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En el mundo nocturno, donde muchas almas se pierden así mismos, Juliana vive su vida al máximo sin importarle nada más que sus adicciones, llevando su cuerpo y su salud contra el borde de un abismo. En una noche de intoxicación y de estar a punto de perder hasta la vida, sus padres, cansados de la vida que lleva su hija, deciden enviarla a otro país con un buen amigo que les asegura enderezar su camino. Lo que no sabía Leonardo era que aquella jovencita que solo busca diversión y fiestas sería su mayor condena.
Nota: ¡Hola, bellezas! Espero se encuentren muy bien. Nos volvemos a leer en un mundo nuevo. Ya saben que cuando hago este tipo de trama me gusta dejar la advertencia para evitarles un mal momento a las que no les gusta.
Esta historia está llena de lenguaje soez, drogadicción, violencia, sexo explícito, etc.
Las actualizaciones serán esporádicas, así que les pido mucha paciencia.
Gracias por darme una nueva oportunidad, por el inmenso apoyo que le das a mi trabajo y por todo el cariño que me depositas al leerme. Agradezco de todo corazón todo lo que me brindas.
Sin más, ¡espero que tengan una lectura apoteósica!
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Bogotá D.C, Colombia
Todos me juzgan, me señalan y me critican por la vida que llevo, pero nadie se detiene a preguntarme por qué hago lo que hago. Salir de fiesta y vivir a todo lo que da mi vida es lo único que me ayuda a sacar de la mente esas escenas tan asquerosas y poco gratas que tuve que presenciar hace un tiempo de mi madre.
Desde que mis padres se separaron, no hay día que mi mamá no salga a beber con todas sus amistades. Su hipocresía me tiene cansada, es tan capaz de juzgarme cuando no se ha visto en un espejo. Su capacidad de evadir que cometió un error al dejarse ir por su despecho en lugar de enfocarse en mi hermanito y en mí es tremenda. Su única excusa es que no nos hace falta nada y que, como buenos hijos, lo único que podemos hacer es sacar buenas notas en el colegio.
Tengo diecisiete años y toda mi vida he hecho su santa voluntad, ayudándole en todo lo que ella me pida porque no ha sido fácil su separación con mi padre, pero desde que la vi una noche dejarse tocar de otros hombres mientras ella no podía ni siquiera con su borrachera, esa buena imagen que tenía de ella se esfumó. Comprendí que ella lo único que buscaba era el consuelo en otros brazos. Ahora mismo tiene un muchacho bastante joven, que prácticamente es un par de años mayor que yo, y ella cree que se ve divina a su lado.
Para la edad no hay amor, eso lo tengo bastante claro porque de hecho mi madre es mucho más joven que mi padre, pero ese tal Marcos no me cae ni un poco bien. Ese hombre no me genera ni un poco de confianza y ella está tan ciega por él que no le importa un pepino lo que yo le diga.
Por esa y muchas más razones busqué algo que me hiciera olvidar la actitud de mi madre y de la lejanía y casi abandono de mi padre. Encontré en el trago y en las drogas esa felicidad que tanto buscaba y los convertí en mi zona de confort. Salgo todos los fines de semana con mis amigos y regreso a casa hasta el lunes en la mañana. No regresé al colegio y no creo que tenga caso volver cuando sé que voy a perder el último año del bachillerato. Estudiar no es algo que me mate y tampoco es de mi interés.
Dejé mi cabello rizado caer a mi espalda y ajusté mi corta falda antes de salir de la habitación que comparto con mi hermano. Mi madre no está, pero es normal que no pare un viernes en casa por estar detrás del culo de ese tipo, ya que últimamente la he visto llorar y discutir con él por teléfono.
-¿Vas a salir, Juli? -Alejandro, mi hermano menor por solo dos años, me detuvo.
-Sí.
-¿Vas a llegar muy tarde? Hoy no quiero estar solo -sonrió emocionado-. ¿Por qué no jugamos play como antes?
-¿Johan no viene hoy?
-No, su mamá no lo dejó venir hoy -hizo una mueca-. Vamos, Juli, quédate, ¿sí?
Es imposible negarme a mi hermano y a esos ojos tan bonitos que tiene.
-Está bien -su sonrisa grande y emocionada me alegró la noche-. Pero sin trampas, Alejandro.
-¡No tengo la culpa que seas mala para jugar!
-Juguemos Mario.
Soltó una risita, sacando del cajón del mueble de la sala los discos del play y me acosté en el sofá en espera de que el juego comience.
-Hallo no es tan difícil, solo que disparas a la loca.
-No sé cómo se juega. Además que no sé a quién debo dispararle.
Mientras el juego de Mario cargaba me explicó el juego que considero más difícil. Hace mucho no pasaba un rato con mi hermano y había olvidado lo divertido que es y lo bien que se siente saber que nuestros lazos de hermanos aún siguen intactos.
-Yo soy Mario -agarró el control y bufé.
-Siempre lo eres.
Jugamos por largas horas, comiendo papas de paquete y gaseosa. Mi hermano parecía tener pilas AA incrustadas en su sistema, siempre tiene bastante energía en las noches.
El sueño lo venció a las tres de la mañana y se quedó dormido en el sofá. Lo arropé muy bien con una cobija porque hacía mucho frío y subí a la terraza para contemplar la noche.
La ansiedad de fumar me llevó a hacerlo. Mi madre no estaba y ella solía llegar después de las seis de la mañana. Mi hermano dormía y no había nadie más en la casa que pudiera detenerme. Armé un bareto mientras escuchaba música en mi pequeño reproductor y lo fumé con toda la calma, viendo la luna resplandecer y las pocas estrellas brillar.
Mis amigas y mi novio me enviaron mensajes, pero no respondí a ninguno de ellos. En ese momento quería estar sola en mi soledad y tristeza. Extrañaba mi familia, a mis padres y la buena energía de mi hermano. Me hacía falta todo lo que tenía de niña, pero ya no quedaba nada y tenía que entender que nada duraba para siempre.
El frío calaba mi ropa, más por el hecho de que estaba en una minifalda y una blusa muy escotada, pero el poder de la marihuana me mantenía cálida. La niebla cubría las calles y de repente me dieron muchas ganas de salirme. Debería estar en algún bar de la zona o en el parque tomando y fumando, pero allí me encontraba, ida en mis pensamientos y soyada en la mía.
Un taxi se detuvo frente a la casa y me quedé mirando desde la terraza como mi madre salía muy borracha junto a Marcos. Todo iba bien hasta que llegaron a arruinar mi mente de paz.
No bajé de la terraza ni hice bulla hasta no esperar a que se acostaran. Lo último que quiero es verlos y tener que soportar a mi madre y a ese man tan fastidioso. Cuando el sol ya avisaba su salida, guardé mis cosas en la pretina de mi falda y empecé a bajar las escaleras hacia el segundo piso.
A punto de dar la vuelta por el corredor, me topé de frente con Marcos. Se veía un poco tomado, pero bien. Repasó mi cuerpo con su mirada y se recostó de la pared, cruzándose de brazos.
-¿Estás drogada?
-¿A usted qué le importa si lo estoy? -traté de esquivarlo para entrar a mi cuarto, pero se hizo en el medio del estrecho corredor-. Vaya y joda a su abuela, hijueputa.
-¿Por qué eres tan mal hablada, Juliana?
-Porque sí, sapo.
Soltó una risita, relamiendo sus labios.
-Eres una niña bastante grosera.
-Si no me dice no me doy cuenta -resoplé-. Quite de ahí que tengo sueño.
-Tu mamá se preocupa mucho por ustedes y tú no lo valoras -soltó y reí.
-Vaya forma de preocuparse por nosotros, tirándose a un hombre mucho menor que ella y llegando a la casa toda borracha -lo miré con todo el odio que sentía en mi corazón.
-Trabaja muy duro para sacarlos adelante y está en todo el derecho de relajarse un poco.
-Y nadie dice que no, pero hace mucho dejó ir el papel de madre. No entiendo qué hago hablando de esto con usted.
-Podemos ser amigos -puso su mano en mi hombro y la empujé-. Es más, yo te entiendo mejor que nadie.
-¿Sabe qué? -me acerqué a él y lo miré fijamente a los ojos-. Cómase un cerro de mierda, sapo -lo empujé con todas mis fuerzas y entré a mi cuarto.
No soporto a ese sapo. Faltaba más que ahora quiera convertirse en mi amigo y quiera hablarme sobre lo que mi madre hace bien, tratando de cubrir todos las fallas con el hecho de que no nos falta nada. ¿Acaso no se da cuenta lo mucho que lo odio y no lo soporto?
Jolie creyó que huir era la solución correcta ante el desliz que cometió al casarse en una noche loca desenfrenada, pero cinco años después debe volver al lugar al que juró nunca más regresar y enfrentarse a las consecuencias de sus actos. Solo que Darius no es el mismo hombre caballeroso y tierno que ella creía conocer. Él la odia por haberle roto el corazón y abandonarlo cuando le dijo que intentaría llevar una vida de casados. Ella aún sigue sintiendo los mismos deseos que en el pasado, pero esta vez son más intensos e inexplicables que antes. Entre el amor y el odio hay una delgada línea que los separa y desatará una pasión que ninguno de los dos podrá contener.
Todo en mi vida era perfecto; una buena salud, un buen trabajo, y se podría decir que, era la mujer más afortunada en el amor. Pero nadie me había dicho que la perfección y tanta felicidad junta no era tan buen y real. Para mí, una mujer que creía tenerlo todo a sus pies y en sus manos, no fue fácil asimilar esa vida que tanto me ocultó la persona que más he amado en el mundo.
La vida en muchas ocasiones nos despliega diferentes caminos, llevándonos a un destino totalmente opuesto al que nos habíamos idealizado. Margot estaba en la mejor etapa de su vida, era feliz junto a su novio y futuro esposo, pero en un solo instante perdió toda su vida en un trágico accidente que además le dejó grandes secuelas en su cuerpo. La soledad, la desesperanza y el vacío es algo que no se puede ocultar detrás de una sonrisa fingida, y ella ha sabido ocultar su dolor muy bien. Pero en ese pozo de soledad y tristeza, llega un hombre que la hace vibrar no solo con un beso, sino con esa chispa de añoranza que perdió tiempo atrás. ¿Podrá Margot volver a empezar, dejando su sufrimiento atrás y permitiéndose ser feliz?
El amor no es lo más importante para June, primero, porque no cree en que los sentimientos de las personas sean del todo sinceros, segundo, porque aquel suceso que vivió en su niñez y la marcó de por vida la sigue rodando por más que quiera huir de esa pesadilla. Pero el amor llega cuando menos se lo esperaba, del hombre que jamás imaginó sentir tanto y nada a la vez. ¿Podría ella olvidar su dolor en manos de aquel amor puro y cristalino que nació en medio de su adolescencia y se fortaleció en su adultez? ¿Podría permitirse aprender una lección de amor y otra de lujuria en manos de su primer y único amor?
El deseo de poder someterte es mucho más fuerte de lo que estoy dispuesto a soportar. Si tan solo me dejaras mostrarte todo lo que por mi mente cruza, estoy seguro de que crearíamos un juego de lujuria inimaginable.
Ser prácticamente obligada a casarse con un perfecto desconocido por su padre, Cora Walker decide huir de su casa, pero en el intento de ser libre y elegir su propio destino, aquel hombre le pone sobre la mesa un trato que considera justo. ¿Podrá Jacob Bardot enamorar a la jovencita que lo cautivó desde el primer instante en que la conoció? ¿Podrá Cora dejar sus miedos e inseguridades atrás y amar, aunque sea por una vez en su vida? ¿Trescientos sesenta y cinco días serán suficientes para que dos corazones se amen con extrema fuerza y pasión?
Como simple asistenta, enviar un mensaje al CEO en plena noche para solicitar películas pornográficas fue un movimiento audaz. Como era de esperar, Bethany no recibió ninguna película. Sin embargo, el CEO le respondió que, aunque no tenía películas para compartir, podía ofrecerle una demostración en directo. Tras una noche llena de pasión, Bethany estaba segura de que perdería su trabajo. Pero en lugar de eso, su jefe le propuso: "Cásate conmigo. Por favor, considéralo". "Sr. Bates, está bromeando, ¿verdad?".
"¡Ahh!". Ella solo podía gemir, a pesar de que no amaba a ese hombre; de hecho, lo odiaba. Las manos del hombre recorrían todo su cuerpo. Ella jadeó cuando él comenzó a bajarle el cierre del vestido. Este terminaba en su cadera, así que terminó con la espalda y la cintura descubiertas. "No me toq... ¡mmm!". El hombre movió sus dedos por su espalda descubierta y presionó su cabeza contra una almohada. Los toques le provocaron escalofríos a la chica. "Haré que te olvides de sus toques, besos y todo lo demás. Cada vez que toques a otro hombre, solo podrás pensar en mí". ---- Ava Adler era una omega nerd. Los demás la molestaban porque pensaban que era fea y poco atractiva. Pero Ava amaba en secreto a un chico malo, Ian Dawson. Él era el futuro Alfa de la manada Mystic Shadow. Sin embargo, a él no le importaban las reglas ni las leyes, solo le gustaba coquetear con las chicas. Ava no era consciente de la arrogancia de Ian hasta que su destino se entrelazó con el del joven. Él la descuidó y la hirió profundamente. ¿Qué pasaría cuando Ava se convirtiera en una bella capaz de conquistar a cualquier chico y, al verla, Ian se arrepintiera de sus decisiones? ¿Y si ella tenía una identidad secreta que aún no había descubierto? ¿Y si cambiaban las tornas e Ian le suplicaba que no lo dejara?
Linsey fue abandonada por su novio, quien huyó con otra mujer el día de su boda. Furiosa, ella agarró a un desconocido al azar y declaró: "¡Casémonos!". Había actuado por impulso, pero luego se dio cuenta de que su nuevo esposo era el famoso inútil Collin. El público se rio de ella, e incluso su fugitivo ex se ofreció a reconciliarse. Pero Linsey se burló de él. "¡Mi esposo y yo estamos muy enamorados!". Aunque todos pensaron que deliraba. Entonces se reveló que Collin era el hombre más rico del mundo. Delante de todos, se arrodilló y levantó un impresionante anillo de diamantes mientras declaraba: "Estoy deseando que sea para siempre, cariño".
Ethan siempre consideró a Nyla una mentirosa, mientras que ella lo veía a él distante e insensible. Nyla había acariciado la idea de que Ethan la quería, pero se sintió fríamente rechazada cuando se dio cuenta de que su lugar en el corazón de él era insignificante. Como ya no podía soportar su frialdad, dio un paso atrás, solo para que él cambiara inesperadamente de actitud. Ella le desafió: "Si confías tan poco en mí, ¿por qué me tienes cerca?". Ethan, que antes se había comportado con orgullo, ahora estaba ante ella y le suplicó desesperado: "Nyla, he cometido errores. Por favor, no te alejes de mí".
¿Qué sucede cuando un poderoso CEO en el mundo de la moda se ve obligado a casarse con una mujer de una familia humilde, en comparación con su origen familiar de alta estima, en contra de su deseo? ¿Qué sucede cuando su marido descubre su talento oculto? ¿Comenzará a enamorarse de ella lentamente? Lee esta intrigante novela para descubrir todas las respuestas que tienes a tus preguntas ocultas.
Elena, una mujer fuerte y trabajadora, enfrenta la difícil realidad de que su pequeña empresa está al borde del colapso financiero. Alejandro, un exitoso empresario, tiene todo lo que podría desear, excepto el tiempo. Para heredar la fortuna de su abuelo, debe casarse antes de cumplir 35 años. Desesperado por cumplir con la cláusula del testamento, Alejandro le ofrece a Elena un matrimonio por contrato: un año de unión a cambio del dinero necesario para salvar su negocio. Las reglas son claras: sin sentimientos, sin interferencias en sus vidas privadas, y total discreción. Lo que comienza como un acuerdo frío y calculado, pronto se transforma cuando Elena y Alejandro, compartiendo el mismo techo, comienzan a conocerse más allá de la fachada que presentan al mundo. Chispas de atracción inesperada surgen, desafiando las normas de su acuerdo. Pero el contrato se pone a prueba cuando Elena descubre que está embarazada, desatando una ola de emociones y conflictos. Alejandro, convencido de que todo fue un engaño, se siente traicionado. Elena, enfrentando su propio miedo e incertidumbre, debe decidir si luchar por un amor que nunca esperó o continuar su camino sola. Con la familia de Alejandro presionando y el negocio de Elena floreciendo, ambos protagonistas deberán enfrentar sus miedos, confiar en el otro y decidir si este matrimonio por contrato puede transformarse en algo real.