/0/17270/coverbig.jpg?v=78f4ee6bd7e756df46e81c3a1ec74062)
Aterricé en Logroño, el heredero del imperio vinícola Valdegracia, listo para reclamar lo que era mío. La cena de bienvenida se convirtió en una emboscada, con mi padre presentando a Sofía, la huérfana de su amante, y mis hermanastros ilegítimos exigiendo mi herencia, esperando que explotara. Pero la verdadera traición no vino de quienes esperaba; la trampa estaba tejida con una astucia y crueldad que ni siquiera yo predije, con la participación de todos, incluso de Sofía. Desperté atado, diagnosticado con "paranoia y psicosis" por médicos comprados, mientras mi propia familia, incluyendo a Sofía, confesaba haber envenenado a la madre de ella y urdido todo para mi encierro y despojo total. Creyeron que estaba derrotado, que habían ganado; pero todo era parte de un plan mucho más grande, uno que llevaba años tejiendo, y su confesión fue la prueba final que necesitábamos.