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Oliver Smith vivía tranquilo disfrutando de la simpleza de la vida; de su familia, amistades y sexo esporádico con desconocidas, saciando su adicción al sexo con una o varias por noche. Sin embargo, una trágica tarde de otoño, termina con su paz cuando conoce a su peor dolor de cabeza, la chica de ojos azules, Karly Brown. Única sobreviviente de los asesinatos de su familía, un huracán que arrasa todo con su paso y la peor de las prohibiciones, teniendo que aprender convivir bajo el mismo techo. ¿Podrá Oliver sobrevivir a Karly? ¿Quién asesinó a los Brown?
AMOR
¿Qué es el amor?
El amor es más que un sentimiento.
El amor es una guerra, una batalla constante, librada en ocasiones dentro de nosotros y otras contra el mundo. Algo inevitable que nos convierte, rompiendo nuestra rutina, tirando abajo los conceptos establecidos, cometiendo ilegalidades con el único fin de alcanzar lo imposible... Normalmente, no apruebo la guerra, pero cuando se trata de una guerra por amor, lo hago sin dudar, sin perder la esperanza, aunque en más de una ocasión haya estado apunto de perderla.
Soy Oliver Smith, agente militar y os voy a contar la historia de un idiota unineuronal que cambió toda su vida por una pequeña lunática y sensual mujer que me desespera. Claro que si le preguntas a mi esposa, más que un idiota unineuronal, te dirá que soy un niño ingenuo, su eterno niño ingenuo.
OTOÑO DEL 2018
Si alguien pidiera que me describiera en dos palabras, estas serían, sin duda alguna; hombre y lujuria. Soy la clase de hombre que abre las puertas de los sueños más lujuriosos, tanto en solteras como en casadas. Un demonio travieso que se esconde en el cuerpo de un mortal para hacer pecar a las más santas. Solo sexo, sin amor. Sexo duro y salvaje, por una noche.
Nunca existirá una mujer que sea capaz de darle caza a mi corazón. A pesar de todo, que no quiera amor, no significa que no crea en el dichoso sentimiento, después de todo, creo cuando contemplo las miradas que dedican mis amigos enamorados a sus parejas. Es sólo que yo no salí del tipo amoroso.
¿Decepciono a alguien con mi forma de actuar?
Si, lo hago. Decepciono a las chicas que no me creen cuando digo que todo se resume en un encuentro de una sola noche, y decepciono a las que sueñan con poder derribar mis muros.
¿Me importa?
No. Siempre aviso en donde se están metiendo antes de que el juego de seducción empiece.
-Oliver, por favor -jadea suplicante la latina, sabiendo mi nombre cuando apenas recuerdo la inicial del suyo. Creo que era la "n", pero no pondría la mano en el fuego por ello -Oh, Dios. Papi, eres demasiado travieso.
Sus ojos oscuros me observan desde una posición ventajosa mientras estoy ocupado con la lengua en su parte más íntima, jugando con el piercing en el clitorís. Acaricio sus labios inferiores, separándolos con dos dedos, los cuales dejo perder por su interior, haciéndola gemir al ritmo de la falsa penetración. Alternando los ritmos, apartando la lengua de su punto erógeno para poder masajear con el pulgar. Y beso los muslos abriendo sus largas piernas.
-¡Más! ¡Oliver, más! -gime, provocando la palpitación de mi polla escondida bajo el tejano.
Clavo los dientes en la piel morena, dejando un pequeño recordatorio del encuentro y saco los dedos mojados, lamiéndolos, dedicándole una mirada caliente que es correspondida con su perversa expresión. Entierro la boca en su entrepierna, introduzco la lengua en movimientos ágiles, provocando gritos enloquecidos, saboreando cada rincón. Y por su parte, me agarra de la cabeza, empujándome contra el coño, sin que detenga la acción.
-¡Oh, joder! ¡Sigue así, papi! ¡Sigue así!
Sigo comiéndole el coño entero, complaciendo cada súplica, aumentando los gritos placenteros, sujetando sus muslos cuando los espasmos empiezan y el orgasmo llega, haciendo que pueda disfrutar de los salados flujos vaginales. Sigo atento hasta que se libera al completo, bebiendo sediento, sin desperdiciar ni una gota.
-¡Dios! ¿Quién te ha enseñado? -pregunta, con la respiración alterada.
-Soy autodidacta.
Salgo de la cama desnudándome, exponiendo la dura erección que hace rato quiere entrar dentro del partido.
Abro el cajón de la mesa de noche, sacando el último condón, cosa que no me preocupa, ya que tengo tres cajas más en el armario. Rasgo el paquete plateado con los dientes y escupo el envoltorio al suelo.
Con el seguro puesto, para evitar indeseables accidentes, regreso a la cama y atrapo de nuevo sus piernas, alzándolas por encima de los hombros. La chica me facilita el encuentro con su interior, separando las paredes vaginales con sus dedos delegados, esperando por la misma acción que yo. Entro levemente con la punta y a continuación, me entierro de golpe, liberando gemidos que acompañan a los de la invitada.
Entro y salgo. Me muevo a capricho. Aumento la oferta ante la demanda constante de sus gritos.
¡Más fuerte! ¡Más salvaje!
La habitación huele a sexo por cada una de las cuatro paredes, sin olvidarse de ninguna equina.
Me inclino hacia sus pechos, flexionando sus rodillas en mis hombros con facilidad para alcanzar su pezón derecho con la boca. Chupo y tiro de ellos, masajeando el contorno, sin ser capaz de capturar al completo sus tetas dadas las dimensiones.
Sigo marcando el ritmo con puras embestidas, sin aflojar el compás, dado a las altas exigencias que cumplo a la perfección. Me clava las largas uñas en el torso y antes de que me siga marcando, atrapo las muñecas con una mano y las llevo por encima de su cabeza, lejos de mi alcance, quedando a escasos centímetros de su boca. Su aliento acaricia mi barba sombreada y bajo enseguida a las tetas, entreteniéndome con los pezones, lamiendo y succionando.
Se retuerce del placer en un nuevo grito más intenso que el anterior y salgo, volviéndome en simple espectador de su momento. No estamos sincronizados. Se corre demasiado rápido y a mi me gusta que tengan más aguante. Si ellas exigen y cumplo, estoy en mi derecho de exigir.
-Coges muy rico, papi.
Me siento en el borde de la cama, apoyando la mano en la cabeza. La chica se acerca abrazándome por detrás, apoyando los melones en la espalda y me acaricia el brazo con ternura, produciendo un intenso escalofrío en mí. No me gusta. No puedo con la mierda del afecto procedente de personas que no pertenecen a mi reducido círculo de amistades y familiares.
-¿Estás bien?
-No me he corrido -respondo sin gracia.
-No te preocupes, papi -susurra picara a mi oreja izquierda -Me voy a encargar con mucho gusto de nuestro pequeño problemilla.
Se baja de rodillas al suelo, envolviendo la polla con la mano y lame inicialmente la punta, prosigue metiéndose todo el grosor con apetito. Comiendose los veinte centímetros a buen ritmo. Apoyo las manos abiertas sobre el colchón, dejándome hacer virguerias con su lengua, sintiéndome compensado con la buena mamada que está realizando.
El móvil suena en la mesa de noche y le hago una coleta a la latina, impidiendo que sea tan intensa mientras que compruebo el contacto.
SAMUEL
Sólo un nombre es suficiente para que detenga el encuentro de golpe y sin remordimientos.
Alejándome de la chica, la cual sigue de rodillas en el suelo sin comprender mi actitud, me acerco a la ventana y contemplo el sol salir por el horizonte. Otra noche sin dormir donde he follado con tres tías distintas; un trío con gemelas y el dúo con la latina. Y dada la llamada, sé que aún me queda un largo rato sin dormir.
-Oliver, cariño -dice la latina con suavidad, pronunciado una palabra prohibida, cariño. No soy su cariño y no puede creer que lo vaya a ser -¿Ocurrió algo malo? Porque si no es así...
-Aséate y vístete, lárgate de mi casa -digo con brusquedad, cortando de raíz toda esperanza que tenga por tenerme -No me gusta repetirme.
-¿Perdona? -levanta una ceja.
-Tengo un asunto que atender y me sobras.
Otra llamada se produce después de que no haya llegado a atender a Samuel.
ARIANA
-¿Me recuerdas tú número?
-No te lo he dado y no te lo daré.
-¿Volveremos a quedar? -pregunta insistente, limitando mi paciencia.
-No me jodas y lárgate. Nosotros no vamos a quedar por más que insistas, te lo dije antes de que vinieras y no voy a rectificar. Esto fue un polvo y nada más. Punto y final. Adiós.
Se le tiñe las mejillas con un suave rojizo, desprendiendo chispas rabiosas a través de la mirada opacada, furiosa por no haberme creído. Da dos zancadas rápidas y antes de que me estampe la mano en la cara, atrapo su muñeca interrumpiendo su próposito.
-¡Eres un idiota! -grita con rabia.
-Si, lo soy. Por haberte elegido, por haberte dejado entrar en casa, por haberte tumbado en la cama y haberte dado dos putos orgasmos -digo sin perder la dureza en el tono -Por otro lado, te lo dije desde el primer momento, sólo íbamos a follar y nada más. La ciudad es pequeña y todos me conocen, follo por placer, joder.
-Creía que sería diferente conmigo.
-Te equivocaste -la suelto -Vístete y vete, no sigas humillándote por mi. No valgo nada para que lo hagas. Si quieres amor, sal y búscalo. Existen miles de hombres que sabrán amarte como te lo mereces, pero no yo.
La chica se rinde y se viste, maldiciendome, dejándome de cabrón para arriba sin que me importe. Antes de salir me hace una pequeña dedicatoria con el dedo del medio, niego y atiendo la llamada.
-Buenos días, Ariana.
-Buenos días, conejo follador. Ya era hora que contestaras, creía que te había engullido alguna clase de anaconda -bromea agradablemente.
-¿Qué necesitáis?
-Día en el pantano. ¿Te apuntas?
-¿Cuánto vais a tar... ? -escuchó el claxon, ruedo los ojos y camino por la habitación -¿Cuánto lleváis esperando?
-Lo suficiente para conocer el rostro de la víbora frustrada -contesta Ariana y Samuel se ríe de fondo -¿Desde cuándo las dejas insatisfechas? ¿Acaso tienes problemas de erección y no nos lo has confesado?
-Me alegra saber que te preocupa mi polla después de haberme interrumpido el polvo, pero no tienes de qué preocuparte. Me masturbaré pensando en ti, dedicándote la corrida hasta la última gota.
-¡Grosero! -recojo el pantalón del suelo.
-No te metas con mi chica -interrumpe Samuel mientras me pongo el pantalón y voy por la camiseta -Es mía y no hay ni un solo cachito para tí.
-No me interesan las planas.
-¡Te sigo escuchando! -grita Ariana.
A falta de ponerme los zapatos, voy al cuarto de baño mojándome el cabello, usando los dedos para peinar los mechones castaños hacía atrás.
-Sé que me escuchas. Cinco minutos y bajo -atrapo el desodorante.
-¿Tan rápido te corres? -Ariana está loca.
-¿Estás segura de querer seguir hablando sobre mi vida sexual?
-Cero comentarios, cero comentarios -se ríe tan bromista como siempre, teniéndome más que acostumbrado a sus pequeños sonidos de chinchilla -Así que sé un buen conejo, mueve tu colita esponjosa deprisa o nos largamos sin tí.
-Un café y estoy con vosotros.
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Instagram: MikaelaWolff
Mi familia era pobre y tenía que trabajar medio tiempo todos los días solo para pagar las cuentas y estudiar en la universidad. Fue entonces cuando la conocí, la chica bonita de mi clase con la que todos los chicos soñaban salir. Era muy consciente de que ella era demasiado buena para mí. De todos modos, reuniendo todo mi coraje, le dije que me había enamorado de ella. Para mi sorpresa, accedió a ser mi novia. Me dijo, con la sonrisa más bonita que he visto en mi vida, que quería que el primer regalo que le diera fuera el último iPhone de gama alta. Un mes después, mi arduo trabajo finalmente valió la pena. Pude comprar lo que ella quisiera. Sin embargo, la pillé en el vestuario besando al capitán del equipo de baloncesto. Incluso se burló despiadadamente de mis defectos. Para colmo, el tipo con el que me engañó me dio un puñetazo en la cara. La desesperación se apoderó de mí, pero no pude hacer nada más que tirarme en el suelo y dejar que pisotearan mi orgullo. Cuando nadie lo esperaba, mi padre me llamó de repente y mi vida cambió. Resulta que soy el hijo de un multimillonario.
"¡Ahh!". Ella solo podía gemir, a pesar de que no amaba a ese hombre; de hecho, lo odiaba. Las manos del hombre recorrían todo su cuerpo. Ella jadeó cuando él comenzó a bajarle el cierre del vestido. Este terminaba en su cadera, así que terminó con la espalda y la cintura descubiertas. "No me toq... ¡mmm!". El hombre movió sus dedos por su espalda descubierta y presionó su cabeza contra una almohada. Los toques le provocaron escalofríos a la chica. "Haré que te olvides de sus toques, besos y todo lo demás. Cada vez que toques a otro hombre, solo podrás pensar en mí". ---- Ava Adler era una omega nerd. Los demás la molestaban porque pensaban que era fea y poco atractiva. Pero Ava amaba en secreto a un chico malo, Ian Dawson. Él era el futuro Alfa de la manada Mystic Shadow. Sin embargo, a él no le importaban las reglas ni las leyes, solo le gustaba coquetear con las chicas. Ava no era consciente de la arrogancia de Ian hasta que su destino se entrelazó con el del joven. Él la descuidó y la hirió profundamente. ¿Qué pasaría cuando Ava se convirtiera en una bella capaz de conquistar a cualquier chico y, al verla, Ian se arrepintiera de sus decisiones? ¿Y si ella tenía una identidad secreta que aún no había descubierto? ¿Y si cambiaban las tornas e Ian le suplicaba que no lo dejara?
Celia Kane proviene de una familia adinerada, pero perdió a su madre a una edad temprana. Desde entonces, ha vivido una vida difícil. Peor aún, su padre y su madrastra le tendieron una trampa para que ella se casara con Tyson Shaw en lugar de su media hermana. No dispuesta a aceptar su destino, Celia se escapó el día de la boda y, accidentalmente tuvo una aventura con un desconocido. Al día siguiente, ella se fue en secreto y, más tarde, su padre la encontró. Habiendo fracasado en escapar de su destino, se vio obligada a convertirse en la novia sustituta. Inesperadamente, su esposo la trató muy bien después de la boda. Celia también conoció poco a poco que él tenía muchos secretos. ¿Descubriría Celia que el hombre con el que se acostó era en realidad su marido? ¿Tyson sabría que Celia era solo una sustituta de su media hermana? ¿Cuándo iba a descubrir Celia que su anodino marido era en realidad un magnate misterioso? Descúbralos en este libro.
Victoria ha pasado tres años casada con Oliver, amando a un hombre que nunca ha podido corresponderle. Desde el inicio de su matrimonio, Oliver ha sido incapaz de dejar atrás su amor por Zoé, su antigua pareja, cuya trágica muerte lo dejó sumido en el dolor. Convencido de que Victoria tuvo algo que ver con el accidente que acabó con la vida de Zoé, Oliver la ha rechazado constantemente, viviendo en un matrimonio frío y distante. A pesar de sus esfuerzos por ganarse su afecto, Victoria se resigna a una relación sin amor, cargando con el peso de la culpa que nunca ha sido suya. Todo cambia cuando, finalmente, deciden divorciarse. Con la distancia que la separación les otorga, Oliver comienza a ver a Victoria bajo una nueva luz. La ausencia le revela sentimientos que nunca había reconocido, y mientras ella trata de seguir adelante con su vida, él se da cuenta de que quizá siempre estuvo equivocado. Ahora, Oliver deberá enfrentarse a sus propios demonios y descubrir si es demasiado tarde para amar a la mujer que siempre estuvo a su lado.
Lucia Meller es mi vida, me enseño amar, me enseñó a adorarla, me mostró el mundo de forma diferente, le di todo lo que la vida me ofrecía, y se ha ido; se llevó mi vida, mi amor, dejándome el corazón y el alma hecha pedazos. Ahora me duele respirar, me duele amar, me duele la vida. La quiero, jamás podré volver amar a alguien como la ame a ella; la quiero de vuelta, la quiero conmigo, a mi lado donde pertenece; pero por más que la busco no la encuentro, es como si la vida me la hubiera arrebatado y eso me duele, ella me enseñó que se puede matar a un hombre, aunque se conserve la vida, sin embargo, me canse, no puedo llorar por alguien que no me quiere amar y aunque duele, hoy después de casi dos años le digo adiós a mi sirena; después de todo soy Gabriel Ziegermman. Un año desde que me aparte de Gabriel y mi vida dio un giro de ciento ochenta grados, amar a ese hombre es lo mejor que me ha pasado en la vida, a él le debo el hecho que hoy esté viva y tener a mi lado a mi mayor tesoro, él me enseñó que lo que se desea con el alma se obtiene, pero también me enseñó que amar duele, que su amor duele, a él le debo el dolor más grande, porque dejo de amarme, no fui suficiente para él, me enseñó que su madre, su exnovia y su destino no están conmigo, y aun así lo quiero de vuelta, sé que sus prioridades cambiaron; yo solo pedía una verdad sin embargo él prefirió engañarme y dejarme.Lo quiero olvidar y lo quiero conmigo, aunque no se lo merezca, pero como hago si amar ese hombre es mi arte. Ahora estoy de vuelta y lo único que quiero es tenerlo a kilómetros de distancia, porque me enseñó que yo también tengo derecho a cambiar mis prioridades. Novela registrada N ISBN 978-958-49-7259-0 Está prohibida su adaptación o distribución sin autorización de su autor. Todos los derechos reservados all rights reserved
Después de ser incriminada por su novio y su mejor amiga, Nicole terminó pasando la noche con un misterioso extraño. Ella disfrutó mucho de la cita inesperada, pero cuando se despertó a la mañana siguiente, no pudo evitar sentirse mal por lo que había hecho. Sin embargo, toda la culpa que sentía se le pasó al ver el rostro del hombre que yacía a su lado. "Es realmente... hermoso", susurró, asombrada por lo que estaba viendo. La culpa se convirtió rápidamente en vergüenza, y eso le hizo dejarle al hombre un poco de dinero antes de irse. Kerr estaba asombrado. "¿Esa mujer trató de pagarme? ¿Como un prostituto?', pensó ofendido. "Pide al gerente del hotel el video de vigilancia", le ordenó a su asistente con tono autoritario. Tenía una expresión decidida en el rostro. "Quiero saber quién estuvo en mi habitación anoche, y cuando encuentre a esa mujer, ¡voy a enseñarle una lección!" ¿En qué terminará esta historia? ¡Averígüelo en El CEO Y SU ENCANTADOR HIJO en Manobook!