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Gavin

46 Libros Publicados

Libros de Gavin

Pierde amor por Amnesia

Pierde amor por Amnesia

5.0

Mateo Vargas, un arquitecto con el alma destrozada, marcaba un número con la determinación de quien ya no tiene nada que perder, planeando la "desaparición" definitiva que, esperaba, pondría fin a ocho años de un infierno inimaginable. Ese infierno había comenzado con un trágico accidente: su amada Sofía Herrera había perdido la memoria, olvidando a Mateo por completo, y en su confusión, se había aferrado a Ricardo Montes, un rival que siempre lo había envidiado en secreto. Sofía, manipulada y embrutecida, no solo despreció a Mateo públicamente, tildándolo de "mantenido", sino que llegó al abismo de la crueldad al tratar a su propio hijo, Leo, como una "carga molesta"; incluso, en un acto monstruoso, intentó forzar a Mateo a donar un riñón al hermano de Ricardo, amenazando con quedarse con la custodia de Leo mientras él escuchaba su voz fría desear su muerte para que Ricardo tomara su lugar. ¿Cómo pudo la mujer que una vez prometió amarlo por siempre convertirse en una desconocida fría y venenosa, capaz de tales atrocidades, especialmente hacia su propio hijo? El dolor de Mateo era un vacío helado, una cicatriz imborrable: ese amor estaba muerto, consumido por las cenizas de la traición y la indiferencia. Ya sin amor, solo con resentimiento y la inquebrantable necesidad de proteger a Leo, Mateo tomó una decisión irreversible: orquestaría su propia "muerte" y la de su hijo en un naufragio simulado, adoptando nuevas identidades en Uruguay y dejando atrás una grabación explosiva que, inevitablemente, revelaría la cruel verdad a Sofía, pero solo cuando ya fuera demasiado tarde para arrepentirse.

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Mi Muerte Falsa

Mi Muerte Falsa

5.0

Mi esposa me dijo: "Si pudiera volver atrás... lo esperaría a él." Esas palabras me las susurró la Isabella del futuro, mientras yo agonizaba y ella me creía moribundo, justo después de descubrir que mi mujer, supuestamente fallecida en un accidente aéreo, estaba viva y en brazos de otro hombre. Desperté en el primer año de nuestro matrimonio, veinte años más joven, con esa premonición cruel grabada en mi alma. La amada Isabella de mi presente, con su sonrisa perfecta, comenzó a tejer una red de mentiras. La seguí a escondidas y la vi con Ricardo, el músico, confirmando mi peor pesadilla. Luego vinieron las grabaciones de sus gemidos, las burlas de él, y la verdad: ella planeaba su propia "muerte" para huir conmigo. Me humilló públicamente, me culpó de sus problemas y, cuando me negué a ceder a sus manipulaciones, me difamó sin piedad. El dolor era insoportable, una traición que me desgarraba el alma. ¿Cómo la mujer que juró amarme incondicionalmente podía ser tan calculadora y cruel? Consumido por la farsa, decidí que no podía seguir así. Si ella tramó una falsa muerte para escapar, yo haría lo mismo. Orquesté mi propia desaparición en la Patagonia, un plan limpio y definitivo. Con la ayuda incondicional de mi madre y el apoyo inesperado de Sofía, una mujer noble y sincera, forjé un nuevo destino. Juntos, no solo reconstruiré mi vida, sino que desmantelaré el imperio de corrupción de su familia, mientras Isabella aprende el verdadero significado de la pérdida.

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Desaparecer y reclamar mi vida

Desaparecer y reclamar mi vida

5.0

Mi vida parecía perfecta, cubierta de lujo junto a Sofía, la poderosa CEO de Bodegas Valdepeñas, aunque yo, Mateo, su marido, era solo un artista perdido en su sombra. Pero una bofetada silenciosa en mi teléfono lo cambió todo: una notificación de un cargo en su tarjeta corporativa, miles de euros para un retiro de lujo en Maldivas, destinado no a mí, sino a un tal Iván, su amante. La confronté, pero su respuesta fue un acto de crueldad sin límites: amenazó la seguridad de mi querida abuela Carmen en Jerez, me obligó a soportar la presencia de Iván en nuestra propia casa, y en el acto más vil, destrozó mi guitarra, una Conde Hermanos de 1958, herencia de mi abuelo y recipiente de mi alma, delante de mis ojos. Ella orquestó humillaciones públicas, como subastar la canción más íntima que le compuse, y finalmente, me tendió una trampa, acusándome de agresión para enviarme a un calabozo y quebrarme por completo. Allí, entre la desesperación y el dolor, me preguntaba cómo una persona podía ser tan monstruosa, robándome todo, mi arte, mi dignidad, mi libertad, dejándome como un caparazón vacío sin posibilidad de escapar. Pero en mi hora más oscura, una visita de mi abuela Carmen encendió una chispa de esperanza al revelar un secreto olvidado: una cláusula en nuestra capitulación matrimonial que, si se demostraba su infidelidad, liquidaría su fortuna y me liberaría. No estaba solo. Una figura inesperada, la brillante neurocientífica Elena de la Torre, apareció como mi protectora, y juntos, con una precisión meticulosa, trazamos un audaz plan para desaparecer y reclamar mi vida, mi paz y, quizás, un verdadero amor lejos de sus garras.

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Amor continua por Diario

Amor continua por Diario

5.0

Mi matrimonio con Mateo Herrera duraba ya diez años. Nuestra vida transcurría, aparentemente, en una rutina normal. Pero hoy la verdad explotó. Descubrí que me engañaba con Camila, mi prima. Él, con una frialdad espeluznante, no solo se negó al divorcio, sino que me culpó a mí por su infidelidad, tildándome de aburrida y descuidada. La humillación pública fue insoportable. Mis propios tíos me exigieron perdonarlo "por el bien de la familia", priorizando cínicamente la "delicada salud" de Camila. Fui abofeteada por mi tío mientras Mateo, a mi lado, coqueteaba descaradamente con ella. Esa misma noche, mi esposo me destrozó con palabras crueles y luego intentó forzarme en nuestra propia cama. Me sentía destrozada, traicionada, reducida a la nada. Una rabia e impotencia indescriptibles me ahogaban. ¿Cómo podía la vida ser tan absurdamente cruel e injusta conmigo? Justo cuando la desesperación parecía mi única compañía, encontré un viejo diario de Mateo, de cuando tenía diecinueve años. Para mi absoluto asombro, un Mateo más joven (M19), lleno de amor y promesas, me respondió a través de sus páginas. Mi 'yo pasado' prometía protegerme, incluso si eso significaba sacrificarse para liberarme. ¿Sería este eco improbable del pasado mi única y desesperada tabla de salvación? Una oportunidad única de reescribir mi historia se abrió ante mí, y decidí que era hora de luchar.

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El verano que me cayo en infierno

El verano que me cayo en infierno

5.0

Mi vida pasada fue una pesadilla de traición y ruina. A los dieciocho, creí que el falso cortejo de Mateo y Lucas, orquestado por la manipuladora Carla, era amor. En realidad, fue el inicio de una humillación que me llevó a la pérdida de mi futuro, a ser acusada de plagio, al abandono tras la muerte de mis padres y, finalmente, a una muerte solitaria en la miseria. Pero, ¿qué pasa cuando se te concede una segunda oportunidad? De vuelta al verano trágico, con la piel sin las marcas del sufrimiento, sabía que mi destino podía cambiar. Sin embargo, ellos intentaron repetir la historia: sus falsas promesas, la traición en mi propia fiesta, incluso el intento de ahogarme en Ibiza, o el ataque brutal en Valencia que sus familias silenciaron con dinero y poder. Me di cuenta de que la justicia no vendría por las vías legales cuando la corrupción era tan profunda. La ira y la injusticia por todo lo que me hicieron era un fuego frío en mi interior. ¿Cómo se atrevían a pensar que podían seguir controlando mi vida? ¿Creían que sus imperios eran intocables? La verdad de su vileza me golpeó con fuerza. No. Esta vez no sería la víctima. Con la memoria de una vida entera de dolor y el conocimiento de sus verdaderos rostros, el juego ha cambiado. Regresé, no para jugar según sus reglas, sino para reescribir la partida por completo. Esta vez, yo pongo las reglas para destruir a quienes me destruyeron, de una forma que ni el dinero ni el poder de sus familias podrán detener.

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El Protegetor Invisible

El Protegetor Invisible

5.0

Mis padres, los Vargas, me sentenciaron: iría a Argentina. Yo, Alejandro, el enólogo genio y anónimo para el mundo, el que creaba los vinos que daban fama a mi impresentable hermano Ricardo, debía marcharme. Mi madre, Carmen, y mi padre, Fernando, me veían solo como una pieza en su tablero, un sacrificio más para su primogénito. Por meses, cuidé de Isabella, la mujer que amaba, mientras ella sufría de amnesia, y me llamó su "Guardián". Pero fue en la fastuosa fiesta de compromiso de Ricardo e Isabella donde mi vida se fracturó para siempre. Ricardo, con una sonrisa triunfal, la engañó para que creyera que él era su verdadero "Guardián". Me acusaron, ante todos, de robar el medallón idéntico al que yo le había hecho a mano, ahora en manos de mi hermano. Mis padres confirmaron la mentira, tachándome de ladrón celoso, un paria perpetuo. Y entonces, frente a la élite vinícola, mi padre me abofeteó. El sonido resonó en la grandiosa bodega, y mi espíritu se hizo añicos en ese instante. Isabella me miró con absoluto desprecio, sin una pizca de duda en sus ojos, completamente convencida de la farsa. Más tarde, en el hospital, mi familia me ignoró, volcando su preocupación en Ricardo, mientras Isabella me culpaba por un accidente que casi me cuesta la vida. En mi propia habitación, Ricardo se regodeó, asegurando que ella siempre sería suya, que yo nunca importaría. Fui arrastrado al fondo de la piscina, acusado de intento de asesinato; luego encerrado en la antigua morgue, en la oscuridad y el frío. Allí, Isabella, mi supuesto amor, me forzó a confesar crímenes que no cometí. En el cumpleaños de Ricardo, me arrebató el reloj de mi abuelo, y me quitó el medallón que yo mismo llevaba, entregándolo a mi hermano como símbolo del "verdadero Guardián". Me dejaron sangrando en el suelo, mi padre golpeándome sin piedad, como si fuera menos que nada. ¿Por qué fue tan fácil para ella creer sus mentiras y tan imposible creer en mí? ¿Era mi destino una existencia de humillación y abandono, una condena impuesta al nacer? Nací solo para servir a Ricardo, para suplir sus carencias, para ser su sombra eterna y su chivo expiatorio. ¿Era este mi único propósito: el sacrificio perpetuo sin amor ni reconocimiento? Con el corazón vacío y la sangre aún en mis venas, tomé una decisión inquebrantable. Romí el billete de avión y firmé mi propia sentencia de muerte social: la renuncia a mi familia y a mi pasado. Dejé todo atrás en España, embarcándome en un nuevo futuro. Alejandro Vargas murió ese día; hoy nacería un nuevo hombre, libre por fin.

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Cicatrices de un Sicario Leal

Cicatrices de un Sicario Leal

5.0

Fui la sombra de Isabella, su sicario más leal. Por ella derramé mi sangre, cada cicatriz un tributo a mi devoción inquebrantable. Mi lugar a su lado era indiscutible. Hasta que regresó con él: Rafa. Un muchacho de cara angelical y torpeza impostada. Lo presentó como su "protegido", su "consorte". Mi mundo se deshizo. Me despojaron de mi hogar, de mi dignidad. Rafa ocupó mi lugar. Yo, el que la protegía de las balas, fui públicamente humillado y castigado. Luego, lo impensable: mataron a Sombra, mi único compañero. Sentí que me moría. Me arrojaron al mar, alimento para los peces. ¿Cómo pudo Isabella, por quien sacrifiqué todo, ser tan ciega? ¿Tan cruel? ¿Creer las mentiras de ese farsante y desecharme sin piedad? Mi corazón se desgarraba con ira y una confusión insoportable. Pero el mar me salvó. Escapé de la muerte para buscar una vida nueva, lejos de la sangre. Sin saber que, al hacerlo, me acercaba a una verdad más amarga, y que el pasado, en un último acto sangriento, no me dejaría ir tan fácilmente.

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Mi venganza con Ai

Mi venganza con Ai

5.0

Isabella Montoya Vargas era una arquitecta exitosa en Buenos Aires, una mujer afortunada y profundamente enamorada de su prometido, el futbolista Ricardo Giménez. Organizaba una gala donde él sería homenajeado, creyendo vivir su sueño. Pero un mensaje anónimo lo cambió todo: fotos de Ricardo besándose apasionadamente con Valeria Suárez, su ex y, cruelmente, ¡la hijastra de su propio padre! El asombro se convirtió en un dolor desgarrador. Luego, una frialdad inquebrantable la invadió al escuchar a Ricardo confesar a Valeria que se casaría con Isa por dinero y contactos, pero que ella era solo una ingenua y Valeria, su "verdadera pasión". Más tarde, encontró videos de ellos en su propia cama, riéndose de ella, lo que la llevó a herirse la mano sin sentirlo, su corazón ya helado. La traición y el desprecio superaban cualquier dolor físico, encendiendo una ira silenciosa. ¿Por qué le mintió así? ¿Cómo osó usarla de esa manera? En medio de la devastación, Isabella recordó la IA de su madre, "Compañero Perfecto". Activó a Sebastián, su nuevo confidente inorgánico, y con una determinación escalofriante, comenzó a reunir pruebas, maquinando una venganza tan minuciosa que Ricardo jamás anticiparía.

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Contrato de gratitud

Contrato de gratitud

5.0

Mi vida era una coreografía perfecta, precisa al minuto. Cada día, a las seis de la mañana, seleccionaba el traje de Armani de Mateo, preparaba su café a 85 grados exactos. Durante cinco años, fui la sombra eficiente de su existencia, viviendo en una jaula de oro que parecía mi destino. Pero esa rutina se hizo pedazos cuando un nombre, "Elena", apareció en la pantalla del móvil de Mateo. Su "luz de luna blanca", su amor perdido que él nunca superó, había regresado a Madrid. Su indiferencia, antes pasiva, se volvió un abandono total. Dejó de verme. Cuando en una cena, una sopa hirviendo cayó sobre mí, escaldándome el brazo, Mateo no dudó: cubrió a Elena con su cuerpo, dejándome sola con el dolor y la herida, mientras ellos se iban al hospital por un simple salpicón. En ese instante, con la piel quemada y el alma destrozada, lo entendí. Cinco años de mi vida, mi sueño como bailaora de flamenco, mi dignidad... todo sacrificado por un "contrato de gratitud". ¿Era esta mi única función? ¿Ser su sirvienta invisible, un adorno prescindible? La humillación me ahogaba, pero también encendía una chispa de furia y claridad. La deuda estaba saldada. Mi paciencia se agotó. Una mañana, sin drama, sin lágrimas, puse los papeles del divorcio sobre la mesa. Mateo, absorto en su móvil por Elena, lo firmó sin leer una palabra. Él no entendía, pero yo sí: era el primer paso hacia mi verdadera libertad.

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Renacer de un Engaño

Renacer de un Engaño

5.0

Mateo Vargas se dirigía a Valle de Bravo con una rara orquídea, cargado de esperanza, pues su prometida Sofía, supuestamente, estaba allí internada por una grave enfermedad degenerativa. Pero al llegar al lujoso resort que ella llamaba "clínica", unas risas y unas palabras despreocupadas de Sofía, su amiga Isa y un tal Leo Montes, destrozaron su mundo revelando una cruel verdad. Escuchó con horror cómo Sofía confesaba que su "enfermedad" era una farsa, una "excusa" para unas vacaciones previas a la boda, un "último aliento de libertad" lejos de su "predecible" prometido, mientras alardeaba de que él, "un tonto", siempre regresaría, y más tarde, su amante, un artista manipulador, le provocó una caída que destrozó su mano. El corazón de Mateo se hizo pedazos: ¿cómo pudo ser tan ingenuo, cómo la mujer que creyó amar con tanta pureza podía ser tan calculadora y cruel? En un hospital, donde Sofía se quejó de sus propias "crisis nerviosas" mientras su mano herida sangraba, Mateo tomó la decisión final: el hombre que había sido estaba muerto, renacería como Martín Herrera, un nombre sin pasado, sin ella, en una vida nueva al otro lado del mundo.

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No robarán todos

No robarán todos

5.0

El día de mi boda con Ricardo, el hombre que amaba con toda mi alma, creí en el amor incondicional y en los sacrificios por la persona amada. Pero justo después del "sí, quiero", él me confesó su supuesta "ruina", condenando a nuestro hijo Mateo y a mí a cinco años de penurias inimaginables. Mientras yo me deslomaba en múltiples trabajos precarios, limpiando casas y repartiendo folletos, él vivía una vida de lujo con su antigua amante, Isabella, usando mi amor como una cruel farsa. La verdad se desveló brutalmente en una fiesta infantil, donde lo vi, opulento, actuando como padre orgulloso del hijo de su ex amor. Fui forzada a actuar como payasa junto a mi hijo, limpiando un suelo que él poseía. Las "soluciones" médicas para el niño de Isabella implicaron que mi pequeño Mateo fuera forzado a donar médula ósea sin mi consentimiento explícito, y yo fui exanguinada, casi hasta la muerte, por su indiferencia despiadada. Pero la traición más profunda llegó cuando fuimos secuestrados y pedí desesperadamente su ayuda. Ricardo no solo se negó a pagar el rescate, sino que, con una frialdad escalofriante, ordenó nuestra muerte, pronunciando la frase: "rómpales el billete". ¿Cómo pude amar a un monstruo así? Mi corazón, antes ciego y devoto, se transformó en un odio ardiente, una llama alimentada por cada lágrima y humillación. Con el alma destrozada pero con una furia inquebrantable, tomé la decisión determinante de divorciarme de él y de huir lejos con mi hijo. ¿Podrá su supuesto "arrepentimiento" borrar años de crueldad? Y lo más importante, después de tanto dolor, ¿podremos, por fin, Elena y Mateo encontrar la verdadera libertad y comenzar una nueva vida lejos de la sombra de su traición?

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La Jaula de Oro y el Veneno Silencioso

La Jaula de Oro y el Veneno Silencioso

5.0

Isabela Vargas, una joven muda de un pueblo costero de Oaxaca, vivía en una jaula de oro. Casada con el poderoso Ricardo Montenegro, su vida era un lujo vacío, una prisión sin barrotes. Pero un día, el velo de la opulencia se rasgó con un acto de crueldad inimaginable. Ricardo, enloquecido por la desaparición de su amante Sofía, ató a mis padres en la playa, con el agua subiendo peligrosamente. Exigió que revelara el paradero de Sofía, o ellos pagarían el precio. Mi mudez, una tortura adicional, se convirtió en la mordaza de mi angustia más profunda. Observé, inmovilizada por el terror, cómo sus hombres empujaban las cabezas de mis padres bajo el agua. Un grito ahogado murió en mi garganta, mientras el mundo entero de desvanecía. Mis padres. Muertos. Por mi culpa, resonaba en mi mente. El dolor era tan inconmensurable que me consumía, un fuego invisible que mi silencio amplificaba sin piedad. ¿Cómo podía el hombre que juró amarme ser mi carcelero, mi torturador, culpándome de una tragedia que él mismo orquestó? De ese abismo helado y esa agonía silenciosa, nació una nueva Isabela. Con un único y sombrío propósito: venganza. Busqué a Elena Cruz, mi amiga química, y en un cuaderno escribí una nota firme: "Necesito un veneno. Indetectable. Para él. Y para mí."

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Príncipe del Mar

Príncipe del Mar

5.0

Mi vida, como pescador mudo, transcurría bajo el control asfixiante de Isabella, mi esposa, una mujer cuya crueldad sádica se escondía tras un amor protector. Mis traumas infantiles, especialmente el olor a pescado podrido, eran sus herramientas favoritas para humillarme y mantenerme bajo su yugo. Un día, obsesionada con su nuevo capricho, el poeta Leandro, exigió que lo encontrara amenazando a mis padres. Cuando, para "castigarme", me mostró en una pantalla gigante a mis ancianos padres atados siendo arrojados al mar, mi mundo se hizo pedazos. Ella, mi "salvadora", orquestó esta cruel farsa, trasladándolos a una isla remota mientras yo creía que habían muerto. La humillación continuó, mi dolor era un espectáculo para ella y el pretencioso Leandro, que disfrutaba de mis tormentos. Me convertí en un juguete roto, el "Príncipe del Mar" de Isabella, despojado de mi dignidad, mi amor por ella convertido en ceniza. La pregunta me carcomía: ¿cómo podía alguien que decía amarme causarme tanto sufrimiento, usando mis miedos más profundos? Ya no había lágrimas, solo una determinación helada y un deseo de retribución. Fue entonces que, con el corazón destrozado, busqué a Javier, mi leal amigo veterinario, quien ideó un plan maestro. Fingiría mi propia muerte con un potente sedante de acción prolongada, un "veneno" indetectable. "Morí" en un coma profundo, liberándome de la jaula tóxica de Isabella, sin saber que mi "muerte" la arrojaría a una espiral de locura, culpa y una desesperada búsqueda de perdón que terminaría con su propia y trágica auto-aniquilación. Me esperaba una libertad que nunca imaginé.

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El Veneno de Su Amor

El Veneno de Su Amor

5.0

Soy Sofía Montoya, estudiante de Bellas Artes. Me había enamorado perdidamente de Mateo Vidal, un empresario influyente y mecenas, creyendo que nuestra relación era especial y que él era mi protector. Pero un día, el vídeo de nuestra intimidad se extendió como la pólvora por la universidad, convirtiéndose en una humillación pública. Las risas de Mateo y sus amigos revelaron la cruel verdad: todo era una venganza orquestada por Isabella, su hermanastra y prometida. Mi mundo se derrumbó. Los mensajes y burlas inundaron mi móvil, y mi padre me echó de casa, comparándome con mi madre y abandonándome a mi suerte. Lo peor llegó cuando Mateo, el hombre que amé, permitió que sus amigos me secuestraran, me torturaran y me dejaran marcada con cicatrices físicas y emocionales permanentes. ¿Por qué tanto odio? ¿Por qué mi existencia era un pecado tan grande como para merecer este infierno? Al despertar en el hospital, humillada y sin fuerzas, Isabella intentó matarme. Pero no me morí. En ese momento, decidí. Desaparecí. Me alejé para sobrevivir, sin mirar atrás, eligiendo que el pasado no me definiría más.

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Amor fuera del Sistema

Amor fuera del Sistema

5.0

Sofía Navarro, mi carrera como enóloga y la viña familiar dependían de un matrimonio por contrato con el arrogante Mateo Valdés. Siempre creí destinada a un final feliz con mi amor de la infancia, Lucas Herrera. Pero Mateo, convencido de ser el "villano" de una "novela barata", orquestó su propia elaborada "muerte" para liberarnos a mí y a Lucas. Su desaparición me sumió en una culpa abrumadora, revelando un amor por él que jamás me permití sentir. Los celos de Lucas por nuestra farsa matrimonial desencadenaron un terrible accidente para la familia de Mateo, encendiendo mi furia justiciera. Tras mi venganza contra Lucas, me vi envuelta en un accidente propio, despertando en un surrealista "sistema" de control narrativo. Este ente me reveló que era solo un personaje programado, insistiendo en que regresara a mi "guion" de "felicidad" con Lucas. Querían borrar mis recuerdos y manipular mi destino, reduciendo mi existencia a un mero papel preescrito. ¿Todo lo que creí mío, mis emociones, mis decisiones, era una farsa dictada por una fuerza invisible? Me negué rotundamente a ese destino impuesto, a esa "felicidad" vacía. Con una valentía inesperada, renuncié a todo: mi nombre, mi talento, mi historia, incluso mis propios recuerdos claros. Me convertí en Clara Montes, una "nadie", solo para romper el maldito guion. ¿Podrá este sacrificio desafiar al destino y permitirnos a Mateo y a mí escribir un nuevo y auténtico final?

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Más Fuerte que el Dolor

Más Fuerte que el Dolor

5.0

Sofía Valderrama, una esposa que lo había dado todo, vivía un idilio en la hermosa Bogotá con su esposo, Alejandro Montoya, creyendo en un amor para toda la vida. Pero su mundo se hizo pedazos al descubrir la descarada infidelidad de Alejandro, exponiéndola públicamente con su amante, Isabella. Intentó, ingenuamente, alejar a Isabella, solo para que Alejandro desatara una tormenta de venganza: sus padres fueron encarcelados con cargos falsos, exigiéndole la ubicación de su "capricho" en cuestión de minutos, lo que provocó que su padre sufriera un infarto. ¿Cómo pudo el amor de su vida convertirse en un verdugo que la humillaba, la golpeaba, filtraba sus fotos íntimas y la forzaba a la donación de sangre, para después encerrarla en una celda real, no solo en un sótano? ¿Era posible que su alma, forjada en el dolor de la traición, pudiera encontrar el camino hacia la curación y la justicia? Con un corazón que de quebrantado se volvió duro como la obsidiana, Sofía activó un fideicomiso secreto de su padre, recuperó todo lo que era suyo y, bajo una nueva identidad, huyó a México, dispuesta a reescribir su historia lejos de las sombras de Alejandro, ¿sería este su escape definitivo o el primer paso de un plan más grande?

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No Volveré a Amarme Tan Poco

No Volveré a Amarme Tan Poco

5.0

Mateo Sánchez amaba locamente a su esposa Isabela. Pero su amor estaba asediado por la obsesión de ella con Javier, su primer amor. Javier regresó y le propuso a Mateo un pacto cruel: ganar a Isabela en nueve pruebas. Si ella lo elegía a él, Mateo aceptaría el divorcio. La primera humillación llegó en su aniversario: Isabela lo abandonó por Javier tras un 'pequeño accidente'. Mateo descubrió cómo Isabela había desechado un llavero sentimental suyo, usando su coche para Javier. En una cena de amigos, Javier lo humilló públicamente, alardeando de 'haber orquestado' su matrimonio. Incluso tras un accidente grave, donde Isabela salvó a Javier ignorando a Mateo, ella siguió cegada por él. Todo culminó cuando Isabela, engañada por Javier, firmó sin saber los papeles de su propio divorcio. Mateo sintió cómo su amor por Isabela era una farsa cruel. ¿Cómo pudo caer tan bajo, sacrificando años por quien nunca lo eligió? Con el corazón destrozado, pero una fría determinación, Mateo decidió no volver a amarse tan poco. Era hora de vivir para sí mismo. ¿Podrá Mateo liberarse de las sombras del pasado y encontrar su propia luz?

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De Fracasado a Ganador

De Fracasado a Ganador

5.0

Mi prometedora carrera como arquitecto se desvaneció el día que ofrecí el reloj de oro de mi abuelo, un tesoro familiar, para salvar el viñedo de mi esposa. Me convertí en el "amo de casa", un fracasado a los ojos de Isabella y de nuestro hijo, Nico. Mi vida era una humillación constante, invisible para mi esposa y para Ricardo, su amante y socio, quien actuaba como dueño y señor en mi propio hogar. Un domingo de asado, mi hijo Nico abrazó a Ricardo y, con ojos brillantes, le dijo: "¡Ojalá fueras mi papá!". Isabella sonrió, complacida, sirviendo a Ricardo los mejores cortes y a mí, ni una mirada. Después, en la clínica, tras un incidente con Nico que Ricardo manipuló, Isabella, furiosa, me abofeteó: "¡Siempre arruinándolo todo!". La humillación escaló; mi propio hijo, instigado, me arrojó los restos de su banquete llamándome "fracasado". El dolor de ser despojado de mi dignidad y de mi propia familia era insoportable. Me preguntaba, ¿por qué? ¿Acaso mis sacrificios no significaron nada? Había entregado todo, ¿para qué? Pero la bofetada final llegó en la notaría. Con el corazón en la mano, intenté recoger el reloj de mi abuelo. Ricardo lo arrebató y, con una sonrisa cruel, lo destrozó contra el mármol, pisoteándolo una y otra vez. "¡Satisfecho, imbécil!", gritó. Recogí los pedazos rotos. Esa ofensa no fue mi final, sino mi despertar. ¡Ya no había vuelta atrás! Era hora de luchar y recuperar todo lo que me habían arrebatado.

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Corazón Cautivo, Alma Libre

Corazón Cautivo, Alma Libre

5.0

Llegué a Cartagena, una ciudad para mí desconocida, buscando desesperadamente un nuevo comienzo y escapar de un pasado que me atormentaba. Mi tía Isabel, creyendo ayudar, me presentó en una fiesta que se convertiría en mi infierno personal. Un cóctel "inocente" de mi prima Catalina, lleno de una sustancia extraña, nubló mis sentidos por completo. Terminé humillada, aferrada al brazo de Alejandro De la Vega, el arquitecto más influyente y respetado de la alta sociedad. Su mirada fría y llena de desprecio me juzgó al instante, sellando mi destino en sus ojos. Pero el verdadero horror acababa de empezar: Catalina, consumida por la envidia, no se detuvo allí. Con la complicidad de Doña Mercedes, mi tía, las acusaciones se multiplicaron, ahogándome en un mar de calumnias. Fui señalada como una bruja debido a unas hierbas de buena suerte, una ladrona por una artimaña suya y una agresora. Cada vez que intentaba defenderme, mis palabras eran retorcidas y utilizadas en mi contra, confirmando a todos sus prejuicios sobre mí. Mi nombre, ya frágil por los rumores de mi pueblo, fue arrastrado por el fango, convirtiéndome en la "cazafortunas manipuladora" de Cartagena. Me encontraba completamente sola, aislada, con el corazón destrozado y la reputación devastada. ¿Cómo podía una mujer enfrentarse a una conspiración tan cruel y tan bien orquestada? La injusticia me sofocaba, la impotencia me consumía; mi alma, capturada en esa red de mentiras, clamaba por libertad. Pero incluso en la más profunda desesperación, una chispa de rebeldía se encendió en mí. Convertí mi dolor en música, en melodías que fluían desde lo más hondo de mi ser, y así, como "Brisas del Sinú", comencé a cantar. Lo que nadie sabía es que esa voz, antes silenciada por el prejuicio, pronto se convertiría en la clave para desvelar la verdad y reclamar mi libertad.

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La Sustituta peligrosa

La Sustituta peligrosa

5.0

Alejandro Villanueva, un hombre acaudalado, intentó llenar el vacío dejado por la muerte de Sofía, su prometida. Invirtió su fortuna en Isabella Morales, una joven asombrosamente parecida a ella, dándole una vida de lujo, esperando revivir un amor perdido. La víspera de su suntuosa boda, oculto, Alejandro escuchó a Isabella confesar a su amigo Ricardo un plan cruel: "No me casaré con él, lo voy a humillar." Su corazón se hizo piedra. Al día siguiente, canceló la boda. Presenció la tierna complicidad de Isabella con Ricardo, algo nunca visto con él. Ella, incluso, lo abandonó herido en una tienda por socorrer a Ricardo. Luego, la oyó en un bar, describiéndolo como aburrido y contando los días para "liberarse". ¿Cómo fue tan ingenuo? Había intentado comprar un fantasma, un eco, solo para encontrar una traición gélida. La humillación era insoportable, la verdad, demoledora. El amor que buscaba no se compraba, ni se forzaba. Con el corazón ya de piedra, Alejandro cortó todo lazo y partió a Madrid. En el día de lo que habría sido su boda, reemplazó el tradicional video por su propia declaración: "Dado que la novia planeaba abandonarme en el altar, decidí adelantarme. Adiós." Era su golpe final, su doloroso adiós a una ilusión y el inicio de su libertad.

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