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Estro: Inspiración ardiente del artista o poeta. Todos soñaban con una musa para sus inspiraciones, Shakespeare contaba con una, Jane Austen se inspiraba en todo lo que la rodeara, pero Jessica Sparks; comenzaba a creer que su estro era solo parte de su imaginación. Resultaba tener pensamientos elocuentes acerca de James Thomson, su compañero desde jardín de infantes, pero era un secreto que ella guardaba. Escribir era lo suyo, inspirarse en alguien, también. Pero que sucede cuando las cartas sobre la mesa comienzan a jugarse solas, cuando una apuesta que está prohibida la pone en el camino equivocado o tal vez en el indicado. Cosas que hacer con la apuesta: • Fingirás gustar de Jessica Sparks. • No saldrás con Jessica Sparks. • No besarás a Jessica Sparks (piquitos sí, lengua no). • Puedes presionar tus labios en su mejilla. • Solo jugarás con ella. • No tocarás a Jessica Sparks (sugerencia en el siguiente punto). • Puedes tomar la mano de Jessica Sparks. • No comerás helado con Jessica Sparks. • IMPORTANTE: No te ENAMORARÁS de Jessica Sparks Historia registrada, prohibida su adaptación, copia o distribución de la misma. All rights reserved Código 1904170682433 Fecha 17-abr-2019 20:22 UTC Licencia: Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0
-Pero tal vez podamos celebrarlo con una pequeña reunión en casa. No parece una idea descabellada y seguro que puedo divertirme sin que tengas que preocuparte- le dijo comiendo un trozo de fruta, aún seguía buscando su aprobación para festejar su cumpleaños número once, sin embargo, cada año la mujer se comportaba recia en cuanto a lo que ella quería.
Hacía una semana que lo había comentado con su padre, incluso pidió permiso para invitar a Nicole a dormir en casa mientras se decidían por ver películas o simplemente platicar de trivialidades, porque sentía que Verónica le diría no a todo y es que nada le agradaba, no desde hacía mucho tiempo.
-Cariño, en verdad detesto tener que ser la mala del cuento, pero ya te he dicho que para esas fechas estaremos fuera de la ciudad- la joven observó a su padre absorto entre las hojas del periódico que leía antes de retirarse. Por lo que veía, en esa casa todo se hacía con consentimiento de su madre, dudaba que él la contradijera. Con mucho esfuerzo se había dado cuenta de que entre ellos las cosas ya no marchaban del todo bien. Solía mirar cómo se alejaban, aunque jamás decía o preguntaba nada.
-Tú no detestas serlo, si solo me dejaras estar con alguien a quien le importo no tendrías que ser la mala del cuento- reclamó.
-Jessica celebrará su cumpleaños como lo desea. Margaret puede cuidar de ellas como lo ha hecho siempre- soltó Arthur y la mujer lo estudió con las mejillas enrojecidas, por mucho que intentase criarla a su modo no lograba hacerle saber al hombre que su hija comenzaba a crecer y que había riesgos en el mundo que podían hacerle daño. Le quedaba muy claro que no lograría protegerla, de hecho, aquel recuerdo que enterró en la profundidad de su memoria le daba miedo -. Hablaré con la señora Lewis para que tu amiga pueda quedarse en casa sin problemas.
Le aseguró su papá apretando suavemente su mano. Amaba tanto a su hija que no sabía si algún día tendría el valor para lastimarla con la verdad.
-Estás haciéndolo otra vez. Consentirla no hará que ella...
-Como su padre, consentirla es mi prioridad. Pensé que ya había quedado claro aquello así que deja de confundirte con la realidad- Verónica lo miró un segundo. Ni siquiera sabría cómo recriminar su actitud porque ella era la que estaba creando una mentira que no podría detener con facilidad.
-Pues bien, espero que nunca te arrepientas de como la estás educando. Sabes muy bien que...
Jessica pudo ver los ojos de su madre cristalizarse sin entender a que se debían sus repentinas lágrimas. Nadie intentaba explicarle que pasaba con su familia, era aún una niña, pero percibía que Verónica no tenía días buenos porque había momentos en los que ella le hablaba furiosa sin saber a qué se debía su actitud con la que demostraba no poder convivir con la joven de manera agradable.
-Si mamá se siente más cómoda... ¿Pueden considerar el hecho de llevarme a su viaje? - La mujer frunció el ceño con clara desaprobación, como siempre. Dándole esa mirada que no lograba descifrar, pero que se percibía como si observase algo insignificante-. Como un regalo de cumpleaños, prometo portarme bien.
-¿No estarás pensando en aprobar dicha locura? - Le cuestionó Verónica a Arthur. Ya le había advertido cuales eran los términos de la situación bajo la que vivirían mientras ella estuviese bajo la tutela de la niña. No obstante, el hombre quería encontrar la manera de detenerla sin tener que regresar su pasado al presente.
Jessica alzó la mirada sin comprenderla. La mujer, sin detenerse por un momento, la inspeccionó con desplante, aunque jamás lo dijese la hacía sentirse desprotegida, le quedaba muy claro que algo de ella ya no le agradaba. Salvo las veces en las que lucía como una madre amorosa. Arthur soltó el aire de sus pulmones. Pronto comenzarían con una discusión que no tendría fin. Sabía que tenía las de perder con aquella mujer, no tenía ni idea de porque había accedido a su propuesta, pero le había demostrado que ella no era ingenua.
Una hora después Jessica se dejaba caer sobre su cama consternada, respirando con profundidad. Lo mejor era dejar de pedir su atención ya que ninguno de los dos la quería dentro de sus planes. Ni su madre la quería como cuando era una cría, ni su padre la necesitaba a su alrededor. Seguro que lo mejor era aceptar la vida de amor maternal que terminaba recibiendo de la señora Lewis, aunque estar con la familia de Nicole siempre la hacía sentir como una niña abandonada por sus padres.
-Niño cara de bebé ha confesado que siente cosas bonitas por ti, frente a todos los chicos, mientras que James ha golpeado a su amigo César por algo que tenía que ver contigo- la escuchó decir al tiempo que se acercaba hasta ella.
-¿Has venido sola? - Preguntó limpiando las babas que su beso dejó en su frente, ignorándola. Nicole rodó los ojos haciéndola reír.
-Mamá me ha traído- respondió-. Verónica está al teléfono, así que debes saber que entré sin llamar a la puerta, esa mala costumbre inglesa que tiene de no ponerle seguro hace las cosas más fáciles para quien venga a robar.
Intentó encontrarle diversión a sus palabras, sin embargo, asintió desganada sin decir nada.
>> ¿Qué carajos sucede contigo? Estamos a unos días de tu cumpleaños y aún no he recibido mí invitación- le reclamó y enarcó una ceja mirándola con atención-. Será lo mismo este año, ¿verdad?
La chica estaba agotada. Pasaba los años encerrada en casa mientras ellos atendían asuntos laborales fuera del país. Gracias a Dios su nana le horneaba un pastel e invitaba a la familia Lewis a comer con ella, de manera que cada año procuraba hacerla olvidar la ausencia de sus padres. Así que las excusas con Nicole salían sobrando porque prácticamente había crecido como un miembro más de aquella familia.
-Debes evitar que en un futuro quiera casarme con alguien y tener hijos. Si de abandonarlos se trata, para tener una buena vida, prefiero evitar traerlos al mundo y después hacerlos a un lado.
-¡Santa mierda! - Soltó olvidando por completo su educación.
-¡Nicole! - Las mejillas de la chica se sonrojaron y su amiga la miró carcajeándose.
-¡Por las barbas de Merlín! - Se burló-. Tú estás bromeando conmigo, jodidamente alucinas con los finales felices así que no comprendo a qué viene tan repentina decisión.
-Lo cierto es que a nada en especial-mintió, vivía ilusionada si del romanticismo se trataba-. Sucede que ya tengo planeado mi futuro- murmuró acomodándose un mechón tras la oreja.
-Eso suena como a que mañana mismo tendremos la edad suficiente como para besuquear y toquetear a los niños.
-Puedo asegurarte que tu mamá no querrá oírte hablar de esa manera.
-Mamá sigue creyendo que no sé qué el hombre tiene un pene y la mujer una vagina. Para ella seguimos estando en el jardín de infantes.
-Asquerosa.
-Dentro de poco olvidarás que acabas de ofenderme sin razón alguna.
Brit Su, una chica con un gran objetivo en su vida: conocer a sus padres biológicos y la razón por la cual la abandonaron. Ella es trabajadora, soñadora y su pasión es ayudar a los demás, se embarca en un viaje a Shanghai su tierra natal para realizar unos proyectos En el transcurso de su viaje se encuentra con Daniel Ye, un joven CEO que ve la vida en blanco y negro, el cual no cree en el amor, pero en cuanto ve a Brit queda en un estado complicado que ni él sabe si es atraccion o amor. ella lo hará ver la vida de otra manera y colores. Lo de más lo tendréis que descubrir.....
Todo el mundo pensaba que Lorenzo quería de verdad a Gracie, hasta el día de la operación de corazón de su hija. Para sorpresa de Gracie, Lorenzo donó el preciado órgano que necesitaba su hija a otra mujer. Desolada, Gracie optó por el divorcio. Impulsada por su necesidad de venganza, Gracie se unió al tío de Lorenzo, Waylon, y orquestó la caída de Lorenzo. Al final, este se quedó sin nada. Consumido por el remordimiento, él suplicó por una reconciliación. Gracie pensó que era libre de seguir adelante con su vida, pero Waylon la retuvo con un abrazo. "¿Pensaste que podías abandonarme?".
"¡Ahh!". Ella solo podía gemir, a pesar de que no amaba a ese hombre; de hecho, lo odiaba. Las manos del hombre recorrían todo su cuerpo. Ella jadeó cuando él comenzó a bajarle el cierre del vestido. Este terminaba en su cadera, así que terminó con la espalda y la cintura descubiertas. "No me toq... ¡mmm!". El hombre movió sus dedos por su espalda descubierta y presionó su cabeza contra una almohada. Los toques le provocaron escalofríos a la chica. "Haré que te olvides de sus toques, besos y todo lo demás. Cada vez que toques a otro hombre, solo podrás pensar en mí". ---- Ava Adler era una omega nerd. Los demás la molestaban porque pensaban que era fea y poco atractiva. Pero Ava amaba en secreto a un chico malo, Ian Dawson. Él era el futuro Alfa de la manada Mystic Shadow. Sin embargo, a él no le importaban las reglas ni las leyes, solo le gustaba coquetear con las chicas. Ava no era consciente de la arrogancia de Ian hasta que su destino se entrelazó con el del joven. Él la descuidó y la hirió profundamente. ¿Qué pasaría cuando Ava se convirtiera en una bella capaz de conquistar a cualquier chico y, al verla, Ian se arrepintiera de sus decisiones? ¿Y si ella tenía una identidad secreta que aún no había descubierto? ¿Y si cambiaban las tornas e Ian le suplicaba que no lo dejara?
Llevaba dos botellas de whisky y 3 semanas de insomnio, no comía bien, tampoco había parado de llorar. Me sentía hundida en un infierno que nunca imaginé experimentar. ¿Quién con un buen juicio creería que la persona que más amas en este mundo podría hacerte vivir semejante pesadilla? Nunca nadie se esperó que él me enseñara cómo tocar el cielo, solo para luego arrastrarme hasta lo más profundo del inframundo. ¿Cómo puedes explicar que la persona que amas te traicione y te mienta durante tanto tiempo? Antes de conocer a Amílcar Ferrer, el señor que se convirtió en el dueño de mi cielo, yo era una mujer soñadora con un futuro por perseguir. Pero todo eso quedó en el pasado. Este hombre, un exitoso empresario y el soltero más codiciado de todo el país, por alguna casualidad o maldición de la vida, posó sus ojos en mí. Descubrir que mis cinco años de amor están multiplicados por dos fue un golpe duro. Algunos llaman a todo esto destino, pero yo solo puedo decir que fue lo que me tocó vivir. Ahora estoy atrapada en un torbellino de engaños, dolor y desconfianza. Mi corazón está roto y mi mente llena de preguntas sin respuesta. Mi nombre es Rose Dewit, una mujer que tuvo su cielo pero fue arrastrada al inframundo por la persona en quien confiaba más. Mi historia es un relato duro y sin escrúpulos sobre el amor, la traición y la lucha por encontrar la verdad en medio del caos. ¿Seré capaz de encontrar el camino de vuelta a la felicidad o me sumergiré aún más en este abismo de oscuridad? Solo el tiempo y mi fuerza interior podrán responder eso.
Hanna Müller es una atractiva estudiante de medicina, que tiene a su cargo a su hermana de ocho años Mia, tras la muerte de su madre hace ya dos años, ella es su única familia. Para poder mantenerla a ambas, Hanna, de día, estudia medicina, pero por la noche hace de acompañante en una agencia de hombres millonarios. Dentro de sus normas, está no tener sexo con sus clientes, además ella tiene novio. Por otro lado, Roy William Miller, es el CEO, tras su padre, Norman Miller, retirarse el año anterior, lleva la dirección del Grupo Miller, aunque comparte sus acciones con sus hermanos, entre ellas está su melliza Alian. La razón por la que trasladó a la sede central de Miller en Londres es porque quería estar cerca de su hermana, ya que no se fiaba del marido de ella. Una noche descubre a su cuñado con otra mujer, una atractiva y deseable mujer que despierta su interés, al igual que su irá al descubrir que esa preciosidad es una mujer que se vende por dinero. Cosas suceden al mismo tiempo que lo cambia todo. Lo principal Mia, la hermana de Hanna, sufre un accidente, que necesita de una operación y una rehabilitación muy larga. Sólo le queda aceptar la propuesta del maldito CEO de ser su amante por un año, sin ninguna restricción por su parte, excepto la de enamorarse.
Lucia Meller es mi vida, me enseño amar, me enseñó a adorarla, me mostró el mundo de forma diferente, le di todo lo que la vida me ofrecía, y se ha ido; se llevó mi vida, mi amor, dejándome el corazón y el alma hecha pedazos. Ahora me duele respirar, me duele amar, me duele la vida. La quiero, jamás podré volver amar a alguien como la ame a ella; la quiero de vuelta, la quiero conmigo, a mi lado donde pertenece; pero por más que la busco no la encuentro, es como si la vida me la hubiera arrebatado y eso me duele, ella me enseñó que se puede matar a un hombre, aunque se conserve la vida, sin embargo, me canse, no puedo llorar por alguien que no me quiere amar y aunque duele, hoy después de casi dos años le digo adiós a mi sirena; después de todo soy Gabriel Ziegermman. Un año desde que me aparte de Gabriel y mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, amar a ese hombre es lo mejor que me ha pasado en la vida, a él le debo el hecho que hoy esté viva y tener a mi lado a mi mayor tesoro, él me enseñó que lo que se desea con el alma se obtiene, pero también me enseñó que amar duele, que su amor duele, a él le debo el dolor más grande, porque dejo de amarme, no fui suficiente para él, me enseñó que su madre, su exnovia y su destino no están conmigo, y aun así lo quiero de vuelta, sé que sus prioridades cambiaron; yo solo pedía una verdad sin embargo él prefirió engañarme y dejarme.Lo quiero olvidar y lo quiero conmigo, aunque no se lo merezca, pero como hago si amar ese hombre es mi arte. Ahora estoy de vuelta y lo único que quiero es tenerlo a kilómetros de distancia, porque me enseñó que yo también tengo derecho a cambiar mis prioridades. Novela registrada N ISBN 978-958-49-7259-0 Está prohibida su adaptación o distribución sin autorización de su autor. Todos los derechos reservados all rights reserved