría , bueno llevo 6 años haciéndome la misma pregunta. Pero vamos , eso ocurre en las estúpidas novelas, el millonario cambia y se casa con la chica pobre. Yo soy solo una tonta rubia teñida , con ojos claros.
Preparé el café y lo dejé en su oficina, ni siquiera me dijo gracias , ya era costumbre .
Caminé contorneando mis caderas y le guiñé un ojo y cerré la puerta triunfal.
Na mentira.
Me choqué con el escalón y caí afuera de la oficina de culo. Y no se ni donde quedó mi cartera.
Oh santa mierda , me dolió.
Pero mi jefe ni se inmutó.
Puto .
Mi pobre culo necesitas tus masajes , desconsiderado.
Me levanté lo más digna que pude y un compañero me gritó.
- Se te quedó un pañuelito en el suelo.
Y adivinen no era un " pañuelito" , erauna toalla femenina , puta vida.
La tomé lo mas digna que pude y seguí mi camino hacia mi cubículo junto a los demás.
Era la única secretaria que tenía cubículo , las demás tenían su oficina junto al jefe , yo era la mas menospreciada.
Mientras refunfuñaba con todo el papeleo mi celular suena . Voy corriendo al baño, y entro a uno.
Jaz , si ella era mi mejor amiga desde siempre ahora estaba felizmente casada y con dos hijos.
- Hola perra – le saludé .
- Hola Cam – dijo sarcástica.
- Como va el sexo con tu amorcito.
- Camila!
- Vamos ya se que deben querer traer otro bebé al mundo.
- Cam!!
- Oh sii!! Tuvieron sexo , que tal después de 9 meses de abstinencia.
- Camila , no hemos tenido estoy en cuarentena
- Oh vamos s que quieres ver si su pene sigue del mismo tamaño.
- Camila un pene no se va a encojer por falta de abstinencia.
- Oh cielo , pero seguro que se metían manitos .
- Oh dios , en fin estas invitada auna cena en casa . Jaz pequeña te extraña.
- Oh mi pequeña sobrina la amo.
- Bueno te dejo.
- Oh midele el pene amiga..
- Cam
- Te amo bruja.
- Chao.
Cuando salí del baño , una señora que trabaja en la emprea me miraba mal . Me acerqué y elegantemente me lavé las manos.
Ojalá.
El maldito surtidor no dejaba de chorrear agua, era de esos que apretas un botoncito y sale agua. Bueno el muy idiota quiere desparramar agua por todos lados , oh dios me voy a ahogar.
La señora aterrada se acercó no se que mierda hizo y dejó de salir agua , se marchó rápidamente .
No se porqué.
Cuando llegué a mi cubículo se me ocurrió una bella idea.
Oh voy a crear un email para conquistarle.
Ustedes dirán en 6 años no hiciste nada por hacerlo.
Pues es que tenía varios lios en mi pobre cabeza , mi amiga Jaz había desaparecido , todos creíamos que estaba muerta y después la volvimos a encontrar .Todo un dilema , y yo esperaba que mi jefe me diera un poquito de atención .
Cosa que jamás sucedió , antes que eso tuvo doscientas novias , todas modelos .
Pff.
Despues decidí cambiar mi forma de vestir .
Con mis amigos Nico y benja . Bueno Nico es el marido de Jaz , y Benja un amigo de Jaz y mio . Salimos de compras y mi armario como que se achicó.
Porque toda la ropa grande pasó a ser a ropa , pequeña y ajustada.
Lo malo es que moría de vergüenza .
Lo bueno es que tenía mas lugar en el armario.
Pero mi jefe ni notó mi cambio.
Maldito uhh
Primero hice un correo nuevo , llené todos mis datos .Pero cuando me pidieron el correo anterior.
Osea que mierda , quiero crear un correo nuevo y mepiden otro.
Y las personas que no tienen correo como mierda se crean otro.
En fin llené todo, el gran problema luego surgió.
Como carajo era la contraseña.
Tenía dos opciónes viables.
La primera opción : Mijefe.
La segunda opción : Jefeteco..
Se entiende.
No recordaba , intenté con las dos formas ,todas las oraciones que fueran con jefe y no entró la puta cuenta!!.
Mierda!
Patié el escritorio y mi amigo Eric se rió.
- Hola bella dama – me sonrió , yo bufé . Y le comenté , si el sabía de mi obseción con el jefe.
- Me ayudarás ¿? – le sonreí .
- Claro bella dama pero me debes una cita – me guiñó el ojo . Eric era rubio ojos grises estaba bien bueno , pero yo estaba enamorada de mi amado jefe que se llama Andrés , oh me había olvidado comentarles el nombre de mi jefecito.
- Bueno – refunfuñé .
- Te la traigo enseguida.
- Oh vamos a ver si te resistes a mis encantos – sonreí y miré a la oficina de cristal.
Después de unas horas fingiendo amor frente a su jefe y de un pico después de decir "acepto", la noche pasó sin ningún otro contratiempo. Se marcharon en un Ford descapotable de los años sesenta y finalmente llegaron a la casa de Lionel. Tan pronto como pisaron el suelo, él la observó con aburrimiento y se giró para irse a dormir. No le gustaba estar rodeado de personas, a menos que fueran bailarinas en poca ropa. -¡Oye! -protestó Alexa, pero él no se giró para seguir avanzando-. Se supone que estamos casados -murmuró temblorosa. Finalmente, él se detuvo y Alexa se acercó a pasos firmes, rodeándolo. Lionel bajó la vista para fijarla en ella. Le resultó... ¿Bonita? Supuso que ese era un adjetivo acorde a esa mujer, aunque le parecía insoportable y aquello restaba la belleza que poseía. -¿Qué? ¿Quieres acostarte conmigo? -preguntó él. Ella levantó una ceja para negar, pero ya era tarde. Lionel la tomó entre sus brazos y la recostó sobre la pared. Una mano detrás de su cintura bajó hasta sus glúteos y los apretó. Alexa rodó los ojos para darle un empujón. -Al cabo que ni quería... puedo cogerme mujeres de verdad -se burló, pero no esperó recibir un cachetazo de la dama. Alexa observó sorprendida la mejilla roja de su ahora esposo. Su piel se volvió más pálida de lo normal y retrocedió un paso, luego otro. Lionel se limpió un hilo de sangre que caía en la comisura de sus labios y la observó furioso. Era raro verlo así. Corrió a su lado y la tomó del cuello con brusquedad. Poco a poco, Alexa pudo sentir que el oxígeno no pasaba por su garganta y que estaba quedándose sin aire. -P-por favor... -suplicó, pero Lionel siguió presionando hasta que la soltó arrojándola al suelo. Se limpió el saco, como si ella lo hubiera ensuciado, y se dio la vuelta. Alexa, perpleja por haber sido estrangulada por su esposo, se levantó. -¡Soy tu esposa! ¡Te guste o no! -gritó a todo pulmón. Lionel se giró, buscó algo en su bolsillo y dijo: -Bien. Ten, son diez mil dólares. El próximo mes te daré más, ahora vete. No me interesa tenerte en esta casa. -Somos marido y mujer. Merezco y debo estar aquí -susurró con la voz quebrada y los ojos llenos de sufrimiento. Él le lanzó una sonrisa ladina mientras avanzaba, pero ella, a pesar de temblar por ese hombre, no se dejó intimidar. -Entonces... -comentó mientras bajaba el cierre de su pantalón, sacando su enorme miembro frente a ella-... mételo en tu boca... -canturreó divertido. Lionel se rió de la desgracia de aquella mujer. Y ella lo sabía.
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